Durante mi visita a Georgia en Julio de 2013, tuve una mañana libre en la ciudad de Kutaisi, por lo que me dispuse a realizar una visita a dos monasterios ortodoxos muy recomendables de la zona: Gelati y Motsameta.
Ambos se encuentran próximos entre sí, y a su vez muy cerca de Kutaisi, por lo que es buena idea combinarlos.
Había leído en la Lonely Planet, que se podían encontrar taxistas en la parte de atrás de la plaza del teatro Drama. La situación del hotel Edemi me venía genial, ya que me pillaba a muy poca distancia de dicho punto.
Al llegar allí, había varios taxistas esperando clientes, con sus viejos Mercedes dispuestos a dar servicio. Hablé con el que me parecía por su aspecto más maduro y serio, pero me remitió a otro que debía estar primero.
Su cabeza afeitada y cadenas de oro en el cuello, amén de algunos tatuajes no daba excesiva confianza, pero aún así negocié con él para visitar los monasterios. Cabe decir, que yo no hablo ni georgiano ni ruso, y en Georgia no suelen hablar inglés, por lo que la conversación fue algo así:
Yo digo: «Gelati, Motsameta». Él asiente. Le enseño un billete de 20 laris (aproximadamente 10 euros, en aquel momento). Él asiente.
Cabe decir que pacté justo lo que decía la Lonely que cobraban por ese trayecto. Venía hace poco de Tailandia, un país mucho más turístico, dónde todo el mundo (tuktukeros, vendedores, …) están muy resabidos, por lo que me alegré que en sitios mucho menos turisticos como en Georgia, todavía se mantenga la gente honrada y sin contaminar por el dinero.
Nos metemos en el coche, y salimos zumbando hacia el monasterio de Gelati que dista unos 13 km de Kutaisi. Los conductores georgianos son un poco kamikazes, conducen bastante rápido, aunque también es cierto, que hay bastante policía vigilando las carreteras.
El paisaje me recordó al de Asturias, montes, verdes prados y vacas pastando, de hecho a la vuelta estuvimos a punto de llevarnos por delante a una de ellas,teniendo que dar el taxista un buen volantazo para esquivarla.
En seguida llegamos al monasterio, no encontré horarios de apertura, pero estaba abierto. Era el único visitante. Me crucé tan sólo con un monje ortodoxo que pululaba por allí.
El monasterio de Gelati fue fundado por el rey de Georgia David el Constructor (1089-1125) en 1106. Está incluido por la Unesco en la lista del Patrimonio de la Humanidad desde 1994, junto con la catedral de Bagrati de la que ya hablé en una entrada anterior.
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El monasterio de Gelati durante largo tiempo fue uno de los principales centros intelectuales y culturales en Georgia. Tenía una academia que empleaba a algunos de los más célebres científicos georgianos, teólogos y filósofos, muchos de los cuales habían estado previamente en activo en varios monasterios ortodoxos en el extranjero o en la academia Mangan en Constantinopla.
El monasterio Gelati ha conservado un gran número de murales y manuscritos que se remontan a los siglos XII-XVII.
En Gelati está enterrado su fundador y uno de los más grandes reyes georgianos, David el Constructor.
Os dejo algunas fotos de la visita a este bonito monasterio:
Cuando regresé al taxi, ví que éste estaba, pero no el taxista. Esperé un par de minutos, y le ví aparecer desde dentro del recinto del monasterio, por lo que supuse que había aprovechado la visita para rezar.
En Georgia, la gente es muy religiosa y puedes ver por doquier grandes cruces a los lados de la carretera, dónde la gente se santigua una y otra vez (incluido el taxista soltando el volante).
Tras el reencuentro, partimos hacia el monasterio de Motsameta, éste es menos bonito que el de Gelati, pero tiene a su favor, que está en un sitio privilegiado, entre montañas, por lo que el paisaje es muy bonito.
La distancia entre ambos monasterios es muy escasa, como unos 5 km y 5 minutos de trayecto.
El monasterio de Motsameta (Mártires), también es llamado Monasterio de San David y Constantino, los cuales fueron canonizados por la iglesia georgiana, ya que fueron ejecutados por los invasores árabes, tras negarse a convertirse al Islam.
Os dejo algunas fotos de la visita al monasterio de Motsameta, durante la cual, apenas me crucé con 4 o 5 personas:
Al terminar, regresamos a Kutaisi en otros 15 minutos. Quedé contento con el taxista, y quise darle una propina de 5 laris, que se negaba en cogerme. Tras mucho insistir la acabó aceptando.
De nuevo, me gustaría elogiar a la gente georgiana, a veces las apariencias engañan, y te puedes encontrar con gente honrada que se limitan a realizar su trabajo. Espero que nunca se dejen contaminar por el turismo de masas.
Buenísimo el post! 🙂
Gracias Paulina!. ¿Vas a visitar la zona?. Georgia es un país muy auténtico y peculiar.
Saludos viajeros!!