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DIA 11: MARTES 25 JUNIO 2019: RIJEKA – PULA – ROVINJ
Rijeka – Pula (110 KM, 1h 30′)
Después de desayunar en Rijeka, en la animada calle Korzo y dar una pequeña vuelta por la ciudad, pusimos rumbo a Istria, la mayor península del mar Adriático.
Pula
Aparcamos en el parking Karolina (Trg Nimfeja bb) que está justo al lado del anfiteatro. Es de pago, pero nada escandaloso, y la ubicación es inmejorable.
Pula Arena (Flavijevska ul)
Horario: 08:00 – 21:00, Precio: 50 kn
Es el principal atractivo de la ciudad y uno de los monumentos más famosos del país. Está muy bien conservado (data de la época de Augusto y Vespasiano en el S. I, siendo su construcción contemporánea a la del Coliseo de Roma), y llegó a albergar durante sus espectáculos de gladiadores a 20.000 personas. De hecho, es uno de los anfiteatros romanos más grandes (el sexto) y mejor conservados del mundo. Su planta es elíptica, siendo el eje mayor de 130 m. de longitud, y cuenta con 72 arcos:
En la Edad Media fue empleado para torneos medievales y ferias de caballeros y hoy es la sede del llamado Festival de Verano: donde se celebran óperas, festivales, conciertos, etc. La vía que lo unía a la vieja ciudad romana era conocida como la Vía Flavia. Fue construida también durante el mandato del emperador Vespasiano.
Nosotros nos conformamos con verlo desde fuera, ya que la verdad se aprecia perfectamente desde la calle, y rodeandolo te puedes llevar una muy buena idea de cómo era:
Catedral de la Asunción de María (Trg Svetog Tome 2)
Construida en 1640, está ubicada en la calle principal de la ciudad (antigua Vía Flavia) que unía el Anfiteatro al Foro. Fue construida sobre las viejas catacumbas en la que los cristianos se refugiaban durante la época de su persecución (hasta el s. IV). A partir del s. V adquirió su forma actual.
A principio del s. XVI se le añade una nueva fachada renacentista, y fuera de la iglesia, un campanario en el S. XVII, utilizando bloques del anfiteatro:
Foro, Templo de Augusto y Ayuntamiento (Forum b.b)
El Foro fue el núcleo de la vida de la ciudad: su centro religioso, administrativo, legislativo y comercial. Hoy en día, de hecho, es la principal plaza de la ciudad. Aquí se construyeron dos templos gemelos dedicados a Augusto y Diana. Solamente queda en pie el templo de Augusto, mientras que del de Diana solamente queda la pared trasera, sobre la que siglos después se construiría el Palacio Comunal (actual Ayuntamiento) en el S. XIII:
El templo de Augusto fue construido entre el año 2 a.C. y el 14 d.C. En la WWII, fue bombardeado y destruido totalmente, siendo reconstruido entre los años 1945 y 1947, albergando hoy en día una importante colección de relieves y esculturas de piedra y bronce.
Iglesia de Santa María Formosa
Es una de las dos capillas construidas en el S. VI como parte de una abadía benedictina. El suelo y las paredes fueron adornados con mosaicos, algunos de los cuales se conservan en el Museo Arqueológico de Istria:
Mosaico Romano (S. II – III) “El Castigo de Dirce” (Sergijevaca 18)
El lugar donde se encuentra este mosaico es bastante rebuscado de encontrar. Si llegas hasta la iglesia de Santa María Formosa, es que vas bien.
Durante los bombardeos que se sucedieron en la ciudad durante la WWII, salieron a la luz una serie de mosaicos pertenecientes a viejas casas romanas. El más impresionante es el que presenta la escena mitológica del castigo de Dirce, en el que Aphion y Zeus están atando a Dirce a un toro como castigo a la envidia de Dirce y la crueldad con su madre Antiope. Esta escena está representada en el centro de la composición del mosaico (12 m x 6 m):
En épocas pasadas, la ciudad estaba rodeada por una muralla con hasta diez puertas. Sin embargo en el S. XIX, su valor defensivo era irrelevante y condicionaban la expansión de la ciudad, por lo que se decidió derruir la mayor parte de ellas. Afortunadamente, hoy en día, se pueden disfrutar todavía de algunas de ellas:
Arco del Triunfo de los Sergios (Zlatna Vrata)
Fue eregido entre los años 29 y 27 A.C. por la familia de los Sergios, en honor de tres miembros que llegaron a ostentar cargos importantes en la ciudad. También se llamaba Zlatna Vrata (Puerta Dorada), por su rica ornamentación.
