Esta ruta combinada la realicé a primeros de Enero de 2022. Una buena ruta si no te apetece ir a la sierra o el tiempo no acompaña en esa zona.
Combina la visita a dos pueblos: Nuevo Baztán, más monumental y con el casco histórico más reducido y Olmeda de las Fuentes, el pueblo de los pintores, sin grandes monumentos, pero un pueblo muy diferente en Madrid, más bien tipo andaluz, de casas blancas y donde se respira la tranquilidad.
Es posible combinar la visita a ambos pueblos a pie, sin desplazar el coche, y además practicar un poco de senderismo. De Nuevo Baztán parte la Senda Valmores, y un desvío permite abandonar esta senda para llegar a Olmeda de las Fuentes, en ella podemos seguir la Ruta de los Pintores, para descubrir las casas donde han habitado numerosos artistas. Una vez visitado Olmeda, se retoma de nuevo la Senda Valmores, acometiendo la subida más dura del recorrido hasta que alcanzamos el parking en Nuevo Baztán:
Índice
Senda Valmores (Nuevo Baztán) y Ruta de los Pintores (Olmeda de las Fuentes)
10’5 KM | 2H 15′ | Baja | 219 M. | Todas | Sí | Sí | No |
Nuevo Baztán
Parking
Para realizar esta excursión de senderismo, dejé el coche en este parking gratuito de Nuevo Baztán. Es muy grande y no creo que encuentres nunca problema para dejar el coche aquí, aunque por el pueblo se aparca también bien:
Ya conocía Nuevo Baztán de otra visita anterior, así que no me demoré demasiado en sus monumentos, te dejo algunas fotos de los más interesantes. La ubicación exacta está marcada como waypoint en la ruta de Wikiloc.
Si te interesa entrar en profundidad, tengo publicado este artículo sobre Nuevo Baztán, donde se explican con todo detalle, los monumentos y la historia del pueblo :
Olmo Singular
Iglesia de San Francisco Javier
Palacio de Goyeneche
Fuente de los Tritones
Plaza del Secreto
Senda Valmores
Es una ruta circular de unos 5’6 km. de longitud, que se inicia y termina en el casco histórico de Nuevo Baztán. Está incluida en las sendas de la Comunidad de Madrid y está señalizada con flechas y balizas a lo largo de todo el recorrido:
En el primer tramo se aprecian cultivos y vegetación autóctona:
Incluso algún que otro tractor trabajando la zona:
Aunque la senda por la que se transita es pública, a izquierda y derecha hay bastantes señales de cotos privados de caza y fincas privadas, por lo que no hay que salirse del sendero:
Los «páramos o alcárrias» son la seña de identidad de estos paisajes de la zona sureste de la Comunidad de Madrid. En nuestro recorrido podremos observar como dos factores; erosivo, de origen medioambiental y antrópico, reflejo de los usos y tradiciones del hombre, han dejado su huella en el territorio:
La parte de la bajada al Arroyo de la Vega es la que me pareció más chula de toda la ruta:
Tanto a nivel de paisajes, como por el propio terreno, pedregoso y con un puntito más aventurero que la zona por la que acababa de pasar:
Para el descenso, hay dos caminos, el que no es el oficial, que acortas, pero la pendiente es mucho más pronunciada:
Y el oficial, que da más vuelta, pero es más accesible, yo me pasé de frenada y bajé un poco por el camino más complicado, hasta que me di cuenta que había otro camino más accesible y y volví a subir para cogerlo:
Una vez efectuado el descenso, llega una zona llana que me encontré con bastante barro, pensé que había sorteado todos los charcos hábilmente, pero cuando llegué el coche y vi los pantalones bastante embarrados, me di cuenta que no lo había sido tanto:
El camino sigue bastante llano y sencillo, en la ruta destacan cuatro puntos principales: el Batán de Valdeñigo, los Paredones de San Blas (lo siento, pero me los pasé de largo), las ruinas de la Fábrica de Gamuzas y el Mirador del Balconcillo:
Batán de Valdeñigo
Queda fuera de la ruta pero se puede apreciar los restos del batán, desde el camino según descendemos hacia el Arroyo de la Vega. Su función era la de golpear los paños de lana para eliminar las impurezas y alcanzar la consistencia adecuada. Los batanes tenían una estructura similar a la de los molinos:
Unos metros más adelante, hay un punto en el que hay que tener precaución, especialmente si vas con niños, ya que se cruza la M-219, por la izquierda hay buena visibilidad, pero a la derecha hay una curva cerrada. En cualquier caso, es sencillo:
Fábrica de Gamuzas
Su existencia fue efímera, de 1715 a 1722. Sólo queda la estructura en forma de rectángulo de lo que en su momento fue el edificio original:
Aquí se trabajaban y curtían las pieles con las que se fabricaban distintas prendas y accesorios del uniforme militar de la época: calzones, ajustadores de ante, bandoleras. portafrascos, …:
Nada más pasar la Fábrica de Gamuzas, se encuentra un desvío que no es muy evidente, pero en el que abandonas la ruta y permite llegar a pie a Olmeda de las Fuentes.
