En Noviembre de 2023, realicé este pequeño paseo por el Área Recreativa de La Cabilda, en Hoyo de Manzanares, donde se puede contemplar de forma libre, gratuita y sin horarios, el Yacimiento visigodo de La Cabilda:
Índice
Parque y Yacimiento visigodo de La Cabilda (Hoyo de Manzanares)
| 1’73 KM | 30′ | Muy Baja | 14 M. | Todas | Sí | Sí | Sí |
Parking
Para realizar este pequeño paseo, se puede dejar el coche fácilmente en las plazas de aparcamiento que hay enfrente de la Funeraria de Nuestra Señora de los Remedios. Se encuentra en las proximidades del Cementerio Judío y del Cementerio Municipal:
Una vez estacionado el coche, pasado este parking a la izquierda, hay una barrera que impide el paso de vehículos y unos metros más adelante ya se encuentran indicaciones para acceder al Yacimiento arqueológico de La Cabilda, el cual se hace con un camino por el que se puede ir hasta con carrito de bebés:
El entorno en el que se encuentra el yacimiento es muy bonito, con la sierra de Hoyo, justo detrás:
Antes de iniciar el recorrido del yacimiento, contempla el paisaje a tu alrededor e imagina que estás aquí en el S.VII. La vegetación de encinas, pinos y monte bajo era mucho más frondosa hacia todos los puntos cardinales. Abundaban los osos, ciervos, jabalíes, lobos y pequeños animales. Por ello este lugar forma parte de lo que siglos después fue un enorme territorio real de caza, llamado el Real de Manzanares:
Yacimiento visigodo de La Cabilda
La Cabilda es el yacimiento arqueológico más importante descubierto hasta la fecha en el término munícipal de Hoyo de Manzanares, Se trata de los vestigios de una pequeña aldea hispano-visigoda que probablemente estuvo habitada entre los S. VI y VIII d.C.
El acceso al Yacimiento es libre, sin coste, ni limitaciones de horario. En el interior del recinto encontrarás atriles informativos que te ayudarán a interpretar los restos arqueológicos existentes y a conocer, a través de ellos, cómo vivían los vecinos de esta primitiva aldea.
Si estás interesado en realizar visitas grupales con guía, o bien para obtener mas información, puedes contactar a: turísmo@hoyodemanzanares.es. Yo de hecho, al terminar la visita por libre, me encontré con un grupo de unas 20 personas que estaban haciéndola:
El asentamiento constaba de unas 20 construcciones diseminadas por el terreno que no presentan una trama urbana definida, al abrigo de la Sierra de Hoyo al norte y dominando el espacio de la vega madrileña hacia el sur:
En muchos casos se aprovecharon los afloramientos rocosos naturales existentes en el paraje. Las estructuras, de planta rectangular, estaban constituidas por muros de piedra colocada sin mortero y tenían cubiertas de tejas, de las que se han encontrado numerosos restos durante las excavaciones. La mayor parte de las construcciones corresponden a ámbitos domésticos en los que se desarrollaba la vida cotidiana de los habitantes de la aldea:
Las casas de la aldea eran sencillas y construidas con los materiales que les proporcionaba la Sierra y que ellos transformaban, piedra de granito para los muros a doble cara, madera para las estructuras de los tejados y tejas de barro, con marcas realizadas con los dedos o con «peines» sobre el barro fresco. Los suelos eran de tierra con algunas losas de piedra en los puntos más bajos:
Las actividades diarias de los habitantes de la aldea se conocen a través de los objetos cotidianos, o fragmentos de los mismos, encontrados por los arqueólogos y voluntarios en las sucesivas excavaciones. Los molinos de mano, para moler bellotas y grano, el hogar, que aportaría calor y luz dentro de las casas, además de servir de cocina, junto con el horno. El yesquero, formado por un eslabón de hierro y una piedra de sílex o pedernal, con los que hacer chispas para prender la paja. La carda y lana y la piedra de huso nos hablan de la cría de ovejas o cabras y el aprovechamiento de la lana para tejer su ropa.
Los visigodos fueron un pueblo reconocido por el trabajo con la piedra, los metales y en especial la orfebrería, que han dejado en lo que hoy es España hermosos tesoros como prueba de ello:
Entrando al yacimiento, si sigues de frente hasta el mural pintado por el artista local, Joaquín Vila («Juako»), que recrea este asentamiento visigodo en el S. VII:
Y luego giras a la izquierda, llegarás a un acceso al Cementerio Municipal, en el que hay un portón cerrado con candado, si te asomas puedes llegar a vislumbrar una tumba antropomórfica, del estilo a las que puedes visitar en la Necrópolis medieval de Sieteiglesias:
Las ciudades visigodas sufrieron enfermedades contagiosas masivas como la peste, de la que seguramente en este asentamiento se libraron al estar en un núcleo más sano y alejado.
Los ritos funerarios visigodos, situaban los enterramientos cerca de las casas o de los lugares de culto y usaban varios tipos de sepulturas. Unas veces eran fosas excavadas en el suelo y en muchos casos forradas de lajas de piedra y otras, sepulcros tallados en afloramientos rocosos con diferentes formas, que cubrían después con losas de piedra, Los enterramientos de esta época solían orientarse con los pies al Este y la cabeza al Oeste, siguiendo la costumbre cristiana.
Mantienen creencias cristianas de una iglesia primitiva, escindida durante un tiempo de la iglesia católica de Roma, al tiempo que creen en otros espíritus protectores tradicionales que se han traído en su largo viaje desde el Norte de Europa hasta la Península Ibérica.
Parque La Cabilda
Una vez visitado el yacimiento, puedes pasar algo de tiempo explorando los alrededores, en el llamado Parque La Cabilda, donde hay numerosas mesas de picnic:
Respecto a las áreas infantiles, me pareció bastante pobre, ya que sólo encontré un columpio y un tobogán (y en zonas diferentes). Puede ser que hubiera alguno más desperdigado en alguna zona que dejara sin investigar. Como iba con mi hijo pequeño, lo arreglamos sacando la bici del coche, ya que hay bastante zona para pasear:
También hay una fuente de piedra bastante hermosa, por los alrededores:
Una vez regresado al coche, descubrirás que estás lado del cementerio judío y del cementerio municipal (cristiano), que junto al cementerio visigodo, hacen que se concentren en muy pocos metros, las costumbres y ritos funerarios de tres culturas.
Cementerio Judío
Es un cementerio privado, pero yo me encontré la puerta abierta y ningún cartel que prohibiera el paso, así que le eché un vistazo rápido. Si te fijas en las tumbas, los judíos dejan piedras en lugar de flores:
Cementerio Municipal
Al lado del cementerio judío, se encuentra el cementerio municipal, y me dio la sensación que llegando hasta el final, seguramente se tuviera acceso a la tumba antropomórfica visigoda de la que hablé antes. Me quedó pendiente de comprobar si se podía acceder:
En resumen, una visita instructiva para aprender como vivieron nuestros antepasados visigodos en la sierra de Madrid, que puede completarse haciendo uso del Área Recreativa de La Cabilda.
