En Abril de 2024, realizamos una ruta en coche por los llamados «pueblos de colores» en Segovia:
El Muyo (Negro), Madriguera (Rojo), Serracín (Negro), Villacorta (Rojo), Martín Muñoz de Ayllón (Amarillo) y Alquité (Amarillo).
También forman parte de estos pueblos de colores: El Negredo (Rojo/Negro) y Becerril (Negro), los cuales dejaremos para otra ocasión que visitemos la zona.
Índice
El Muyo (Negro)
Se encuentra ubicado a 20 kilómetros de Riaza. Es el mejor ejemplo de los llamados «pueblos negros« de la Sierra de Ayllón. Se encuentra a 1.285 m. de altitud:
Su nombre significa «el mutilado», y posiblemente se refiere a que su fundador tuviera algún defecto físico:
Sus casas son de gran belleza, aunque el estado de conservación de algunos edificios sea deficiente, aunque durante nuestra visita tenía pinta que se estaban arreglando muchas de las casas:
Los tejados y paredes están realizados con lajas de pizarra negra:
Prácticamente todos los pueblos de la ruta tienen una zona de merendero y parque infantil:
Ésta en concreto, se encuentra al lado del teleclub o bar del pueblo:
Iglesia de San Cornelio Y San Cipriano
Se trata de un templo popular, con elementos de diveras épocas realizados en sucesivas reformas. El acceso se realiza por el muro sur a través de una puerta de medio punto protegida por un porche apoyado en dos columnas de piedra. El cuerpo de la iglesia se organiza en dos naves:
La espadaña se alza a los pies de la iglesia, y consta de dos cuerpos, el primero con una pequeña cornisa y el segundo con dos arcadas para el campanario:
Justo enfrente de la iglesia, se ubica la pintoresca casa del cura:
Madriguera (Rojo)
Es conocido por ser el más representativo entre los pueblos de la Sierra de Ayllón de «Arquitectura Roja«.
Merece la pena venir a esta zona sólo por ver este pueblo, a mi juicio, el más bonito de todos los de esta ruta:
Arquitectura de piedra ferruginosa y tierras arcillosas de color rojo (algunos muy intenso), que contrastan con cuarzos blancos y pizarras grises:
Es el pueblo más grande de esta sierra y muchos de sus vecinos hicieron fortuna gracias al trato de ganado y la arriería:
Los edificios en su mayoría son de finales del S. XIX y principios del XX, en los cuales las familias levantaron casas de dos plantas más la cámara, con piedras labradas de la zona y algunas de ellas con una destacable rejería en balcones y ventanas. También hay algunos balcones de madera propios de zonas serranas:
Este pueblo dispone de una zona de recreo infantil + merendero muy bonita, incluso dispone de frontón:
Iglesia de San Pedro Apóstol
Destaca por su gran tamaño en relación a la de otros pueblos de la zona, que se debe a que fue ampliada en varias fases entre los años 1700 y 1800:
Serracín (Negro)
Sarracinus seguramente refleje el origen de algún propietario, de etnia mozárabe (cristianos que habían estado o estaban aún bajo dominio musulmán).
En el S. XVIII, el pueblo llegó a tener 139 habitantes, aunque hoy en día sólo hay 11:
Aunque está considerado por muchos como un “pueblo negro” por el color de su arquitectura popular, se diferencia de El Muyo y Becerril, donde las construcciones son enteramente de pizarra, en que en él hay muros con acabado de revoco y también aparece arenisca ferruginosa en la sillería de los vanos:
Las casas tradicionales son muy humildes, y constan de una sola planta de forma rectangular. Se suelen cubrir con un tejado a tres aguas que sobresale de los muros formando grandes aleros:
Se agrupan formando pequeñas calles que confluyen en la plaza, donde manan dos fuentes:
A pesar de su reducido tamaño, también cuenta con un mini parque infantil:
Iglesia de la Natividad
Fue construido en 1702 por el maestro Juan Pérez. Se encuentra en estado de ruina, de la que sólo se conserva en relativo buen estado la espadaña, construida en tres cuerpos:
Ésta es francamente bella, debido a los colores de los materiales empleados. El inferior, construido en piedra roja, es el muro que cierra la nave. El cuerpo intermedio es de sillares blancos. El último cuerpo es un frontón rojo con arquillo central y rematado con pináculos blancos:
Villacorta (Rojo)
Destaca por el color de sus casas, de color rojo vivo, hechas siguiendo una larga tradición y utilizando los elementos que se encuentran en las tierras colindantes: tierras y piedras rojizas, y tejados segovianos de tejas de arcilla:
Siempre ha sido una localidad ganadera y agrícola, pues sus tierras son más apropiadas para el cultivo del cereal:
De nuevo, también consta de parque infantil para los más pequeños de la casa:
Hasta las fuentes son de color rojo e integradas en el paisaje:
Iglesia de Santa Catalina
Es un templo construido sobre planta de cruz latina, posiblemente a principios del S.XVII.
