Otro nuevo día, recorriendo localidades bonitas de la Toscana, en esta ocasión visitamos Pienza y Montepulciano, para llegar a primera hora de la tarde a Florencia, donde paramos en el fantástico mirador panorámico de Piazzale Michelangelo, para admirar la ciudad desde lo alto.
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DIA 7: SÁBADO 7 MAYO 2022: PIENZA – MONTEPULCIANO (15 KM, 20’) – FLORENCIA (107 KM, 1H 30′)
Pienza
Amanecimos en Pieza, en un pequeño apartamento que teníamos en el casco antiguo: La Città Ideale Suites.
No tenía parking incluido, pero dejamos el coche en este parking gratuito. El centro dista 5 minutos caminando del parking.
Porta al Prato (Porta al Murello)
Puerta de entrada a esta ciudad renacentista, accediendo a la calle principal, Corso Rosellino:
Corso Rossellino
Calle principal, donde se articulan todas las visitas de interés, tanto a nivel monumentos, como a nivel de encantadoras tiendas de lavanda o queso pecorino:
Iglesia de San Francisco
Es la iglesia más valiosa de Pienza por ser de la segunda mitad del S. XIII y por sus pinturas. Tiene una sola nave y una fachada austera, pero sus frescos relativos a la vida del Santo son de gran valor:
Relais Il Chiostro di Pienza
Hotel ubicado en un antiguo convento del S. XV. Tiene un bonito claustro:
Piazza Pio II
Está dedicada a una de las figuras más importantes de este rincón de Val d’Orcia: Enea Silvio Piccolomini, más tarde Papa Pío II, quien en 1462 contrató al arquitecto Bernardo Rossellino para transformar su lugar de nacimiento, el pequeño pueblo medieval de Corsignano, en una ciudad.
Así se dio una nueva forma a esta plaza, que adquirió una forma trapezoidal, con pavimento angular de ladrillo: hoy se considera una de las realizaciones más puras del ideal urbano del Renacimiento:
Catedrale dell’Assunta
Fue diseñada por Bernardo Rossellino y consagrada en 1462. El edificio fue encargado por el Papa Pío II, y el escudo de armas con el emblema de la Santa Sede de Pío II Piccolomini domina el exterior:
Erigida sobre las ruinas de la iglesia parroquial románica de Santa María, recoge los cánones arquitectónicos renacentistas de Leon Battista Alberti.
Sin embargo, hay algunos elementos propios del gótico francés: cubierta a dos aguas, las ventanas y el bello rosetón central:
Palazzo Borgia (Museo Diocesano)
El Museo Diocesano, ubicado dentro del Palacio Vescovile o Palacio Borgia, contiene numerosas obras de arte que provienen de otras iglesias del territorio.
La pieza más prestigiosa del museo es la llamada Capa de Pío II, la vestidura litúrgica donada, según la tradición, por Tommaso Paleologo al Papa y que posteriormente entregó a la catedral:
Palazzo Piccolomini
Edificio de estilo florentino, con arcos de medio punto y columnas corintias, y que exhibe la sala de armas y una importante biblioteca:
En la parte sur del palacio hay un jardín con unas vistas inmejorables del Valle de Orcia:
Ayuntamiento
Fue diseñado por Bernardo Rossellino y renovado en 1900. Sus características distintivas son su pórtico de triple arco sostenido por columnas de piedra jónica y la fachada de travertino sobre el pórtico que tiene cuatro ventanas de doble ojiva y una torre de reloj de terracota con ventanas largas y murallas dobles.
La parte interior del pórtico está cubierta con los escudos de armas tallados en piedra de los distintos alcaldes de la ciudad a lo largo de los siglos, así como los del Papa Pío II:
Porta al Ciglio
Diametralmente opuesta a la principal y más conocida (Porta al Prato), ésta se inserta en un tramo aún bien conservado de las murallas de la ciudad. La puerta se caracteriza por un arco de ladrillo de medio punto en el exterior y un arco rebajado en el interior:
La verdad que este pueblo nos pareció muy bonito, con muchos rincones dignos de descubrir:
Tras visitar esta bonita ciudad «ideal» renacentista, pusimos rumbo a Montepulciano, el último pueblo que veríamos en la Toscana, ya que lo que nos quedaba de viaje lo íbamos a pasar en Florencia. De Pienza a Montepulciano se llega en unos 20′ en coche.
Montepulciano
Para visitar este pueblo, aparcamos en este parking gratuito, en el que por unas escaleras se accede a su parte alta:
Iglesia de Santa Maria dei Servi
Iglesia del S. XIV, ubicada justo detrás de la Fortezza Mediccea:
Fortezza Mediccea
Citado como un centro fortificado, fechado en 715. La larga historia del castillo está ligada a alianzas alternas con Siena y Florencia, ya que Siena obtuvo inicialmente la victoria sobre Florencia. Sin embargo, los conflictos finalmente se volvieron contra ellos, obligándolos a pagar la reconstrucción de Montepulciano.
El pequeño pueblo reforzó sus instituciones municipales y luego se dividió debido a luchas de poder internas entre varios distritos. En 1390, Montepulciano pasó de nuevo a la soberanía de Florencia, lo que permitió restaurar sus murallas y construir esta nueva fortaleza:
Piazza Grande
Situado en el punto más alto de la ciudad, se encuentra el centro de Montepulciano, dominado por la imponente torre y la fachada gótica del Palazzo Comunale:
Catedral de Santa Maria Assunta
Data de 1619 y contiene obras maestras de la escuela de Siena. Está situada en el lado sur de la piazza Grande y ostenta una fachada inacabada, aunque en el interior hay un impresionante retablo de 1401, pintado sobre madera y decorado con oro:
Palazzo Comunale
Diseñado por Michelozzo, la estructura se inspiró en el Palazzo della Signoria de Florencia. Hoy en dñia, alberga el Ayuntamiento. Se puede subir a lo alto de la torre para obtener bellas vistas panorámicas:
Palazzo Nobili-Tarugi
Fue construido en las primeras décadas del S. XVI. Investigaciones recientes sobre la historia del edificio sugieren que podría haber sido obra de Jacopo Barozzi da Vignola.
Originalmente fue la residencia de los Nobili, luego pasó a la familia Tarugi. Sigue siendo de propiedad privada y no está abierto al público, pero su magnífica fachada se puede admirar fácilmente desde la plaza. Con una fachada de travertino, tiene un pórtico imponente y una logia con grandes arcos de medio punto:
Palazzo del Capitano del Popolo
Este palacio destaca por su fachada de estilo gótico (S. XV) que da a Via Ricci. Justo enfrente se encuentra el Pozo dei Grifi e del Leoni. Este pozo fue construido en 1520, que es cuando Montepulciano estaba bajo el dominio florentino (Medici). Se cree que el diseñador fue Antonio Sangallo el Viejo.
La estructura muy ornamentada tiene dos columnas dóricas, que flanquean a ambos lados del pozo, sosteniendo un entablamento de travertino en el que se encuentran dos leones (que representan a Florencia) que sostienen la cresta Medici y a cada lado de los leones un grifo (que representa a Montepulciano):
Iglesia de Santa Lucía
Iglesia construida en 1653 gracias a la aportación de Flaminio del Turco, tiene una imponente fachada de travertino atribuible al barroco romano:
Iglesia de Sant’ Agostino
También fue construida por Michelozzo y cuenta con una hermosa fachada de piedra blanca. Antes de entrar, fíjate en la Virgen y el Niño con San Agustín y San Juan Bautista, sobre la entrada principal:
Torre di Pulcinella
Está situado al otro lado de la calle de la Iglesia de Sant’Agostino. Esta torre del reloj medieval está coronada por la figura de Pulcinella, que marca periódicamente el paso del tiempo:
Tras visitar esta bonita localidad toscana, partimos después de comer hacia Florencia, última ciudad de nuestro viaje. El trayecto dura 1h 30′, así que los niños aprovecharon para dar una cabezada después de comer.
Florencia
A primera hora de la tarde llegamos a Florencia. Nuestra primera visita, aprovechando que teníamos el coche y en Florencia no queríamos moverlo, fue ver la imperdible Piazzale Michelangelo.
Se puede dejar el coche, en el Parking Piazzale Michelangelo. Es de pago, y suele estar hasta la bandera, pero hay mucho movimiento porque la gente para a ver las vistas y no está demasiado rato. Es barato (1 euro por la primera hora y 2 euros por cada hora siguiente, o parte de ella)
Piazzale Michelangelo
Muchos creen erróneamente que esta plaza existió desde el nacimiento de Florencia o que fue diseñada por Miguel Ángel. En realidad, es una adición bastante reciente a la lista de monumentos de Florencia, creada en 1869 por el arquitecto florentino Giuseppe Poggi, como parte de la importante reestructuración de las murallas de la ciudad:
La suntuosa terraza de Poggi es un diseño típico del S. XIX, concibiendo una base del monumento dedicada a Miguel Ángel, donde se exhibirían copias de las obras de Miguel Ángel, incluidas las esculturas de David y la Capilla de los Medici de San Lorenzo:
Pero, lo que son verdaderamente brutales, son las vistas que se obtienen a modo panorámico sobre la ciudad, y razón por la que es visitada por miles de turistas cada día:
Preside la plaza, una réplica de bronce del David de Miguel Ángel:
Desde aquí, condujimos brevemente hasta el que iba a ser nuestro hotel en Florencia (dentro de la Zona de Tráfico Limitado (ZTL) de Florencia, por lo que hay que proporcionar la matrícula del vehículo, para evitar que te multen).
Piazza dil Carmine
En Florencia nos alojamos en Casa Santo Nome di Gesu, un hotel que ocupa un edificio del S. XV situado en el barrio de San Frediano, al lado de la Piazza dil Carmine. Proporcionan cuna, parking privado y desayuno. Muy recomendable en cuanto a practicidad y ubicación, pero la decoración es completamente espartana:
Iglesia de Santa María del Carmine
La iglesia surge en 1268 como parte de un convento carmelita aún existente. La fachada permanece inconclusa, como el de otras muchas iglesias florentinas:
Es famosa por albergar una de las obras maestras del arte renacentista: la capilla Brancacci, decorada por Masaccio y Masolino finalizando las labores Filippino Lippi:
Desde aquí, dimos un breve paseo, pasando por los puentes que cruzan el río Arno: Ponte alla Carraia, Ponte Santa Trinitá y Ponte Vecchio:
Ponte alla Carraia
Ponte Vecchio
Hay un par de heladerías que son de las mejores de la ciudad: La Carraia y Santa Trinitá, ubicadas estratégicamente al lado de cada uno de estos puentes. Nos tomamos un helado en La Carraia, pero ambas tienen muy buenas opiniones.
Con esto dimos por finalizado el día de hoy, para cenar nos subimos una pizza para llevar al apartamento, de uno de los restaurantes de la Piazza dil Carmine.
Los dos días siguientes, los dedicaríamos a explorar a fondo esta preciosa ciudad.