Primero se atraviesa la M-219 por un tunel subterráneo y se sigue por un camino que pica un poco hacia arriba:
Desembocas en otra carretera y parece que vas a tener que seguir por ella para llegar al pueblo, pero si te fijas hay un senderito, que es el que hay que tomar para evitarte el asfalto (y el peligro correspondiente):
Siguiendo ese senderito apareces en uno de los extremos de Olmeda de las Fuentes, para no mezclar ambos relatos, voy a proseguir con la Senda Valmores, pero aquí iría toda la parte de la Ruta de los Pintores, hasta que ya se abandona Olmeda de las Fuentes, y otro tunel subterráneo diferente al anterior que hemos cogido, nos lleva de nuevo a la senda:
Esta última parte es la más dura de la Senda Valmores, tiene una inclinación considerable, aunque tampoco nada espectacular. Como me habían regalado unos palos de trekking, los estrené en este trozo, creo que subí más rápido con ellos y me cansé menos que si hubiera ido sin ellos. De todas formas me veo muy patoso con los palos, supongo que con el tiempo irá más rodado e iré pillando técnica:
Una vez superado el repecho se llega al ultimo highlight de la ruta, el Mirador del Balconcillo:
Mirador del Balconcillo
Está situado en el último tramo de la subida de regreso a Nuevo Baztán. Su orientación es este y nos permite contemplar las parameras, laderas y barrancos, y fondo de valle plano por donde discurre el Arroyo de la Vega que hay frente a nosotros, con la población de Olmeda de las Fuentes al fondo.
Este paisaje es el resultado combinado de los procesos erosivos provocados principalmente por el clima y la acción de la actividad agrícola en el territorio:
Desde este punto seguiremos ascendiendo, a nuestra izquierda dejamos un olivar y en solo unos 200 metros más retornamos al núcleo urbano de Nuevo Baztán y al parking donde hemos dejado el coche, dando por finalizada la ruta:
Olmeda de las Fuentes
Se ubica dentro de la comarca de Alcalá de Henares y próximo a la provincia de Guadalajara, en la conocida como Alcarria madrileña. Cuenta con una población de unos 300 habitantes:
El 22 de agosto de 1564, reinando Felipe II, Olmeda adquiere la categoría de villa por privilegio real separándose de la jurisdicción alcalaína y quedando bajo su propia potestad, cualquier cuestión referente a su gobierno y administración:
Se trata de un bonito pueblo de casitas blancas encaladas, que ha atraído a numerosos artistas, pintores e intelectuales, principalmente desde la decada de los 60 del siglo pasado, cautivados por la paz que se respira y la belleza de sus paisajes.
Existe un paseo llamado la «Ruta de los Pintores» que permite conocer las casas donde viven o han vivido muchos de ellos, con una pequeña explicación biográfica. Recomiendo pasarse por el Ayuntamiento, porque aunque esté cerrado, tienen folletos en la puerta con la localización de las casas.
El pueblo se articula entorno a 3 plazas: Plaza de la Villa, Plaza del Olmo y Plaza de Pedro Páez. Las casas de los pintores se ubican en los alrededores de estas plazas, así que lo mejor es dejarse llevar y recorrer tranquilamente sus calles, descubriendo lo bien cuidado que está el pueblo y numerosos detalles en las casas.
Plaza de la Villa
Es el centro económico, cultural y administrativo del municipio (Mercado, Casa de Cultura y Ayuntamiento):
Plaza del Olmo
Es la plaza en la que se encuentra la Iglesia de San Pedro Apóstol. Lo que más destaca es un fabuloso mirador sobre las casas del pueblo y parte del paisaje circundante:
Iglesia de San Pedro Apóstol
Se trata de una iglesia de origen románico (S. XIII) y en su interior se pueden apreciar obras de arte donadas por personas ligadas al pueblo:
Plaza de Pedro Páez
En 2014 se diseñó y se ejecutó esta plaza que homenajea la figura del olmedeno más ilustre: Pedro Páez, un misionero jesuita del S. XVI que se convirtió en el primer europeo en contemplar las Fuentes del Nilo Azul.
A través de una serie de hitos de acero, diseminados por el pueblo, se puede descubrir su biografía:
1564: Pedro Páez nace en La Olmeda.
