RUSIA – RELATO DE VIAJE: PARTE III/V
DIA 5: MIERCOLES 9 JULIO 2014: MOSCU
Mañana
Nuestra primera visita del día era contemplar la Universidad Lomonosov. Para ello, como siempre, cogimos el metro en L3 Partizanskaya hasta
Ploshchad Revolyutsii, allí hicimos transbordo a la L1 Okhotny Ryad y nos bajamos en la parada de Universitet.
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Universidad Lomonosov
La zona no es que tenga excesivo interés, y además aunque parezca que está cerca, hay un buen trecho andando desde el metro, por lo que nos contentamos con admirar la bonita fachada desde una corta distancia.
No había nadie por el campus debido a las vacaciones de verano.
Desandamos el camino y volvimos a coger el metro L1 en Universitet hasta Sportivnaya. Es un corto trayecto. La parada se llama así, porque queda cerca del Estadio Olímpico Luzhnikí, lugar donde acoge sus partidos de fútbol el Spartak de Moscú.
Pero nuestro objetivo era visitar el Convento Novodevichy, construido en el siglo XVI en conmemoración de la toma de Smolensk. Ojo que cierra los Martes y primer Lunes del mes. Revisad los horarios.
Desde Sportivnaya hay un cómodo paseo de 5 minutos hasta llegar al recinto:
La entrada se realiza por la Iglesia-puerta de la Transfiguración:
Antes de entrar al convento, lo primero que hicimos fue bordear sus muros defensivos, hasta llegar al imperdible Lago Bolshoi Novodevichy. Este fue el lago que inspiró a Tchaikovsky su famosa obra El Lago de los Cisnes:
Circundando el lago, hay un punto donde puedes sacar una
preciosa estampa con el lago y el convento al fondo:
El lago está precioso en esta época del año. En invierno con nieve y el lago congelado también debe ser muy romántico:
También hay una bonita panorámica del skyline del distrito financiero de Moscú (Moscow City):
Tras el paseo por el lago, entramos al convento. Creíamos que cobrarían por entrar al recinto en sí, pero nadie nos dijo nada:
Dimos una vuelta, admirando la belleza de las iglesias rusas. La que más destaca es la Catedral de Smolensk, blanca y con cinco cúpulas:
Con buen sabor de boca tras la visita, decidimos cambiar de tercio. Ya habíamos visto un gran número de iglesias y catedrales, así que ahora le iba a tocar el turno a los parques.
Todos tenemos la idea preconcebida antes de ir, que Moscú debe ser una ciudad gris, y a nosotros nos pareció todo lo contrario. Hay muchísimos parques, algunos muy grandes. Todos los que visitamos estaban impecables y muy bien cuidados.
El primer parque que visitamos fue el Parque Kolomenskoye. Se puede llegar a él mediante dos paradas de metro de la línea L2: Kolomenskaya y Kashirskaya. Para visitar la zona de la iglesia de Kolomenskoye tienes que bajarte en la parada de Kolomenskaya y estar atento para acertar con la salida (o puedes acabar muy lejos). Para visitar la zona del Palacio de Madera del Zar Alexei I tienes que bajarte en la parada de Kashirskaya, y acceder al parque a través de un túnel subterráneo.
Nosotros planteamos la visita accediendo al parque desde Kolomenskaya, visitando las iglesias de Kazan y Kolomenskoye, para después atravesar todo el parque haciendo un picnic por el camino hasta llegar al palacio de madera, y abandonar el parque por la estación de Kashirskaya.
Desde Sportivnaya fuimos en la L1 hasta Okhotny Ryad. Allí hicimos transbordo a Teatralnaya (L2) y desde ahí hasta Kolomenskaya.
Desde el metro hasta el parque hay unos 10 minutos andando. Desde la entrada no se tarda mucho en alcanzar la Iglesia de la Virgen de Kazan:
Un poco más adelante se encuentra el conjunto monumental de la Iglesia de la Ascensión:
El conjunto ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994:
Hay buenas vistas de la ciudad desde la colina donde está ubicada la iglesia:
Llevábamos un picnic que nos comimos en el césped aprovechando la sombra que daba la iglesia.
Tarde
Tras la comida, paseamos por el parque. Tardamos una media hora en llegar hasta otro de los principales puntos de interés del parque: el Palacio de Madera del zar Alexéi I.
El palacio original fue desmontado hace 300 años por orden de Catalina II la Grande, que tenía su propio palacio en San Petersburgo, y no estaba dispuesta a mantenerlo. Sin embargo, gracias a los planos del edificio, ha podido ser recuperado e inaugurado al público en 2010.
El palacio es precioso, en invierno con nieve debe ofrecer una estampa bucólica:
Desde aquí tomamos un paso subterráneo para cruzar la carretera y enseguida se llega al metro de Kashirskaya.
