DIA 17: MIERCOLES 10/08/2016: HERVEY BAY – MELBOURNE
Nuestra estancia en Hervey Bay tocaba a su fin, teníamos un vuelo de Virgin a las 09:25 para ir a Melbourne con una escala muy corta en Brisbane. El taxi desde The Beach Motel hasta el aeropuerto nos costó 23,5 AUD.
El vuelo de Hervey Bay a Brisbane se hace en avioneta y te permite tener una panorámica espectacular del skyline de la tercera ciudad más grande de Australia:
En menos de 45 minutos ya estábamos en el vuelo a Melbourne – Tullamarine. Llegamos a Melbourne a las 13:30, y lo primero que hicimos fue recoger nuestro «flamante» coche de alquiler, un Nissan Micra de cambio automático, con la compañía Avis. En principio era cambio manual, pero nos lo dieron automático, y a la postre creemos que fue mejor. El alquiler para dos días, con recogida en aeropuerto y devolución en la ciudad fueron 188 AUD (incluído GPS).
Los dos habíamos tramitado el Permiso de Conducción Internacional (trámite de unos 10 euros en la Jefatura de Trafico), ya que teníamos pensado turnarnos durante los trayectos. Si hacéis lo mismo aseguraos de incluir al otro conductor como ocasional, cuando hagáis los trámites de recoger el coche.
Tras el papeleo de rigor, donde por cierto la empleada de Avis que nos tocó era seca como ella sola… fuimos al parking de enfrente de la terminal y
recogimos el coche. Tras hacernos un poco con los mandos por el parking, activamos el GPS que habíamos alquilado y nos dirigimos al hotel The Crossley (51, Little Bourke St), nuestra residencia en Melbourne para las siguientes 2 noches.
No tuvimos mucho problema en llegar al hotel, había algo de tráfico pues se nota que Melbourne ya es una gran ciudad. En cuanto a la conducción por la izquierday el cambio automático, os lo contamos con más detalle en el siguiente post que hablaremos sobre la etapa en la que recorrimos la Great Ocean Road (GOR) desde Melbourne, pero quitando los instantes iniciales de conducción, se coge el tranquillo bastante rápido.
The Crossley resultó ser un hotel muy correcto, ubicado en Chinatown, osea bastante céntrico. Bastante mejor que los hostales en los que habíamos pernoctado en nuestro viaje:
Dejamos el coche aparcado, ya que nuestra idea era recorrer la ciudad a pie. El coche lo necesitaríamos para salir muy temprano al día siguiente y poder recorrer lo más importante de la GOR en un día. Al día siguiente a la GOR, también lo usaríamos para ir hasta las famosas Bathing Boxes de Brighton Beach, así como St Kilda y el Jardín Botánico de Melbourne.
Melbourne es una ciudad vibrante, con un montón de restaurantes y sitios para tomar algo. Tiene fama de ser una de las ciudades del mundo con mejor calidad de vida. Además cuenta con una arquitectura en sus edificios, que para nosotros la hizo más atractiva que Sydney. Otra cosa que nos gustó fueron los tranvías, que dotan de personalidada la ciudad.
En primer lugar, salimos del hotel y al cruzar una calle estábamos inmersos en Chinatown:
Teníamos como objetivo visitar algunos de los callejones más famosos donde se habían plasmado algunas de las expresiones artistas alternativas de la ciudad, a modo de graffitis. El primero de los callejones (lanes) que vimos fue el de Union Lane:
Muy cerca está el edificio de la General Post Office (GPO):
Después, fuimos buscando el Centre Place (Lane), está un poco escondido y tuvimos que dar alguna vuelta, pero finalmente lo encontramos:
También son muy típicos los locales diminutos que surgen en estos callejones:
Vimos una oficina para cambiar dinero, había bastante gente, así que supusimos que habría buen cambio, y en efecto así fue. La oficina está ubicada en la planta baja del hostel: The Green House Backpacker.
