Tras pasar toda la mañana y algo de la tarde visitando la localidad de Medina del Campo, nos animamos a completar la escapada realizando una rápida visita al precioso pueblo de Arévalo (Ávila).
Si hay suficientes horas de luz, se pueden visitar ambas en una excursión de un día desde Madrid. Tanto Medina del Campo como Arévalo tienen acceso muy rápido a la A6, así que tardamos menos de media hora en llegar desde Medina.
A Arévalo, también se la conoce como la ciudad de los cinco linajes ya que se encargó a cinco familias la tarea de repoblar y gobernar estas tierras: Los Briceños, Los Montalvos, Los Sedeños, Los Tapias y Los Verdugos. También eran los encargados de defender los puentes, castillos y castillejos de la localidad.
Aparcamos el coche en el parking habilitado justo al lado del Castillo (Av. Castillo, s/n). Fue construido en el S. XV, en estilo mudejar, y aunque se encuentra ampliamente restaurado, es muy fotogénico:
Tras la muerte de Don Alvaro de Zúñiga (que lo mandó reconstruir, y por eso también se conoce al castillo como Castillo de los Zúñiga), su posesión pasó a manos de los Reyes Católicos, aunque parece ser que este castillo no lo visitaron muy asiduamente. Aunque sí que eran más frecuentes las visitas de Isabel La Católica a la villa de Arévalo para ver a su madre:
A comienzos del S.XVI, Fernando El Católico, dota al castillo de troneras y de un foso defensivo, consciente de su importancia estratégica:
Acualmente, su interior es visitable, y desde hace algunos años almacena un silo de cereales, ya que ha pasado a ser gestionado por el Ministerio de Agricultura. Puedes consultar aquí: horarios y precios.
Actualmente la entrada es de 3€. El horario en invierno (Octubre – Mayo) es de 10:00 a 18:00 y en verano (Junio a Septiembre) de 10:00 a 20:00.
Nosotros tan sólo accedimos a lo que es el Patio de Armas:
Volvimos a coger el coche y lo acercamos un poquito más al pueblo, aunque se puede llegar perfectamente andando.
Lo primero que nos encontramos fue la torre de la Iglesia de Santa María La Mayor:
Al girar nos encontramos con la Plaza de la Villa, una de las plazas de pueblo más bonitas que habíamos visto nunca. Estábamos solos salvo dos chicas jugando a un lado de la plaza:
La plaza se encuentra formada por edificios soportolados, tan típicos de la arquitectura popular castellana, que también puedes encontrar en otros preciosos pueblos como Pedraza (Segovia):
La plaza se encuentra flanqueada por un lado, por la ya mencionada, Iglesia de Santa María, y junto a ella la Casa de los Sexmos (divisiones administrativas medievales castellanas):
La Iglesia de Santa María es una obra mudejar de finales del S. XII y principios del S. XIII. Es posible su visita tanto de forma individual como de forma conjunta junto a otras tres iglesias del pueblo:
Por el otro lado, la plaza está flanqueda por la imponente Iglesia de San Martín, de estilo románico, y donde destacan sobre todo los demás sus dos torres, la de los ajedreces (llamada así por los tableros que la decoran) y la nueva:
Seguimos conociendo el pueblo, llegando hasta la Plaza del Real, con la Iglesia de San Juan, al fondo:
En esta plaza es donde se encuentra el edificio del Ayuntamiento:
Atravesamos el Arco de Alcocer, la cual era la entrada principal y la única que se conserva de la muralla de la villa. En su base se encuentra, hoy en día, la Oficina de Turismo:
Es en esta zona, donde podrás encontrar la parte más animada del pueblo, con numerosas terrazas y restaurantes donde poder degustar la especialidad local: el tostón (cochinillo asado). Nosotros aprovechamos para tomar algo en una terraza con vistas a la Iglesia de Santo Domingo:
Y con esto dimos por concluida nuestra escapada de Semana Santa a las localidades de Medina del Campo y Arévalo. En aproximadamente en una hora y media estábamos de vuelta a casa.
Esperemos que os haya gustado el relato y os hayamos animado a conocer estas dos bonitas localidades castellanas cargadas de historia y sitios de interés.
Aquí está la historia de Castilla y de la reina Isabel 1 la católica y el arte romano- mudejar en su estilo de la construcción y los templos de la iglesia católica y su arte ,su pintura
Sus retablos y las figuras de madera talladas y policromada
Tanto arte y tanta historia que merecería ser visitadas por los Madrileño que aman el arte y la historia de España
Precioso Arévalo, como siempre. Historia pura de Castilla y de España. Sus gentes, sus tradiciones, su cochinillo espectacular. Mil veces visitaría Arévalo y cada vez descubriría una cosa. Para no tener prisa y deleitarse con otra época.