Aprovechando las vacaciones y para seguir quemando los excesos de las comidas navideñas, nada mejor que realizar otra bonita ruta de senderismo. En esta ocasión me acerqué hasta la zona del Valle del Navalmedio en Navacerrada. Partiendo del parking del Embalse de Navalmedio se sube hasta el Puerto de Navacerrada, a través de la Senda Whistler, un recorrido precioso donde en todo momento te acompañan numerosos arroyos, principalmente el Regato del Puerto.
Una vez que se llega a la estación de tren de Puerto de Navacerrada, se vuelve al punto de partida, pero esta vez a través del Camino del Calvario. Por el camino de vuelta se pasa por el Pino de la Cadena, que alberga una bonita historia. Para los más aventureros se puede añadir a la ruta opcionalmente, la visita a una antigua mina de pirita, la Cueva de las Cortes:
Índice
Senda Whistler, Mina de las Cortes, Pino de la Cadena (Embalse de Navalmedio a Puerto de Navacerrada)
13’5 KM | 3H 40′ | Alta | 562 M. | > 15 años | Sí | No | No |
Parking (Embalse de Navalmedio)
Para realizar esta ruta de senderismo, se puede dejar el coche en el parking del Embalse de Navalmedio. Se accede por una pista de 2 km que parte de la M-601 a la altura del restaurante La Fonda Real, en la localidad de Navacerrada.
El parking es lo que se ve en la foto de abajo, pero no hay ningún problema para aparcar, porque la pista muere ahí. Continuar sólo está permitido para vehículos que dan servicio a la Presa de Navalmedio. Así que si no hay espacio, la gente va dejando el coche a uno de los lados de la pista:
Tras cruzar una puerta, se coge el ramal que hay más a la izquierda. Desde ahí tenemos una panorámica del Embalse de Navalmedio.
Construido en 1969, regula una cuenca propia de unos 9 km2, pero su función principal es trasvasar las aguas del río Navalmedio al embalse de Navacerrada:
Río Navalmedio
Enseguida, el paisaje empieza a cambiar y nos topamos con el río Navalmedio, uno de los primeros afluentes del río Guadarrama:
Hay un puente para cruzar el río, aunque en la época de mi visita estaba un poco desbordado:
Pradera de las Cortes
A unos 1’7 km desde el parking, nos encontramos con esta pradera, un lugar ideal para hacer un parón si se va con niños pequeños, y después aprovechar a ver el Pino de la Cadena:
En su día, aquí se levantaba el Campamento ‘Alonso de Ercilla’ del Frente de Juventudes (Falange), absorbido en los años 60 del siglo pasado por la Organización Juvenil Española (OJE). En aquel apartado rincón los jóvenes de la época plantaban las tiendas de campaña y participaban en ejercicios al aire libre.
En los alrededores de esta pradera se encuentran la Fuente de las Cortes y la Ermita de las Cortes:
Fuente de las Cortes
Se encuentra en un lugar muy bonito, si el río baja con agua, se forman pequeños saltos de agua muy fotogénicos.
Está construida siguiendo el modo tradicional en piedra extraída del mismo entorno. Se trata de un pequeño bloque o muro de poco tamaño chapado en granito del cual el agua brota en un único caño a escasa distancia de la pila hecha también en mampostería:
Ermita de las Cortes
Se trata de una pequeña ermita, de aspecto descuidado, y cuyas puertas han sido vandalizadas con pintadas:
Senda Whistler
Desde este punto, tomamos la Senda Whistler, una preciosa senda, que nos permite llegar a Puerto de Navacerrada, siempre en ascenso, pero bastante suave (salvo algunas rampas algo más duras, ya hacia el final):
Durante el trayecto, las aguas de varios arroyos: arroyo de Matasalgado, arroyo de la Fraguilla y el Regato del Puerto (éste último es el principal protagonista) salen a nuestro paso constantemente.
Tuve la suerte, que durante la época de mi visita, los arroyos bajaban bien de agua y tuve que vadearlos en no menos de 10 ocasiones, lo cual le da un toque aventurero a la ruta, ya que te las tienes que ingeniar por donde es mejor sortearlos. En algunos hay rocas más secas, en otros algún tronco y en otros directamente preferí mojarme las botas:
También se forman pequeñas chorreras, mini pozas, coquetas cascaditas y numerosos saltos de agua:
La senda tiene mucha historia, en la época en la que los pioneros guadarramistas trazaron muchas de las sendas que hoy en día todos transitamos. La distancia desde la Pradera de las Cortes hasta el Puerto de Navacerrada es de unos 3’5 km y 1h de duración, aproximadamente:
He disfrutado muchísimo de todo este paseo, me ha parecido un espectáculo este paso por toda esta serie de arroyos.
