Ruta a la Cascada de Rovellanos (o de Matallana) y Puentes Medievales (Canencia)

A finales de Junio de 2021, recién comenzado el verano, visitamos una de las cascadas más desconocidads y poco transitadas de la Comunidad de Madrid: la Cascada de Rovellanos, también llamada Cascada de Matallana, en una ruta corta pero exigente, desde el pueblo serrano de Canencia. La ruta la completamos visitando dos puentes medievales que se encuentran a las afueras del propio pueblo de Canencia: el Puente Canto y el Puente de las Cadenas.

Ruta a la Cascada de Rovellanos y Puentes Medievales

7 KM2H 30′Media/Alta>12 añosNoNoNo
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Nota: Esta ruta (.gpx) está sacada a partir de las fotos que hice durante la misma, ya que desconocía en ese momento la existencia de aplicaciones para grabar rutas. Es por eso que hay pocas coordenadas, pero la subo por si a alguien le pudiera ser de ayuda.

Para comenzar esta ruta que os propongo en Canencia, nosotros dejamos el coche justo al lado de la Ermita del Santo Cristo, aunque se puede aparcar muy fácilmente en cualquier lugar del pueblo.

El punto para comenzar la ruta a la Cascada de Rovellanos es el final de la Calle de la Barrera (continuación de la calle del Doctor Vázquez Añón). En Google Maps no está marcado ningún sendero, en Maps.me sí. Además como siempre, llevaba marcada algunas rutas de wikiloc para seguir más fácil el camino.

Antes de comenzar la ruta paramos en un par de puntos de interés que pillaban de camino:

Ermita del Santo Cristo

Construida a mediados del S. XIX, según el catastro del Marqués de la Ensenada.

De planta cuadrangular, sus muros son de sillería de granito. Tiene una doble entrada formada por dos arcos de medio punto y una cubierta a cuatro aguas en teja de cerámica roja, todo desarrollado en una sola planta.

Está construida en honor de la Virgen Nuestra Señora Santa María del Castillo, siendo tradicional que una vez al mes se celebre aquí una misa en recuerdo de las generaciones pasadas:

Ermita del Santo Cristo, Canencia, Madrid, España

Potro de Herrar

Es la construcción más típica de los municipios de la Sierra Norte de Madrid, seña de su tradición ganadera. Su origen se remonta a la Edad Media y algunos de ellos se han venido utilizando hasta bien entrado el S XX. El potro era utilizado por los vecinos para inmovilizar a los animales y así herrar a las caballerías y practicarle determinadas curas al ganado:

Potro de Herrar, Canencia, Madrid, España

Justo al lado del potro de herrar, se encuentra este carro, para terminar de atestiguar el pasado ganadero de Canencia:

Carro, Canencia, Madrid, España

Ruta a la Cascada de Rovellanos

El principal motivo de realizar esta ruta es alcanzar la Cascada de Rovellanos (también conocida como Chorrera de Matallana), ubicada en la umbría de Cabeza Braña, a unos 2’5 km de la población de Canencia.

Salimos desde el final de la Calle de la Barrera, desde este punto ir a volver a la cascada son 5 km y unas 2 h de duración ida y vuelta. Lo primero que me gustaría decir es que no es una ruta recomendada para niños pequeños, yo la hice con una niña de 3 años y hay parte bastante complicadas para hacer con ellos, especialmente bajar a la Presa del Batán.

La ruta la realicé un sábado de finales de Junio, y aunque la cascada sí tenía agua, el camino hasta llegar a ella es continuamente en subida y el sol atiza que no veas, y la ruta carece por completo de árboles altos, asi que no hay sombra. Si haces la ruta en esta época, aconsejo llevar bastante agua y gorra.

Creo que el calor y llevar la niña a hombros hizo que la ruta fuera más dura de lo que me esperaba, a pesar de que la distancia es bastante corta.

