En otro de esos findes espectaculares que está haciendo en Madrid en Enero de 2022, realicé otra de las rutas de senderismo más clásicas: la subida al Monte Abantos, en la localidad de San Lorenzo de El Escorial.
En esta ruta se corona la cima del Pico Abantos (1.753 m) y es una ruta durilla para iniciados, más que por la distancia (12 km), por el desnivel (670 m.)
Durante la ascensión se visita la Cruz del Niño Pedrín, un monumento erigido a un niño asesinado en misteriosas circunstancias, a finales del S. XIX. Después continúa la subida, con unas vistas inigualables del Monasterio y del pueblo de San Lorenzo de El Escorial.
Una vez coronado el Pico Abantos y visitado su Caseta Forestal, la ruta se convierte en un cómodo paseo hasta el mirador de la Cruz de Rubens, otro lugar magnífico para admirar el Monasterio.
Después nos espera una prolongada bajada, en el que de vez en cuando aparecen algunas fuentes, en el que lllegamos a un último mirador, el Mirador de los Alerces, desde el que continuamos descendiendo hasta alcanzar el punto de partida, en las proximidades del Embalse del Romeral:
Índice
Monte Abantos: Cruz del Niño Pedrín, Cruz de Rubens y Mirador de los Alerces (San Lorenzo de El Escorial)
| 12’4 KM | 4H | Alta | 670 M. | > 15 años | Sí | No | No |
Parking
Para iniciar la ruta se puede dejar el coche en el Parking El Escorial Monte Abantos, pero yo lo dejé en la Carretera de la Presa, aunque me precipité un poco y podría haber arañado unos metros más aparcando más cerca del inicio de la ruta, ya que lo dejé un poco abajo de la calle, y es una calle con una buena pendiente, pero bueno así anduve un poco más.
Por cierto al pasar con el coche el pueblo de San Lorenzo del Escorial, para llegar a la calle donde aparqué, atravesé unas calles del estilo de las de San Francisco. En concreto, la calle Cañada Nueva, con una pendiente del 17% y alguna rampa del 28%. No apta para aquellos a los que se le cala el coche arrancando en cuesta.
La ruta comienza muy cerca del Embalse del Romeral, el cual sirve de referencia para dejar el coche en sus proximidades, ya que la ruta de hoy comienza aquí:
Subida a la Cruz del Niño Pedrín
El Monte Abantos toma su nombre del abanto, término que identifica al alimoche, que podían ser observados en esta parte de la sierra. En tiempos del rey Felipe II, era también conocido como «Buen Monte del Oso«, debido a la abundancia de especies de caza mayor.
En esta ruta podemos contemplar diferentes especies arbóreas que fueron utilizadas para repoblar el monte en el siglo XIX (pinos (laricio, resinero y albar), alerces, tilos o fresnos), así como especies arbóreas autóctonas (robles melojo, encinas, chopos y sauces).
Desde el Embalse del Romeral hasta la Cruz del Niño Pedrín, hay algo menos de 2 km, pero no es ningún paseo, empieza a picar hacia arriba casi desde el primer momento. Hay que atravesar algunas puertas (una de ellas avisa que los jueves es día de caza):
Y ésta otra especialmente pensada para que no puedas pasar tú y tu mochila a la vez:
Conviene seguir el track en esta parte, porque en el monte hay muchos caminos y para llegar a la cruz, algunos no son los más evidentes en las bifurcaciones:
Cruz del Niño Pedrín
El primer punto de interés de la ruta es esta hermosa cruz. Para llegar a ella hay que atravesar una valla. La buena noticia es que hay un punto donde la valla está tumbada y es muy fácil pasar por encima. En mi track está marcado el punto exacto por donde se puede pasar fácil, pero hay otros puntos donde puedes pasar por debajo de la alambrada.
Si atraviesas la valla por donde digo, vas a encontrarte una gran piedra de superficie lisa, si bajas unos metros y miras a la izquierda, vas a encontrar esta bonita cruz, la cual tiene una terrible historia detrás:
Historia del Niño Pedrín:
23 de Diciembre de 1892
Pedrín (8 años), un monaguillo del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, no vuelve a casa tras haber salido para ayudar en la ceremonia litúrgica.