Toda la iglesia se levanta en mampostería de la piedra roja típica de lugar, siendo usada solo la piedra bien labrada para reforzar vanos y esquinas y construir la espadaña:
Área Recreativa: Ermita del Padre Eterno
Aunque se encuentra en el término de la localidad de Estebanvela, se encuentra muy cerca de Villacorta. Se trata de una hermosa dehesa boyal, donde encontramos la ermita del Padre Eterno, junto con la casa del santero y edificios para ganado:
Existen numerosas fuentes, bancos, mesas y zonas de barbacoa, así como una pradera muy agradable y chopos de grandes dimensiones que dan abundante sombra. Es el sitio perfecto para hacer un buen picnic familiar:
Al lado pasa el río Villacortilla, donde los niños se pueden entretener tirando alguna piedrecilla:
Martín Muñoz de Ayllón (Amarillo)
Se encuentra al pie de la sierra, rodeado de robles, y muy cerca del río Vadillo y está incluido en la ruta de los pueblos de colores, siendo el amarillo el que predomina:
El nombre proviene de un general del Cid, llamado Martín Muñoz (citado en el Cantar del Mio Cid). Esta localidad siempre ha sido de tradición ganadera, y comerciaban con leñas y carbón con los pueblos más alejados de la sierra.
Destaca su aspecto pintoresco, con los muros de cuarcita amarilla entremezclados con pizarra, los tejados al estilo segoviano y sus chimeneas, elaboradas con pedazos de teja:
Iglesia de San Martin de Tours
Es un templo sencillo y rústico que fue restaurado en el año 2001, ya que se encontraba en estado de ruina, tras derrumbarse la cubierta del edificio en 1994. En ella destaca su espadaña, de una combinación de rocas rojas y blancas de gran belleza:
Consta de una sola nave rematada por una cabecera ligeramente más alta. Al fondo se encuentra el coro y la pila bautismal:
Es la parte más bonita del pueblo, ya que hay unas fantásticas vistas panorámicas de la sierra. Hay un par de mesas de picnic, estratégicamente ubicadas. Desde aquí parte una pequeña ruta de senderismo, que lleva a la Chorrera de Pico Jarro, que tengo pendiente de realizar:
Alquité (Amarillo)
Se trata de otro pequeño pueblo, que destaca por su pintoresco caserío popular, ya que la mayoría de sus edificios estaban construidos con barro y cantos de cuarcita, así como con pizarra, lo que le daba un color amarillento característico:
El pueblo lleva el nombre de su fundador: Alquité, un nombre de origen bereber o mozárabe, que proviene del árabe “Al chite”, cuyo significado es “el gato”:
De nuevo, a la entrada del pueblo, hay un pequeño parque infantil y una mesa de picnic:
Iglesia de San Pedro
Es un templo románico de una sola nave rematada por cabecera cuadrangular. Ha sufrido diversas reformas, pero conserva una portada románica bellamente labrada.
La nave consta de dos cuerpos. La portada es un arco de medio punto, con una portada interior románica:
Visitar estos pueblos en una soleada jornada de primavera es un placer para los sentidos: son bonitos, pintorescos y poco visitados. Además no están especialmente lejos de Madrid (entre 1h 15′ y 1h 30′). Una excursión de día completo, muy recomendable.
Si tuviera que ordenar los pueblos en cuanto a su belleza, mi elección sería:
- Madriguera
- Villacorta
- El Muyo
- Martín Muñoz de Ayllón
- Serracín
- Alquité