1580: Pedro Páez ingresa en el Colegio das Artes de Coimbra, Portugal, y dos años después en los jesuitas de Belmonte, Cuenca.
1588: Pedro Páez viaja a la casa que los jesuitas tenían en Goa, India.
1589: En su primer viaje hacia Etiopía, Pedro Páez es capturado por los turcos y permanecerá 7 años de cautiverio.
1596: Felipe II paga el rescate que libera a Pedro Páez de su cautiverio de Dhofar, Omán.
1603: En su segundo intento, Pedro Páez logra entrar en Etiopía.
1607: Pedro Páez es nombrado asesor personal del emperador Susinios.
1618: Pedro Páez acompaña al emperador y descubre las fuentes del Nilo Azul.
1622: El emperador Susinios se convierte al cristianismo. Pedro Páez concluye su libro: ‘Historia de Etiopía’ y muere en Gorgora, donde se encuentra enterrado.
El Nilo Azul nace en el lago Tana, al norte de Etiopía. A este lago llegan unos 50 arroyos que se mezclan en sus aguas, A 32 km. hacia el sureste del lago Tana se pueden admirar las célebres cataratas del Nilo Azul.
Fuente del Chorrillo
Esta fuente, mencionada en 1576 como Fuente del Pilar, estaba fuera del casco urbano. En 1919, y con el fin de aprovechar mejor sus aguas, se trasladó su ubicación hasta el interior del pueblo, a la actual Plaza de Pedro Sáez:
Nogal Singular
Para los amantes de los árboles centenarios y ejemplares singulares, hay un nogal catalogado como árbol singular por la Comunidad de Madrid. Se encuentra justo al otro lado del pueblo, el acceso es a través de la Calle del Pintor Álvaro Delgado, número 19. En el track de wikiloc está marcado el waypoint, pero me costó encontrarlo. Estaba bastante pelado el pobre, pero aún sigue con nosotros:
Ruta de los Pintores
Este paseo permite acercarse a conocer la historia de algunos de los numerosos pintores que han encontrado inspiración en este bello pueblo:
José Vela Zanetti
Pintor castellano nacido en Milagros (Burgos) en 1913. Muralista de fama internacional, sus obras hablan de las gentes del mundo rural y de las raices castellanas por todo América y Europa. Reside en Olmeda desde 1963, al volver del exilio, hasta 1966. Fue miembro de la Real academia de Bellas Artes de San Fernando desde el 28 de abril de 1985, hasta 1999, año en que fallece en Burgos:
Alberto Moreno Balaguer
Llega a Olmeda entre 1963 y 1964. Director artístico de Iberia durante muchos años. Permanece en Olmeda hasta el día de hoy participando activamente en la vida cultural del pueblo. Su pintura tiene un aire vital, de verdadero volumen y una luminosidad extraordinaria:
María Francisca Temboury
En esta casa María Francisca Temboury montó su estudio y realizó parte de su obra, se instaló acompañada de Enrique Mapelli. Temboury estudió en su Málaga natal y ya en Madrid en el Círculo de Bellas Artes. Ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo y ha realizado numerosas exposiciones. Su obra se encuentra en Argentina, Irlanda, Dinamarca, entre otros muchos países:
Eugenio Fernández Granel
Nace en La Coruña el 28 de noviembre de 1912. Músico, escritor, escultor y, ante todo, pintor de prestigio internacional y figura destacada del movimiento surrealista. Adquiere esta vivienda a principios de los años 80, visitando desde entonces, asiduamente el pueblo, hasta su muerte acaecida en Madrid el 24 de octubre de 2001. Está enterrado en Olmeda:
Francisco San José
Nace en 1919 en Madrid. Perteneciente a la Escuela de Vallecas y discípulo de Benjamín Palencia, logró un estilo personal, «soñando a Castilla desde la Olmeda», haciendo síntesis del fauvismo, postismo y expresionismo. Llega a Olmeda, junto a su mujer, la también pintora Pilar Aranda, en torno a 1964, donde vivirán y pintarán hasta sus muertes en 1981 y 1986, respectivamente:
Joaquín Balseiro Cornejo
Llega a Olmeda junto a otras gentes del mundo intelectual relacionados con la Compañía Iberia, en torno a 1965. Sin ser pintor, por su acercamiento al resto del grupo, llegará a serlo, creando su propia realidad estética al margen de todo academicismo. Empieza a exponer en 1980. Ha pintado «como nadie los cielos de la Olmeda».
Recomiendo esta ruta, si estás interesado en descubrir dos bonitos y no especialmente conocidos pueblos de Madrid y le quieres sumar un paseo de senderismo que te haga hacer algo de ejercicio. Como digo a veces, no todo son rutas por la Sierra.