La ruta la comenzamos a las 10:20, en seguida, abandonando el pueblo por la Calle de la Barrera, nos encontramos con esta valla abierta:

Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España

El camino de esta primera parte es ancho y muy sencillo de seguir, son unos 500 metros y 5′ hasta llegar al puente que cruza sobre el Río Canencia (o Arroyo del Batán):

Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España
Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España

Éste es el puente que cruza sobre el Río Canencia:

Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España
Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España

Una vez cruzado el río, se empieza a animar la cosa, hay que ir por mitad del monte en un camino bastante difuso, no hay que seguir el camino que va muy cerca del río, sino ir como a media altura. Esta es una foto tomada de espaldas, el río está donde los arboles de la izquierda y no hay que ir por ese camino que se ve, sino ir, como digo a media altura:

Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España
Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España
Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España

El sendero está marcado (bastante difuso), pero es muy estrecho, y es continuamente en ascenso, pedregoso y con el sol atizando desde primera hora de la mañana:

Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España
Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España

Este camino son unos 500 metros y otros 10 – 15′, hasta que se llega arriba a un camino que enlaza con una vía pecuaria:

Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España

Estos pinos marcan el enlace con la vía pecuaria, que hay que seguir unos 150 metros hasta coger el desvío que va a la Presa del Batán:

Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España
Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España

El desvío se toma en una curva de la vía pecuaria, viniendo por la parte derecha de la foto, hay que ir por el camino de la derecha, que va en bajada, si siguieramos por la vía pecuaria ya nos lo habríamos pasado:

Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España

Presa del Batán

Desde el desvío, nuestro siguiente objetivo es la Presa del Batán, la cual se encuentra unos 5′ y 280 m, y que ya se adivina en mitad de la imagen de abajo:

Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España

Parece que va a ser fácil seguir la ruta, hay que cruzar la presa por la pasarela, pero al llegar te das cuenta que hay un pequeño gran problema. Desde arriba no parece que sea muy problemático bajar, ¿verdad?:

Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España

Pues bien, esta es la «pared» que hay que bajar (y a la vuelta subir), para alcanzar la pasarela de la presa:

Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España

La parte fácil es cruzar la presa por la pasarela, aunque no inspire demasiada confianza:

Presa del Batan, Canencia, Madrid, España
Presa del Batan, Canencia, Madrid, España
Presa del Batan, Canencia, Madrid, España

Nada más cruzar la presa hay que ir hacia la izquierda. La foto de abajo está tomada a la vuelta.

Lo que te espera al final de la presa es un montón de zarzas, mis piernas al día siguiente dan fe de ello. Hay bastante vegetación y es fácil desorientarse, aconsejo llevar alguna ruta de wikiloc descargada en el móvil o el propio Maps.me marca bastante bien el sendero:

Presa del Batan, Canencia, Madrid, España

Cascada de Rovellanos

El sendero hasta la cascada sigue sin estar bien marcado del todo, es en ascenso contínuo y es más o menos todo el camino que queda hasta la cascada como en las siguientes fotos, con partes más pedregosas:

Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España
Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España
Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España

Abajo de la zona por la que transitamos, fluye el Arroyo de Matallana, con nacimiento a orillas del Collado Abierto,y justo antes de llegar a la Chorrera de Rovellanos. conforma una serie de saltos de agua:

Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España
Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España
Ruta a la Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España

Desde la Presa del Batán hasta la Cascada de Matallana, hay unos 600 metros, pero en ascenso, con el camino difuso, algunas zarzas y nada de sombra, tardamos unos 20-25′ en llegar a los pies de la cascada , aunque supuestamente se tarda menos.

Justo en una zona más sombría y tras cruzar fácilmente el Arroyo de Matallana, aparece ante ti la recompensa de la Cascada de Rovellanos (1.360 m. de altitud), una cola de caballo de 8 m., que forma el arroyo al caer sobre una poza rodeada de sauces, fresnos y rosales silvestres:

Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España

Es una cascada muy bonita y poco transitada, de hecho no me crucé con nadie para llegar allí y sólo con una pareja a la vuelta que iban a ver la cascada:

Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España

Esta zona a la sombra, con vistas a la cascada, está perfecta para reponer fuerzas, sobre todo hidratarse, porque la subida me había dejado un poco tocado:

Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España

Llegamos a la cascada a las 11:30, así que tardamos 1h 10′ en completar el recorrido:

Cascada de Rovellanos, Canencia, Madrid, España

Por aquí os dejo un vídeo de la zona de la cascada:

Después del confinamiento y durante toda la pandemia, me ha dado el punto por visitar cascadas en Madrid, si quieres ver alguna más, tengo un post dedicado a ellas. Y otro de cascadas por el mundo.