Vecinos y familiares lo buscan por el camino hacia el Monasterio y alrededores, pero debido a la nevada que cubre el lugar, no logran localizarlo.
10 de febrero de 1893
Por desgracia, unos cazadores encuentran el cuerpo de Pedrín sin vida, en una ladera del Monte Abantos. Cuentan que su cuerpo había sido mutilado y que sufrió otros horrores. El padre de Pedrín, picapedrero de profesión, construyó por sí mismo una preciosa cruz de piedra en la que grabó la inscripción: “El 10 de Febrero de 1893 fue hallado en este sitio el cadáver del desgraciado niño Pedrín Bravo y Bravo, víctima de brutal salvajis(i)mo”
Con motivo de todo el misterio que rodeó su muerte, han surgido diferentes teorías sobre lo que ocurrió, unas más creíbles que otras:
A) El suceso ocurrió en el Monasterio:
- El niño llegó al Monasterio y allí fue víctima de uno de los monjes.
- Los religiosos no asesinaron al niño, pero descubrieron el cadáver y lo trasladaron al monte para que no se les relacionara con el terrible suceso.
Estas dos hipótesis fueron atribuidas a los periódicos republicanos de la época, considerados anticlericales.
B) El suceso ocurrió en el Monte Abantos:
- La primera versión, y más sobrenatural, alimenta el aura de misterio y leyenda que envuelve al Monte Abantos. Según otra leyenda anterior, Felipe II construyó el Monasterio para taponar una de las puertas del infierno, pero a pesar de trata de sellarla, no pudo retener por completo a los espíritus malignos. Precisamente habría sido uno de ellos, una siniestra figura con aspecto de fauno y de 2 m. de altura , el que estaba junto al niño momentos antes de que lo encontrasen los cazadores, y por tanto el culpable del terrible asesinato. Los planes del monstruo se vieron truncados, ya que planeaba arrastrar al niño al inframundo.
Esta historia paranormal, ha tenido continuación recientemente, en el programa «Cuarto Milenio» cuando varias personas reportaron la presencia de una figura siniestra por la zona, la cual huía por la ladera del monte al ser detectada.
Hay otras personas que se han aventurado a este lugar de noche, y han relatado que en las cercanías de la cruz, han escuchado voces y risas de niño, que tras no ser arrastrado al inframundo, aún hoy protege el lugar. Es por eso, que algunos depositan juguetes u obsequios en la cruz, para honrar al niño y obtener su bendición y protección en su subida al monte. No quise ser menos, y yo también le dejé un detalle en su memoria.
2. La información más fiable y que puede ser consultada en la hemeroteca del periódico ABC, es la condena a Julián García, ‘El Chato del Escorial’ por este crimen. Según este testimonio, Julián, el cual ya se había acusado con anterioridad de otros actos delictivos, fue condenado y permaneció en la cárcel durante 23 años, hasta que, viejo y mermado por la ceguera, fue liberado. Pasó sus últimos días reclamando limosna por las calles de Madrid, sin parar de repetir: «¡Han sido los frailes!, ¡han sido los frailes!»:
Subida al Pico Abantos (Solana de la Barranquilla y Solana de Enmedio)
Una vez rendido respetos a Pedrín, continuamos la ruta. En pocos metros hay un mirador artificial con buenas vistas de los alrededores:
Continuamos la marcha, estando atentos al track ya que hay algunas bifurcaciones:
Se atraviesa un pinar, y el camino ya va claramente hacia arriba y cada vez empieza a haber más piedra suelta:
Cuidado al hacer esta ruta si está lloviendo o el terreno está mojado, yo que soy un principiante y encima yendo solo, siempre elijo días que está despejado:
La recompensa a la dura subida son las excepcionales vistas de San Lorenzo del Escorial y su Monasterio. Es una pena que en las fotos con el móvil no se aprecie bien, en persona, se ve perfectamente:
Tan pronto veías una rapaz sobre tu cabeza, como alguien haciendo parapente:
Desde la Cruz del Niño Pedrín hasta el collado hay unos 2,5 km de subida. Por el camino no sólo hay excelentes vistas del Monasterio, también del Embalse de Valmayor:
No me crucé con ningún senderista en todo este tramo, y tan sólo vi 3 personas que bajaban haciendo trail running. Es mucho más popular subir al Pico Abantos por el otro lado (por el que yo bajaría después) y es mejor opción que subir por este lado si vas con niños:
Por aquí el camino no está especialmente bien marcado, por lo que recomiendo seguir en lo posible el track:
Hay una serie de zetas que te van acompañando en este tramo final de la subida, ¡ya casi estamos!:
Caseta Forestal
Ya hemos llegado al collado. A partir de aquí la ruta es coser y cantar. La cumbre del Pico Abantos se divisa a la derecha, pero antes vamos a la izquierda, a una caseta forestal, que a modo de mirador arroja unas fantásticas vistas de los alrededores:
Pico Abantos
Una vez visto el mirador, volvemos sobre nuestros pasos y vamos a buscar el Vértice Geodésico, simbolizado con una cruz (la Cruz de Abantos) y su placa correspondiente.
