DIARIO OCCITANIA (MIDY PYRÉNÉES) – PARTE II / IV
DIA 3: SABADO 13 OCTUBRE: TOULOUSE – CARCASSONE – ALBI
Alrededor de las 09:00 recogimos el coche de alquiler (
Sixt) en la Estación de Matabiau. La idea era recorrer durante 3 días los pueblos más bonitos de los alrededores de Toulouse.
El primer pueblo que visitamos fue Carcassone, al cual llegamos por una muy cómoda autopista de peaje:
Toulouse – Carcassone (1h 8′, peaje: 7,5€)
CARCASSONE
Parkings de pago en la Ciudad Medieval:
Parking P0 (5h, 9€)– coches + vehículos PMR (12 plazas) + parking clientes hoteles (entrada Puerta Narbonnaise). Es el más cercano a la Ciudad Medieval.
Parking P1: Chemin de Montlegun, a 400m de la Ciudad Medieval (entrada Puerta Narbonnaise)
Parking P2: Calle Dujardin Beaumetz (entrada Puerta d’Aude)
Aunque llevábamos apuntados algunos parking cercanos donde aparcar, conseguimos aparcar gratis en la calle: Rue Michel Maurette.
Porte d’Aude
También conocida como Puerta de Toulouse. Es una de las cuatro puertas (Burgo, Narbona, Saint-Nazaire y d’Aude) que dan acceso a la ciudadela de Carcassone.
Ésta se abre hacia el río Aude, en la parte oeste, por una de las zonas en las que el acceso al recinto fortificado resulta más difícil (se encuentra protegida por una barbacana, un castillete y un enorme matacán). Hay que subir una pequeña cuesta desde la zona donde aparcamos el coche, pero afortunadamente nada insalvable hoy en día, :).
En la época de nuestra visita había una obra temporal titulada «Círculos concéntricos excéntricos», realizada por el artista suizo Ticino Felice Varini con motivo de celebrarse el 20 aniversario de la inscripción de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad:
Castillo Condal (09:30 – 17:00) (9€)
Conviene no dormirse los laureles y tratar de estar pronto en el Castillo Condal, ya que aunque nuestra visita fue en Octubre (aunque era puente festivo en España por la fiesta del Pilar) fuera de temporada, había bastante gente para sacar la entrada y tuvimos que esperar 15 o 20 minutos para acceder a él. Es posible reservar las entradas por Internet para saltarse la cola, pero no lo sabíamos en ese momento. Seguramente sea muy buena idea hacerlo así en los meses de verano (que parece ser un parque temático de la cantidad de gente que hay).
El castillo, conocido como el “Palatium”, es una fortaleza defensiva y lugar de resistencia del siglo XII, que fue erigida por los vizcondes de Trencavel, familia poderosa del sur de Francia, vinculada a los condes de Toulouse:
Al final del puente de piedra, dominando los fosos, la puerta al castillo y único punto de acceso, está flanqueada por dos torres gemelas que defienden la entrada al patio principal. Probablemente data de los años 1230-1240.
Uno de los espacios más claramente apreciables del interior del castillo es la barbacana, de forma semicircular, constituye la puerta de acceso al castillo, se abre ante un ancho foso atravesado por un puente de piedra:
En las murallas del castillo se levantan nueve torres, siendo dos de ellas las más altas de la ciudad, la Torre de la Capilla y la Torre Pinte, de la época visigoda. El resto de las torres se construyeron a lo largo del S. XII y son idénticas tanto por dentro como por fuera: constan de cuatro plantas, incluyendo la planta baja:
Otro de los elementos característicos que conforman en castillo, son los matacanes, galerías de madera que permiten lanzar proyectiles diversos sobre los asaltantes. Se pueden contemplar desde 40 metros de altura por encima del patio:
El castillo es dominado por esta atalaya, denominada Torre Pinte:
Iglesia San Gimer
Esta es una de las tres iglesias diseñadas por Viollet le Duc a mediados del S. XIX. Su arquitectura se caracteriza por la visión gótica del famoso arquitecto:
Desde esta zona se aprecian buenas vistas de la Bastida de San Luis:
En la zona norte se encuentra una capilla dedicada a María, en la que se observa un ábside de época románica:
Teatro Jean-Deschamps
Haciendo el recorrido por las murallas, se llega hasta la zona de la Basílica de Saint Nazaire, pero antes se llega hasta este teatro que arroja unas vistas maravillosas en un marco incomparable:
Porte Narbonnaise
Constituye la puerta de acceso principal, ubicada en la parte este de la ciudad. Construida a finales del S. XIII, tiene dos torres de tres plantas. La puerta está reforzada con un doble rastrillo y defendida por matacanes y troneras.