Seguimos con nuestro recorrido por la ciudad, y enfilamos Swanston Street donde se ubican el Ayuntamiento y la St Paul’s Cathedral:
Desde ahí nos desviamos a la izquierda, y buscamos el callejón de Hosier Lane:
Y un poco más adelante, el callejón que más nos gustó, el de AC/DC Lane, tributo al mítico grupo australiano liderado por Angus Young:
Nuestro siguiente punto era visitar Federation Square, pero antes de llegar allá, nos encontramos con la sorpresa de uno de los edificios que más nos gustaron de la ciudad, el Forum Theatre:
Federation Square es una increíble y animada plaza, donde en un lado está la famosa estación de trenes de Flinders Street Station:
Por otro lado, está el ACMI (Australian Centre for the Moving Image) :
Y lo que más nos gustó fueron las increíbles vistas al skyline de la ciudad:
Siguiendo hacia delante, se atraviesa un puente sobre el Río Yarra, con vistas a las pistas de tenis del Rod Laver Arena, sede del Open de Australia:
Por el otro lado del puente, se tienen unas magníficas vistas a la torre Eureka, uno de los edificios más altos del hemisferio sur (297,3 metros). No subimos (10:00 – 22:00, 19,5 AUD), porque no nos pareció que las vistas desde arriba fueran a ser increíbles para el precio que tenía:
Como el hambre apretaba, aprovechamos que estábamos cerca de la zona de Flinders St, lugar repleto de restaurantes. Estuvimos esperando en uno con muy buena pinta, pero había mucha cola, y al final cenamos en The Meatball & Wine Bar (135 Flinders Ln), especializado en albóndigas. Tomamos 2 platos de albóndigas (puedes elegir las salsas, acompañamiento y demás) y una cerveza Goath por 54,5 AUD. La comida y el ambiente muy bueno. De esos sitios que se comparten mesas grandes comunales.
Al salir del restaurante, empezó a diluviar, así que aceleramos el paso y en unos 10 minutos estábamos en el hotel. Nos acostamos pronto, que al día siguiente tocaba madrugar para recorrer la Great Ocean Road.
El post correspondiente a la GOR lo escribiremos aparte, ya que se merece un post en exclusivo para él. A continuación continuamos con el último día en Melbourne, para no separar las visitas.
DIA 19: VIERNES 12/08/2016: MELBOURNE – ADELAIDA
En nuestro último día en Melbourne, hicimos el checkout y dejamos las maletas en recepción. Teníamos pensado dar una pequeña vuelta por una zona cercana al hotel con varios sitios interesantes, el primero de ellos el Princess Theatre:
Tras caminar 5 minutos llegamos a la Sinagoga:
A continuación, pasamos por St Peter’s Eastern Hill Anglican Church:
Y un poco más adelante, St Patrick’s Cathedral, que compite con la de Sydney por ser la más grande y bonita del país:
Al lado hay otra iglesia, la German Lutheran Trinity Church:
Volviendo hacia el hotel por otro lado, nos topamos con los edificios del Hotel Windsor, Tesoro y el Parlamento:
Una vez visitada esta zona. Cogimos el coche, al lado del hotel, y nos dirigimos a nuestra siguiente visita del día: las famosas Brighton Beach Bathing Boxes, o lo que es lo mismo, un conjunto de 82 coloridas casas de baño ubicadas en una playa a pocos kilómetros de Melbourne. No tuvimos problema en aparcar el coche en las calles residenciales que están cerca de la playa. Las señales de aparcamiento en Melbourne son una locura, así que os invitamos a que os las miréis antes de ir allí, para ver dónde se puede aparcar y dónde no. No nos acabó de quedar claro, así que preguntábamos a algún local, si se podía dejar el coche ahí, para asegurarnos.
Tras cruzar la carretera, llegamos a Brighton Beach. La playa tiene unas bonitas vistas del skyline de la ciudad:
Había más gente de la que esperábamos, para ser invierno, sobre todo en la zona de la casa de baño con la bandera de Australia:
Las casas coloridas y originales se van sucediendo, perfectamente alineadas. Su origen se debe al pudor que existía en la sociedad de la época (años 20 y 30 del siglo pasado). Actualmente, algunas parece que valen una auténtica millonada:
Tras la visita a Brighton Beach, tomamos el coche y dimos un paseo rápido con el coche por St Kilda, un pueblo pegado a Melbourne, que ha sido absorbido por la gran urbe. No nos pareció especialmente interesante, al menos en esta época del año:
Tan sólo nos paramos para hacer algunas fotos al Luna Park, el famoso parque de atracciones, que nos recordó por lo bizarro al parque de atracciones de Coney Island en New York, USA. Esta es la icónica puerta de entrada, llamada Mr. Moon:
El resto del barrio, lo recorrimos en el coche antes de dirigirnos a Melbourne:
Tras visitar St Kilda, el próximo punto a visitar eran el Jardín Botánico. Resultó mucho más atractivo de lo que pensábamos. Uno de los sitios más interesantes era el Guilfoyle’s Volcano:
Llegamos a una zona muy bonita, con buenas vistas a los rascacielos y un montón de césped bien cuidado, con bancos que invitaban a descansar, disfrutando de la tranquilidad:
Tras la visita pasamos con el coche por delante del Shrine of Remembrance:
Cogimos el coche que aparcamos gratuitamente al lado del Jardín Botánico, y ya nos dirigimos a devolverlo a Franklin St, una de las oficinas de Avis en la ciudad. Nos fuimos despidiendo de alguno de los sitios más emblemáticos de la ciudad:
Una vez devuelto el coche, en el que por cierto nos metieron un palo, al pecar de pardillos, por no devolverlo con el depósito lleno (3,5 AUD/litro). Aparte nos quisieron colar algunos extras, que no venían claros en el contrato que nos mandaron desde VroomVroomVroom, la página con la que habíamos contratado el coche. Tras protestar un rato, nos cobraron
algo más de lo que pensábamos, pero no tanto como nos pedían al principio. En general, en esto de alquilar coches, siempre te sale más caro de lo que pensabas…. Tened cuidado y revisad la factura bien al final, para que no os la líen.