El segundo parque que visitamos este día fue el Parque Tsaritsino. Para llegar a él se puede acceder por la estación de Orekhovo (L2) directa desde Karhirskaya, aunque las paradas son largas, ya que ambos parques están a varios kilómetros de la ciudad.
Lo más interesante del parque es el Palacio de Catalina, una maravilla de estilo mauritano-gótico:
Uno de los rincones que más nos gustó fue el lago:
y la zona de la fuente, dónde se estaba de maravilla, además se oía música clásica por unos altavoces:
Como podéis ver los días en verano en Rusia se aprovechan muchísimo. Tras esta visita, y después del tute de todo el día tomamos el metro en Orekhovo hasta Teatralnaya y allí cambiamos a la L3 en Ploshchad Revolyutsii hasta nuestro hotel en Partizanskaya.
Noche
Tras descansar en el hotel, nos acercamos de nuevo a la zona de Kitay Gorod, para cenar en Ludi kak Ludi (Solyanskiy tupik 1/4), un pequeño café para cenar ligero y económico.
Aprovechamos también para hacer la última visita nocturna de la Plaza Roja y la Iglesia de San Basilio:
DIA 6: JUEVES 10 JULIO 2014: MOSCU – SAN PETERSBURGO
Mañana
Hoy partíamos hacia San Petersburgo. El tren salía a las 16:30 de la tarde, así que teníamos toda la mañana para realizar todavía algunas visitas en Moscú.
La zona elegida fue la de VDNKH (Centro Panruso de Exposiciones). No os vamos a engañar: es la zona más prescindible de todas las que visitamos, pero sí que tiene algunas visitas interesantes.
Para llegar allí, tomamos L3 Partizanskaya hasta Kurskaya, y allí cambiamos a la L5 hasta Prospekt Mira, otra bonita estación:
En Prospekt Mira, volvimos a cambiar a la L6 hasta llegar a la parada de VDNKH:
Nada más salir del metro te encuentras el Hotel Cosmos, un hotel enorme de estilo soviético con capacidad para 3000 personas, construido para los Juegos Olímpicos:
Uno de los monumentos que más nos gusto de la zona fue el Memorial Museo de los Cosmonautas, un obelisco de más de 100 metros de altura coronado por un cohete. El museo muestra objetos relacionados con la historia espacial rusa:
En la zona se puede visitar el Monumento al Obrero y Koljosiana. El obrero sostiene un martillo y la koljosiana (campesina) una hoz, formando el símbolo comunista de la hoz y el martillo.
VVC Exhibition Center (Pabellones)
A la entrada del recinto del Centro Panruso de Exposiciones, se puede apreciar el arco del triunfo coronado por otra famosa escultura de «Obrero y Koljosiana»:
En este lugar se acogía la exposición de los logros de la economía nacional de la URSS, construido para ensalzar los logros económicos, científicos y tecnológicos del país. Hoy en día, la verdad, no tiene excesivo interés:
Torre Ostankino
Desde varios puntos, se puede apreciar la enorme Torre Ostankino, una torre de telecomunicaciones de aspecto espigado y de gran altura (540 metros), la más alta de europa:
Parque Atracciones
Por la zona había montado un parque de atracciones muy poco animado a esas horas:
Una de las últimas estampas fue cruzarnos con un trolebús muy patriota:
Tarde
Desde el metro de VDNKH deshicimos el camino hasta Partizanskaya. Comimos en uno de los muchos restaurantes que hay a las afueras del complejo. Recogimos las maletas en el hotel y tomamos el metro hasta llegar a Komsomolskaya.
Es la misma plaza donde tomamos el tren a Sergiev Posad (la de las 3 estaciones de tren), pero esta vez nos encaminamos a otra estación de tren: Leningradsky (San Petersburgo antes se llamaba Leningrado). Esta se distingue por tener un reloj en la fachada.
Tomamos el tren Sapsan, con los billetes que habíamos comprado previamente por internet, y que en poco más de 4 horas cubre el trayecto entre Moscú y San Petersburgo.
Leningradsky (Ленингра́дский вокза́л) (Reloj) – San Petersburgo (Sapsan #762A) (16:30 – 20:40)
San Petersburgo
Una vez en San Petersburgo, la estación de tren enlaza con la de metro. Allí tomamos la L1 en Ploshchad’ Vosstaniya hasta Baltiyskaya, la parada más cercana (15 minutos andando) hasta el Hotel Palantin (4/6, Rizskiy Prospekt).
Elegimos la zona porque de la estación de Baltiyskaya, es donde partían los autobuses que van a Tallin (Estonia), el que sería nuestro siguiente destino del viaje, y salían bastante temprano. No nos gustó mucho la zona, tampoco el hotel era gran cosa. Cumple el expediente si no buscas grandes lujos, pero el barrio no es el mejor ni mucho menos.
También os recomendamos tener ojo en el metro de San Petersburgo, porque hay bastantes amigos de lo ajeno. En general, hay más percepción de inseguridad en San Petersburgo que en Moscú.