No te olvides de saludar a la Dama Carcas, en el que algunas historias dicen que dio nombre a la ciudad:
Murallas
En el recinto hay dos murallas concéntricas (la primera del S. XIII y la segunda del S. XIV) separadas por una liza (de 1 km de circunferencia y usada para los torneos) y 52 torres de vigilancia, con un perímetro total de 3 kilómetros. Almenas y merlones rematan la parte alta de ambas murallas.
Donde mejor se aprecia este doble recinto amurallado es por la entrada de la Porte Narbonaisse:
Basílica de Saint-Nazaire (08:00 – 20:00)
Construida en el S. XI en piedra arenisca. Es de estilo románico, aunque fue ampliada en estilo gótico entre los S. XIII y XIV. Fue catedral hasta 1801 y en 1898 se le otorgó el título de basílica (pasando a ser catedral la Iglesia de Saint Michel que se encuentra en la Bastida de San Luis). El acceso al interior es gratuito:
En el interior, destacan las preciosas vidrieras, unas de las más bonitas de la región del Midi:
Carcassone
La verdad es que el resto de la ciudad se ha convertido en un sinfín de restaurantes y tiendas de souvenirs para dar servicio a la multitud de turistas que nos dejamos caer por allí. Los edificios se encuentran muy restaurados y la verdad que no nos gustó en exceso.
Puedes buscar los dos pozos (Pozo pequeño y Pozo grande) que alimentaban de agua la ciudad. El grande es el más antiguo (S. XIV). La leyenda afirmaba que en el fondo se escondía un tesoro:
Una vez abandonamos el recinto amurallado y nos dirigimos al restaurante, nos encontramos con unas bonitas casas antiguas, donde las puertas y ventanas presentaban unos azules bien bonitos:
Comimos en
Le Trivalou (69 Rue Trivalle) . Aquí probamos el Cassoulet, el plato más típico de Carcassone y esta zona, y que consiste en una especie de fabada en el que se cuecen trozos de carne (salchichas, costilla de cerdo o pato confitado). Otros restaurantes donde teníamos apuntados donde comer: Adelaide (frente Castillo, menu 16€), Fragrant des Lices (Cassoulet).
Pont Vieux
Desde el restaurante nos quedaba cerca este puente que conecta la antigua ciudad medieval (Cité) con la ciudad nueva (Bastida de San Luis). Sus aspecto no ha cambiado desde 1820, aunque se construyó en el S. XIV.
Justo al lado del puente, se encuentra el Jardín Bellevue, y unas notorias vistas de la ciudadela:
Una vez visitado Carcassone, pusimos rumbo a Albi. Aunque se puede retroceder hasta Toulouse por autopista y continuar hasta Albi, nosotros acortamos por una carretera de montaña para evitar el peaje, en la que se hacían menos kilómetros aunque se tardaba un poco más:
Carcassone – Albi (1h 45′, sin peaje)
ALBI
Nos alojamos en el 
Hotel Les Pasteliers (1 bis Rue Honoré de Balzac). Más que correcto para pasar una noche. El dueño del hotel fue muy amable y se paró a charlar unos minutos con nosotros, contándonos a qué se debía el nombre del hotel (relacionados con los comerciantes de los textiles teñidos de azul con el pigmento natural de la planta del pastel). El coche lo dejamos aparcado en un parking público muy grande y gratuito que se encuentra a 5 minutos caminando del hotel.
Después dimos un paseo por la zona más monumental de la ciudad, que quedaba a unos 10-15 minutos andando del hotel. Al día siguiente la veríamos con más calma, pero hay 4 sitios que no te puedes perder en una visita a esta ciudad: la increíble Catedral de Santa Cecilia (y visitar su interior), los jardines del Palacio de la Berbie (en su interior alberga el museo Toulouse-Lautrec), el Pont Vieux y sus vistas sobre la Catedral y la Colegiata y Claustro de Saint Salvi:
Catedral de Santa Cecilia
Palacio de la Berbie
Pont Vieux (Vistas Rio Tarn)
Después de esta primera vuelta de reconocimiento, acabamos cenando en una creperie llamada Creperie du Vigan (20 Lices Georges Pompidou).
Mañana acabaríamos de visitar la ciudad y continuar viaje, conociendo los preciosos pueblos de Cordes Sur Ciel y Conques.