Habíamos elegido la oficina de Avis de Franklin St porque quedaba cerca del Queen Victoria Market, un mercado cerrado bastante famoso allí y con muchos puestos. Compramos algo de embutido para futuras comidas y aprovechamos para comer en el food court que hay allí. Lo hicimos en un griego pero no nos gustó demasiado. Pedimos un Souklavi (10 AUD) y un
Mushroom Chease Bread (9,5 AUD). La comida la arregló un trozo de tarta de chocolate (5,5 AUD):
Desde ahí fuimos a la zona de St Paul’s Cathedral, dando un paseo y buscando alguna tienda de souvenirs, ya que no habíamos comprado nada todavía, y pensábamos que en Kangaroo Island, no iba a haber muchas tiendas. Por fin encontramos una, y procedimos a las compras de rigor. Caminando nos topamos con la biblioteca State Library of Victoria:
Ya no nos quedaba mucho más por hacer. Teníamos contratada la ida al aeropuerto con el SkyBus, que te recogían gratuitamente desde el hotel hasta Southern Cross Station , y desde ahí ya cogías el SkyBus hasta el aeropuerto de Tullamarine. Para que te recojan en el hotel, hay que avisar a los de recepción y ya ellos se encargan de hablar con Skybus para decirles la hora a la que quieres que te recojan. El precio es de 19 AUD/persona y tardamos en total en llegar al aeropuerto como una hora y media desde el hotel (pedimos el transfer a las 17:00 y llegamos antes de las 18:30). Decidimos ir con tiempo ya que en Melbourne puedes encontrar bastante atasco al ir al aeropuerto.
A las 20:00 salía nuestro vuelo de Virgin con destino Adelaida. Dejábamos atrás Melbourne, ciudad que nos gustó más que Sydney (con la que mantiene bastante rivalidad), aunque para mucha gente es al revés. Ya nos pasó en Rusia, que nos gustó mucho más Moscú que San Petersburgo… pero para gustos colores.
En una hora llegamos a Adelaida. Cogimos un taxi hasta el hotel Hilton Adelaide. Se trata de un hotel muy céntrico, a 5 minutos de la estación de autobuses desde donde sale el bus que lleva a Cape Jervis (y de aquí el ferry a Kangaroo Island). Como teníamos que estar a las 06:45 en la estación de buses, decidimos un hotel que estuviera muy céntrico,
y el Hilton estaba bastante bien de precio. De lejos, el mejor hotel que estuvimos en el viaje (aunque sólo fuera para unas horas):
Tan sólo dimos una minivuelta por Adelaida, nos acercamos a la Catedral de San Francisco Javier, que estaba a tiro de piedra del hotel, y bastante bonita iluminada por la noche:
En la misma plaza del hotel había otro par de edificios interesantes, la Oficina Postal (General Post Office) y el Juzgado (Magistrates Court):
Nos fuimos pronto a dormir, porque como no, al día siguiente tocaba madrugón para estar a las 06:30 en la estación de buses. Estábamos muy cerquita del final del viaje.
Ya sólo nos quedaba la etapa de Kangaroo Island. Una isla preciosa que recorrimos por libre en coche de alquiler y que nos mereció la pena completamente. Os lo contamos en la próxima y última entrada de este viaje a Australia.
He disfrutado leyendo vuestro relato de Melburne: bien escrito, con mucha información, útil para cualquier viajero que se aventure visitar el novísimo continente. Os felicito y seguiré leyendo vuestros «pinchazos» al globo.
Gracias, jóvenes viajeros.
Muchas gracias Juan, ¡se agradecen tus bonitas palabras!. Nos alegramos que te gustara el relato de Melbourne, una ciudad muy animada, en la que hubiéramos estado algún día más para disfrutar de toda la oferta de restauración que ofrece.