En nuestro sexto día de viaje por Nápoles y Campania, visitamos dos de los pueblos más bonitos de la Costa Amalfitana: Positano y Amalfi, enclavados entre los riscos y el mar.
Índice
Positano
Parking: Parcheggio Russo (8€/h)
Es un pueblo pintoresco en la Costa Amalfitana, donde las casas de colores brillantes se desploman por los acantilados hasta la costa. Las callejuelas estrechas están llenas de tiendas locales, bares con vistas y la famosa Spiaggia Grande, que es perfecta para relajarse y disfrutar del paisaje mediterráneo:
Via dei Mulini
Esta pintoresca calle es el corazón comercial de Positano, repleta de boutiques de moda, tiendas de artesanía y cafés con encanto. Antiguamente, albergaba molinos de agua que aprovechaban la pendiente del terreno:
Chiesa di Santa Maria Assunta
Construida en el S. X y renovada en estilo barroco, esta iglesia destaca por su cúpula de mayólica y su icónica imagen bizantina de la Virgen Negra, que, según la leyenda, llegó a Positano desde el mar:
Mirador a la iglesia
Desde los miradores de Positano se obtiene una vista espectacular de la iglesia con su brillante cúpula de azulejos amarillos y verdes, enmarcada por las coloridas casas de la costa:
Playa: Positano Spiaggia
La playa principal de Positano, con su arena volcánica y aguas cristalinas, es el lugar perfecto para disfrutar del sol con vistas a las casas escalonadas en los acantilados:
Praiano
Parrocchia San Genaro
Construida en el S. XVI y remodelada en estilo barroco, esta iglesia destaca por su impresionante cúpula de mayólica con azulejos de colores y su elegante fachada blanca. En su interior, alberga un valioso altar de mármol y frescos del S. XVIII que representan escenas de la vida de San Gennaro, patrón de la iglesia. Además, su ubicación ofrece vistas espectaculares al mar Tirreno:
Amalfi
Parking Berma, Parking (7€/h), Parking, Parking Luna Rossa (6€/h)
Con su rica historia como antigua república marítima, ofrece una mezcla de arquitectura impresionante, como la Catedral de San Andrés, y un ambiente relajado. Sus calles están llenas de pequeñas tiendas, restaurantes con comida local y, por supuesto, los limones de Amalfi, que dan lugar al famoso Limoncello de la región:
Puerto (Vistas Monte Cerreto)
Desde el puerto de Amalfi se pueden admirar las imponentes montañas que protegen la ciudad, entre ellas el Monte Cerreto, el pico más alto de la región con 1.315 metros:
Fontana San Andrés
Situada en la Piazza Duomo, esta fuente barroca del S. XVIII representa a San Andrés Apóstol, patrón de Amalfi:
Catedral de San Andrés Apóstol
Construida en el S. IX y renovada en estilo árabe-normando, esta imponente catedral destaca por su fachada de mosaicos dorados y su claustro del Paraíso de influencia islámica:
Ayuntamiento
Elegante edificio histórico en el centro de Amalfi, donde se conservan documentos que prueban la importancia de la ciudad como una de las Repúblicas Marítimas de Italia:
Marina Grande (Spiaggia Grande)
La playa más grande de Amalfi es un animado punto de encuentro, rodeado de restaurantes y bares con vistas al mar Tirreno:
Limones de Amalfi
Conocidos como Sfusato Amalfitano, son una variedad única cultivada en la Costa Amalfitana, caracterizados por su gran tamaño, forma alargada, cáscara gruesa y un aroma intenso. Su sabor menos ácido y más dulce que otras variedades los hace ideales para la producción de Limoncello, además de ser un ingrediente clave en la gastronomía local.
Los limones helados gigantes que se venden en Amalfi se llaman “Granita al Limone” o “Limone Granita”. Se preparan vaciando el interior de un gran Sfusato Amalfitano, rellenándolo con una granita de limón natural hecha con su jugo, azúcar y hielo triturado:
Atrani
Collegiata di Santa Maria Maddalena
Construida en 1274 sobre una antigua fortaleza, esta iglesia barroca se reconoce por su campanario octogonal y su fachada blanca con toques dorados, visible desde el mar:
Tramonti
Para alojarnos, viendo los disparatados precios de 200-300 euros la noche en Amalfi o Positano, nos alejamos un poco de la costa. Pasamos la noche en Il Raduno, un agroturismo ubicado en una antigua bodega restaurada, que ofrece alojamiento con vistas panorámicas, restaurante de productos locales y visitas a viñedos. Su ubicación estratégica permite explorar fácilmente la costa, con acceso a playas y pueblos cercanos, y cuenta con WiFi y aparcamiento gratuito:
