Ruta a los tejos milenarios de Valhondillo y de la Roca (Rascafría)

Esta ruta de senderismo transcurre por una de mis zonas preferidas en Madrid, la del Valle de la Angostura (Río Lozoya), cerca de la localidad de Rascafría. El objetivo de la ruta es alcanzar el Tejo milenario del Valhondillo (o de Barondillo). Es el ser vivo más viejo de la Comunidad de Madrid y uno de los más viejos de la Península Ibérica. Es un ejemplar de tejo hembra que tiene la friolera de 1500-1800 años. En las proximidades vamos a ver otros tejos centenarios de gran porte, así como otro tejo milenario, llamado Tejo de la Roca. Con el valor añadido de transitar por una zona con numerosos arroyos, afluentes del Río Lozoya, incluyendo el bonito Puente de la Angostura:

Ruta a los tejos milenarios de Valhondillo y de la Roca (Rascafría)

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11’3 KM3H 20′Media461 M.>10 añosNoNo

Parking

Para realizar esta ruta de senderismo, se puede dejar el coche en un parking acondicionado (y señalizado) en el KM 35’5 de la M-604, que une Rascafría con Puerto de Cotos. Habrá sitio para unos 10-12 coches. Éste es el aspecto de un sábado a las 09:00 de la mañana, en un día de temperatura muy agradable para hacer senderismo. Es una zona con muchas rutas, así que conviene madrugar y llegar prontito:

Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España

Río Lozoya

La ruta comienza justo a la entrada del parking donde nos encontramos, tras la valla de madera. Tras un breve descenso donde el sendero apenas se intuye, y con algunos árboles caídos, enseguida llegamos a un claro, donde conectamos con una pista ancha y cómoda, el Camino de las Vueltas, el cual tomamos a la izquierda hasta llegar al Puente de la Angostura.

Aquí el protagonista es el río Lozoya, que transita por el valle de la Angostura. Es una de mis zonas preferidas en Madrid. Aquí he realizado algunas rutas como la de la Poza de Sócrates, la de la Presa del Pradillo o la muy famosa Cascadas del Purgatorio:

Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España
Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España

Puente de la Angostura

Aproximadamente a 1’2 km del parking, llegamos al Puente de la Angostura:

Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España

Es uno de los puentes más encantadores y antiguos de toda la Sierra. Está en una zona altamuy angosta del río Lozoya. Es un puente de piedra, construido en época de Felipe II, que lo mandó construir para desplazarse entre el Monasterio de El Paular y el Palacio de la Granja de San Ildefonso:

Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España

Camino de las Vueltas

Una vez superado el puente, en la bifurcación tomamos el camino de la izquierda, que en ligera subida, nos va a llevar hasta donde da comienzo la ascensión hacia los tejos del Arroyo de Valhondillo:

Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España
Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España
Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España
Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España

Pequeña Chorrera

En una curva del camino, un fuerte sonido de agua, denota la presencia de algún tipo de cascada que en un primer momento no se ve. Curioso, me salgo un momento de la ruta marcada para explorar un poco la zona. Se trata de una pequeña y fotogénica chorrera, a la cual me acerco a contemplar desde los dos lados:

Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España
Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España

Subida a los tejos del arroyo de Valhondillo

De vuelta al camino de las Vueltas, y tras unos 800 metros desde la chorrera (y a unos 3’5 km desde el parking), llegamos a otro puente. Aquí se forman algunas bonitas caídas de agua:

Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España
Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España

En este puente hay dos opciones para llegar a los tejos:

  1. Tomar un camino en subida, más pedregoso y salvaje, que sale justo antes de cruzar el puente, a mano izquierda. En este camino es más difícil orientarse, porque hay que cruzar/vadear algún arroyo. Recomendaría el GPS.
Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España
Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España

Una vez vadeado el arroyo, hay que seguir un sendero muy estrecho, ligeramente inclinado que nos lleva ya sin pérdida hacia los tejos:

Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España

2. Atravesar el puente y seguir con el Camino de las Vueltas, es un camino un poco más largo ya que da más vuelta, pero la pista es más cómoda y no hay pérdida.

Yo la ida a los tejos la realicé por el camino más salvaje, y la vuelta la realicé por el camino cómodo. Ambos convergen en dicho puente, pero por ejemplo si vas con niños, yo iría y volvería por la parte cómoda, aunque sea más larga.

Nos encontramos a los pies del arroyo de Valhondillo, aquí podemos contemplar no menos de 5 tejos de gran porte, 2 de ellos milenarios (declarados Árbol Singular). Probablemente haya más tejos centenarios, pero estos 5 se encuentran muy cerca unos de otros. Todos están marcados en la ruta de wikiloc.

Tejo #1

El hombre ha aprovechado la madera de este árbol desde la antigüedad. Es una madera muy buena, pesada, rojiza, de grano fino, muy resistente, duradera y flexible, por lo que resulta idónea para fabricar instrumentos musicales, piezas de ebanistería, esculturas, herramientas e incluso lanzas y magníficos arcos:

Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España

Tejo #2

Las hojas del tejo poseen diversas sustancias químicas, entre las que la más importante es la taxina, que resultan venenosas para ciertos animales: para los caballos y las ovejas, y bastante inofensivas, al menos en determinadas épocas, para vacas, cabras y rumiantes silvestres (cabras monteses, corzos y ciervos). El hombre se cuenta de pleno en el primer grupo; de hecho, con el jugo de las hojas se envenenaban flechas en la antigüedad y se consideraba peligroso dormir o sentarse debajo de un tejo:

Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España

Dejando una valla a nuestra izquierda, levantada para proteger el ejemplar de tejo más antiguo (por favor, respetad la valla y no la crucéis, porque estaríais apelmazando el suelo, lo cual resulta dañino para las raíces del árbol), llegamos hasta la joya de la corona de esta ruta:

Tejo #3: Tejo Milenario del Valhondillo (o Barondillo)

Altura: 8 m.

Diámetro de copa: 15 m.

Perímetro de tronco: 9’1 m.

Edad aproximada: 1500 – 1800 años

Altitud: 1609 m.

Este tejo hembra, es una preciosa dama, el ser vivo más viejo de la Comunidad de Madrid y uno de los más viejos de la Península Ibérica. Aunque su tronco está prácticamente hueco, su porte y envergadura es increíble:

Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España
Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España

Tejo #4

Otro ejemplar de tejo centenario, se encuentra entre ambos tejos milenarios, pero resulta casi igual de impresionante. También resulta muy fotogénico:

Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España

Tejo #5: Tejo Milenario de la Roca

Altura: 9 m.

Diámetro de copa: 10 m.

Perímetro de tronco: 5’4 m.

Edad aproximada: Desconocida. Probablemente, > 1000 años

Altitud: 1634 m.

Se trata de un gran olvidado, ya que su compañera que se encuentra a unas decenas de metros, acapara todas las miradas, pero es un magnífico ejemplar. Eso sí. parece que tiene guardaespaldas, ya que para llegar a él, el camino está invadido por zarzas:

Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España
Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España

Arroyo del Valhondillo

Justo enfrente del Tejo de la Roca, hay que vadear el arroyo del Valhondillo, el cual a esta altura forma una fotogénica chorrera, donde el agua baja con fuerza:

Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España

Para vadear el arroyo hay algunas piedras, pero yo me mojé bastante los pies, la verdad:

Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España
Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España

Pino inclinado

Una vez vadeado el arroyo, cogemos con alegría una pista muy ancha y cómoda, se trata del Camino de las Vueltas. A unos 600 metros tras vadear el arroyo, a la izquierda, se encuentra un ejemplar de pino, bastante curioso, ya que parece hacernos una reverencia:

Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España

Laguna del Raso del Baile

Nuestro siguiente (y último) punto de interés de la ruta es la Laguna del Raso del Baile, siguiendo el camino de las Vueltas, en la bifurcación hay que ir a la izquierda, y luego tomar un pequeño ramal que se abre a la derecha, el cual atraviesa una praderita donde me encontré algunas vacas, nos lleva en unos 250 m, hasta dicha laguna:

Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España

Se trata de una pequeña laguna escondida entre la vegetación y con la superficie cubierta por una capa verde:

Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España

Camino de las Vueltas

Una vez visitada la Laguna del Raso del Baile, ya sólo nos queda volver al parking donde hemos dejado el coche. Lo más cómodo es volver sobre nuestros pasos y en la bifurcación del camino, coger el de la izquierda, el cual nos llevará por una pista muy cómoda (Camino de las Vueltas) hasta llegar al puente desde donde iniciamos la subida a los tejos. Desde ese puente hasta llegar al Puente de la Angostura, ya es terreno conocido porque lo hemos hecho a la ida, así que no hay pérdida:

Tejos Milenarios de Valhondillo y de la Roca, Rascafría, Madrid, España
 

Publicado por

fmarquezarroyo

Nací en la genial cosecha de 1981. Soy el planificador de la pareja (quizás tenga que ver que soy Informático y algo cuadriculado). Me gusta llevar todo bien atado para evitar sorpresas. Soy bastante robótico cuando salgo de viaje: puedo dormir pocas horas, no sentir las inclemencias del tiempo o patear muchos kilómetros, con tal de no dejarme cosas sin ver. No me gusta repetir ciudades con tantos sitios por descubrir... Cuando no estoy pensando en viajes (vivo en un wanderlust contínuo), me gusta ir al gimnasio, leer (fantasía y ciencia ficción, sobre todo) y jugar a las cartas (mus, tute, poker ... no por nada me llaman Timbas).

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