No tiene pérdida, es un pequeño tramo el que falta por salvar y se puede hacer prácticamente por donde se quiera. Una vez en la cumbre las vistas son espectaculares: la Sierra de Gredos, la Sierra de Guadarrama, Las Machotas y el Monasterio:
He de decir que me encontré con un grupo numeroso que acababa de llegar hacía un momento, que ocupaban toda la zona y la verdad que no me entretuve demasiado.
Fuente del Cervunal y Pilón
El siguiente punto de interés de la ruta es la Fuente de Cervunal (1.650 m de altitud), localizada en una bonita pradera rodeada de pinos y cervuno, una planta gramínea de la que toma nombre la fuente:
También hay un pequeño pilón en las proximidades:
Descenso a la Cruz de Rubens
Esta parte de la ruta es un caramelito, después de la dura subida, ya se empieza a disfrutar de la ruta (y no sufrirla), con buenas vistas a la izquierda y una pista ancha y cómoda:
Cruz de Rubens
Se trata del que quizás sea uno de los mejores miradores del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Es una pena las fotos con el móvil, pero en persona luce mucho más:
La cruz recibe su nombre, por simbolizar el lugar elegido (en 1628) por el célebre pintor barroco holandés, de la escuela flamenca, Pedro Pablo Rubens, para realizar los bocetos de una de sus pinturas del Monasterio de El Escorial, bajo el reinado de Felipe IV:
Descenso al Mirador de los Alerces
Una vez visitada la Cruz de Rubens, seguimos la ruta en claro descenso. Por aquí hay mucha más actividad humana, bastante gente que sube al Pico Abantos por este lado:
Tan sólo comentar que hay tramos con bastante piedra suelta y hay que tener cuidado de no tropezar y dar con la cabeza sobre alguna de ellas:
Fuente del Trampalón
El descenso transcurre sin incidentes hasta que llegamos a una bonita zona rodeada de majuelos, sauces y fresnos. En la umbría del Camino del Silencio o Camino de los Gallegos, se ubica la Fuente del Trampalón (1985):
Mirador de los Alerces
Pronto llegamos a otro mirador natural, el Mirador de los Alerces, llamado así por la presencia de esta especie arbórea en sus alrededores:
Fuente de Santiago Arroyo y Pilón
Esta fuente se construyó en homenaje a Santiago Arroyo, el que fue el último Guarda Mayor del Monte Abantos, el cual vivió en la Casa Forestal:
En sus cercanías se encuentra otro pequeño pilón:
Descenso al Parking
La ruta ya va llegando a su fin, de nuevo aparece mucha piedra, con la que hay que tener cuidado:
Hay que estar atentos hasta dar con una una puerta que cruzaremos y nos encontramos una senda enlosada (Senda de los Tesoros de Abantos), por donde el arroyo discurre bajo nuestros pies, aunque en esta ocasión como no ha habido todavía casi lluvias, estaba seco:
Fuente de la Currutaca
En una zona donde están presentes tilos, cedros y chopos, se levanta esta fuente, construida por los vecinos del barrio de las Casillas, reformada en 1981:
Ya hemos llegado prácticamente al final de la senda, unas empinadas escaleras de piedra nos conducen a las proximidades el Embalse del Romeral, donde ya sólo nos hace falta llegar hasta donde hemos aparcado el coche.
Espero que esta ruta de senderismo os guste tanto como me ha gustado a mi. Os la recomiendo a todos, pero hace falta algo de forma física para culminarla.