Pradera del Calvario
Después de los repechos más duros de toda la ruta, aparecemos en esta pradera. El día soleado de invierno hacía acto de presencia, y después del esfuerzo de subida, esa pradera me estaba llamando, para tumbarme unos minutos y reponer fuerzas.
Me encontraba ya cerca de Puerto de Navacerrada, y después de no cruzarme con nadie en 1h 45′ desde que salí del parking, observé a lo lejos a otro grupo:
A muy pocos metros de aquí, ya se llega a Puerto de Navacerrada:
Capilla de Nuestra Señora de las Nieves
Se encuentra ubicada justo al lado de la estación de tren. La parte superior de la fachada está construida en madera:
Estación de Tren Puerto de Navacerrada
Subiendo unas escaleras se accede al andén de la estación de tren de Puerto de Navacerrada, con una bonita arquitectura. Forma parte de la línea C-9 de Cercanías Madrid, por lo que si no dispones de vehículo propio, esta ruta puede ser muy interesante para llegar en tren:
Bajando de nuevo las escaleras que hemos subido para acceder al andén, tenemos que localizar el restaurante Casa Ochoa, para seguir con nuestra ruta. Pasado éste, hay unas escaleras de bajada, que nos permiten continuar la excursión:
Al igual que todo el camino de ida ha sido en ascenso hasta aquí, ya todo lo que nos queda de ruta es en descenso desde Puerto de Navacerrada al Embalse de Navalmedio.
Camino del Calvario
Tras bajar las escaleras y a continuaci´on girar a la derecha, nos topamos enseguida con una puerta, que nos permite tomar el Camino del Calvario:
Nada más comenzar el descenso, me llamó la atención este par de pinos que parecen dos enamorados dándose un beso (o la mano):
Esta parte de la ruta es mucho menos vistosa que la Senda Whistler, la no presencia de agua, le quita mucho encanto (a mi juicio) respecto al camino de ida. Se convierte en un simple paseo a través del pinar:
De vez en cuando se abre el bosque y permite contemplar hermosas vistas:
Pradera de la Vaqueriza
Sirvió en su día como sede de otro campamento, el Campamento de los Maestros. Se encuentra también en un paraje muy bonito. Para llegar a ella hay que abandonar el camino principal, y subir unos pocos metros:
Pino de la Cadena
Fue en el verano de 1924, cuando Ricardo Urgoiti Achúcarro, director del diario «El Sol» pasaba sus vacaciones en la Sierra de Guadarrama. Era socio del Club Alpino, y se hospedaba en un chalet que la entidad posee en la zona de El Ventorrillo.
Fue en ese verano, leyendo bajo este pino, cuando le sobrevino la noticia de la muerte de su padre y Ricardo quiso rendir homenaje a su progenitor, comprando este árbol (que estaba marcado para cortar) y rodeándolo con una cadena con la fecha de nacimiento y muerte de su padre (se puede leer: «A su querida memoria 1840-1924»).
Gracias a este gesto, este árbol no sólo es el más viejo de todo su entorno, sino que, a pesar de no ser un ejemplar monumental, se le ha considerado árbol singular por ser testigo de una bonita historia:
La cadena tiene un candado y varios eslabones de más para evitar ahogar al árbol en su crecimiento. Los guardas forestales, desde hace tiempo, se ocupan de abrir el candado cada cierto tiempo. Las características del ejemplar son las siguientes:
Altura: 24 metros
Diámetro de copa: 9 metros
Edad aproximada: 200 años
Altitud: 1500 metros
Una vez visitado este árbol con historia, si tomas como referencia el poste que marca el pino como árbol singular de la CAM, si te fijas parte un sendero no muy marcado. Por ese sendero, es la forma más rápida de llegar a la Pradera de las Cortes, que ya conocemos.
Bonus Track: Mina de las Cortes
Desde la Pradera de las Cortes, tienes la opción de subir hasta una cueva, en realidad, una pequeña mina de pirita, llamada Mina de las Cortes, construida a mediados del S.XIX (1856 a 1859). También se la conoce como Mina de los 7 Picos.
El acceso no es sencillo, así que no lo recomendaría para ir con niños pequeños, y si son mayores, con bastante cuidado.