Esta ruta no es circular, así que a la vuelta, toca desandar todo el camino. Lo bueno es que es de bajada y ya te conoces un poco la zona. Salimos a las 11:50 de la cascada, y llegamos a las 12:40 a Canencia. Es decir, que ir y volver de la cascada tardamos 2h + 20′ de picnic. Lo peor de la vuelta es subir la pared al pasar de nuevo la Presa del Batán, se puede hacer bien con cuidado, yo contaba con la desventaja de ir con una niña de 3 años. La verdad que no recomendaría la ruta con niños pequeños, más bien preadolescentes.

Acabé con el pantalón roto, no sé si porque ya estaba viejo o por las zarzas, pero aparecí triunfalmente con la niña a hombros y enseñando medio calzoncillo. Menos mal, que no había mucha gente.

Como todavía me quedaban algo de fuerzas, completé la ruta visitando un par de puentes medievales muy bonitos que están en el propio pueblo, a las afueras. Desde el lugar donde aparcamos, se pueden visitar ambos en unos 30′:

Puentes Medievales

Puente Canto

Se encuentra localizado en las cercanías del cementerio municipal y al lado de un área recreativa.

La construcción se fecha entre los S. XIV y XV, y tiene como característica principal que sus dos ojos son asimétricos. Se conserva en muy buen estado y recuerda la vieja ruta que se dirigía hacia Rascafría, jalonada de puentes de características similares, como el el de Matafrailes (a las afueras de Canencia) o el del Congosto, en el término municipal de Lozoya, a unos 10 Km:

Puente Canto, Canencia, Madrid, España

El Puente Canto salva el arroyo Canencia, que discurre bajo el arco mayor. Está construido en mampostería, excepto contrafuertes y estribos, donde se utilizaron fuertes sillares. Entre la junta de los dos arcos asimétricos se ubica un mirador, reforzado por la presencia de un contrafuerte semicónico de sillería para contrarrestar la fuerza de las crecidas del arroyo, sobre todo las de otoño, y las de primavera, a consecuencia del deshielo. Es citado, como su homónimo lozoyano, en el libro de montería de Alfonso XI (siglo XIV), y hasta 1991 se utilizó como vía de tránsito de ganado y uso peatonal. Actualmente se usa para estos menesteres un puente nuevo paralelo:

Puente Canto, Canencia, Madrid, España

La vegetación de ribera, que crece junto al arroyo de Canencia se compone en este punto de alisos, fresnos, chopos y algún que otro olmo, circundados por un sotobosque compuesto de zarzas, majuelos, endrinos y rosales silvestres.

Puente de las Cadenas

A 15’ del puente Canto, se encuentra, adyacente a un viejo molino harinero reconvertido en vivienda, el puente de las Cadenas, aguas arriba del arroyo Canencia. Es también una construcción medieval, posee un solo ojo y está suavemente apuntado. Su perfil, como el de Puente Canto, es de “lomo de asno”. El arco se construyó con lajas de piedras delgadas, bastas y poco trabajadas. Está rodeado de abundante vegetación de ribera. Debido a su escasa anchura, sólo puede ser cruzado por peatones y caballerías. Su estado de conservación es solamente aceptable, pero mantiene la belleza de lo sencillo, a la par que puede ser calificado de una obra muy tosca:

Puente de las Cadenas, Canencia, Madrid, España

Los molinos harineros que acompañan en muchas ocasiones a los puentes no solo de esta área, si no en general, tuvieron un uso importante debido a la vocación agropecuaria de Canencia, donde llegaron a existir hasta cuatro molinos. Se localizaban en los alrededores de los pueblos, junto a arroyos y torrenteras, que proporcionaban la fuerza necesaria para mover la rueda del molino con aspas que acababa por dar movimiento a la piedra de moler, triturando el grano para obtener harina.

 

Publicado por

fmarquezarroyo

Nací en la genial cosecha de 1981. Soy el planificador de la pareja (quizás tenga que ver que soy Informático y algo cuadriculado). Me gusta llevar todo bien atado para evitar sorpresas. Soy bastante robótico cuando salgo de viaje: puedo dormir pocas horas, no sentir las inclemencias del tiempo o patear muchos kilómetros, con tal de no dejarme cosas sin ver. No me gusta repetir ciudades con tantos sitios por descubrir... Cuando no estoy pensando en viajes (vivo en un wanderlust contínuo), me gusta ir al gimnasio, leer (fantasía y ciencia ficción, sobre todo) y jugar a las cartas (mus, tute, poker ... no por nada me llaman Timbas).

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