El arco fue construido en estilo corintio con fuertes influencias helenísticas y de Asia Menor. La calle adyacente es actualmente una zona de compras y la plaza actual donde se ubica el arco un importante punto de encuentro para actos culturales y espectáculos en la ciudad:
Puerta de Hercules (Herculova Vrata) (Giardini 5)
Está situada entre dos torres probablemente de origen medieval. En el lugar donde estaba el arco dañado, se preserva la talla de Hércules. Cerca del mismo hay una inscripción dañada, que contiene los nombres de dos funcionarios romanos, a quienes el senado romano había confiado el deber de crear una colonia romana. Así, se ha llegado a saber el año de fundación de la ciudad (entre el año 47 y 44 A.C):
Arco doble (Dvojna Vrat)
Las puertas gemelas, llamadas así por los dos arcos a través de los cuales se entraba a la ciudad vieja, fueron construidas entre los S. II y III. Hoy en día conducen al Museo Arqueológico y al Castillo:
Pula – Rovinj (36 KM, 42′)
Una vez conocida Pula, pusimos rumbo a Rovinj, una encantadora localidad croata, ya muy cercana a Eslovenia. Nos alojamos en los Apartments Jaklin (Niccoloa Tommasea 13A), con parking privado y a 15 minutos andando del centro de Rovinj. La casa es muy grande, y vive allí una familia con una niña pequeña. Totalmente recomendable.
Rovinj
Playa Porton Biondi
Fuimos aquí como recomendación de nuestra casera, como sitio agradable de playa para ir con la niña que estuviera cerca. Sabíamos que Rovinj se vería rápido, así que pasamos un ratito en esta playa, con unas vistas privilegiadas al casco antiguo de Rovinj:
No te olvides las cangrejeras, porque prácticamente todas las playas de Croacia tienen un acceso al agua a través de piedras, más o menos molestas dependiendo de tu sensibilidad en los pies. Eso sí, el agua siempre limpia y cristalina:
El casco antiguo de Rovinj está construido sobre una pequeña península, un espacio muy limitado para acoger el aumento de la población que se experimentó en los S. XVII y XIX. Esto explica su típica arquitectura: casas estrechas y apiñadas, callejones, pequeñas plazas y sus curiosas chimeneas.
Probablemente fue uno de los pueblos más bonitos que conocimos en el viaje, no por sus monumentos, sino por su aire decadente, sus fachadas de colores o su colada en las cuerdas. Os recomendamos recorrerlo al atardecer, para evitar las horas de más calor del día, ya que lo suyo es pasearlo con calma.
Arco Balbi (Balbijev luk) y Plaza Tito Marsala (Trg Marsala Tita)
El Arco de Balbi, una de las entradas originarias de la ciudad antigua, te lleva a la calle principal, Grisia. Entre los intrincados tallados que coronan el arco, se puede ver el escudo de armas de la familia Balbi y el león alado de San Marcos, símbolo de la ciudad de Venecia.
El arco se ubica en la Plaza Tito Marsala, que debe su nombre al exdictador de Yugoslavia Josip Broz Tito, que ostentó el poder desde 1944 hasta 1980. La plaza da directamente al puerto, y es una zona muy animada de día y de noche (durante nuestra estancia hubo un festival de baile):
Piazza Matteoti
Preciosa plaza que se abre nada más cruzar el Arco de Balbi, las pintorescas y decadentes fachadas de colores le dan un toque muy especial:
Calle Grisia
Siguiendo esta calle todo cuesta arriba, se llega hasta la Iglesia de Santa Eufemia. Merece la pena perderse también por las singulares calles aledañas, sin rumbo fijo. Aviso si vais con carrito (como nosotros) que hay un montón de escaleras y se hace bastante incómodo (aunque son mucho peores las de Dubrovnik o Sibenik). El único consejo de disfrutar de las calles y estar atento con los cinco sentidos:
Iglesia de Santa Eufemia
Horario: 10:00 – 18:00, Precio: campanario: 20 kn
Es un enorme edificio barroco (1736), que alberga una tumba de mármol con los restos de la mártir Eufemia de Calcedonia (trasladados desde Constantinopla), patrona de la ciudad:
Lo más notable, es su gran torre de 60m, que imita al Campanile de San Marcos en Venecia:
La iglesia fue construida cuando Rovinj servía de baluarte para la flota veneciana. Esta tradición marina de la ciudad se puede comprobar visitando el Museo Batana (Obala Pina Budicina 2 ), el cual debe su nombre a las «batana«, antiguas barcas de madera tradicionales.
Frente a la iglesia, disfrutamos de un precioso atardecer, aprovechando que estabamos en uno de los puntos más elevados:
Después, fuimos a cenar al Mali Rak (Trevisol, 48), un sitio muy popular, donde tuvimos que esperar algo de tiempo hasta que nos dieron mesa. Al ser el pueblo tan bonito, no importaba dar un par de vueltas para hacer tiempo.
Tras la cena, fuimos de vuelta andando a los apartamentos. Había que descansar bien, porque mañana conoceríamos un nuevo país: Eslovenia, donde visitamos la bonita localidad costera de Piran, las sorprendentes Cuevas de Skocjan, para finalizar la jornada haciendo noche en Ljubljana, la coqueta capital eslovena, donde pasaríamos algunos días como base para conocer algo más del país.