La primera dificultad, dado que la pradera es muy extensa, es encontrar cual es la senda para acceder a la mina. En la ruta de wikiloc tengo marcado un waypoint («Ladera de la Mina«) para ayudar a orientarlo (gracias a Francisco Nieto, que la tiene perfectamente marcada en esta ruta):
Una vez nos encontremos en este punto, ya se empieza a intuir por dónde debemos ir, ya que la mina es visitada, y el camino está pisado así que te orientas más o menos bien.
La segunda dificultad es que el acceso tiene fuerte desnivel de subida (hay un repecho de 130 metros con una rampa del 32%).
La tercera dificultad, es que según asciendes, hay un barranco a la derecha. No es que estés muy expuesto y lo tengas al lado, pero conviene tenerlo en cuenta.
Teniendo todo esto presente, en 10′ puedes llegar a la entrada de la mina desde la Pradera de las Cortes:
La mina tiene una longitud aproximada de unos 30 metros. No es necesario el uso de casco, pero sí llevar linterna o frontales. En el fondo, hay numerosos objetos depositados por los distintos grupos que visitan la cueva:
Parece ser que después de la Guerra Civil, se intentó extraer wolframio, y por eso aparece en Google Maps. como Cueva de Wolframio.
Una vez visitada la cueva, y ya de vuelta a la Pradera de las Cortes, retomamos la ruta, cruzando el puente que hay al lado de la Fuente de las Cortes hasta que llegamos a un depósito, momento en el que tomamos una pista que va paralela al rio Navalmedio.
Pista paralela al río Navalmedio
Esta última parte de la ruta la realizamos por una pista bastante estrechita que va paralela al río Navalmedio, pero a una mayor cota, asi que vamos obteniendo de vez en cuando unas bonitas vistas panorámicas:
Cuando localizamos una roca con una curiosa forma, se abre un excelente mirador:
Ya prácticamente al terminar la ruta, alcanzamos una extensa pradera con bonitas vistas de las cimas de los alrededores:
En pocos metros, tras cruzar la pradera, acabamos llegando fácilmente a la primera puerta que cruzamos al principio de la ruta, llegando al parking del Embalse de Navalmedio, y dando por finalizada esta bonita excursión.
Muy bonito y aclaratorio recorrido por nuestra Sierra. Enhorabuena
Me llama la atencion el nombre de la senda
Whistler.Hay un pintor muy famoso, pero no llego nunca a Madrid pues descubriendo a Velázquez y a la pintura española introducida en el Museo del Louvre por Luis Felipe I, se trasladó a Madrid para admirar la obra del maestro, pero el viaje se interrumpe en Guetaria.
Sin embargo, la influencia de Velázquez es patente en muchos de sus retratos
Quien seria este personaje?
No encuentro nada acerca del mismo, como otros Smith,el Noruego..
Podía aclararme mi pregunta?
Un saludo
Buenas Francisco Javier,
Gracias por tu agradable comentario.
Respecto al Camino Schmidt, la Loma del Noruego, así como otros curiosos nombres de la Sierra de Guadarrama, te recomiendo adquirir este libro, donde se habla del origen de todos esos nombres, así como el de muchos otros, por ejemplo, el de los bandoleros de la Pedriza:
https://www.libreriadesnivel.com/libros/101-curiosidades-de-la-historia-de-la-sierra-de-guadarrama-que-no-te-puedes-perder/9788460673002/
Es muy interesante, si practicas senderismo, conocer el origen de todos esos nombres.
Respecto a la Senda Whistler, y el origen de su nombre, te copio lo que me ha indicado ChatGPT:
La Senda Whistler, que conecta el Valle del Navalmedio con el Puerto de Navacerrada en la Sierra de Guadarrama, recibe su nombre del ingeniero británico Charles Whistler, quien jugó un papel importante en la construcción del ferrocarril que conecta Cercedilla con el Puerto de Navacerrada y posteriormente con Cotos. Este ferrocarril de vía estrecha es emblemático de la zona y una parte importante de su historia.
Charles Whistler trabajó en diversos proyectos de infraestructura en España durante finales del siglo XIX y principios del XX, destacando por su influencia en la ingeniería ferroviaria. La senda probablemente fue nombrada en su honor como reconocimiento a su contribución al desarrollo del transporte en esta región de la Sierra de Guadarrama, facilitando el acceso tanto a los lugareños como a los turistas.