DIA 2: LUNES 1 MAYO 2017: KEUKENHOF
En nuestro segundo día en Amsterdam, realizamos una visita a los maravillosos jardines de Keukenhof. Si tu visita coincide con los días de apertura del parque (Marzo – Mayo), es más que recomendable acercarte hasta allí, especialmente si estás interesado en ver tulipanes:
Dependiendo de lo frío que haya sido el invierno, los tulipanes florecerán antes o después. Lo idóneo es verlos en su máximo apogeo. Para asegurar el tanto, es bastante probable que encuentres los jardines muy bonitos, si realizas la visita la segunda quincena de Abril o la primera de Mayo. Puede ser que florezcan algo antes o algo después, pero si el invierno ha transcurrido normal, ésa suele la mejor época para visitar los jardines. Así pues, convendría evitar Marzo, y a partir de la segunda semana de Mayo, o se corre el riesgo de no verlo en su plenitud.
Compramos las entradas online (combiticket), a un precio de 24€/persona. Incluye el traslado desde el bus 
858 (se coge en el aeropuerto) hasta Keukenhof más la entrada al parque. Si llegas la parque por otros medios, la entrada al mismo es de 16€//persona. También hay otros tickets, donde te recogen en otros puntos, como la Estación Central de Amsterdam por 29€/persona, pero a nosotros el aeropuerto nos pillaba cerca del alojamiento, y además teníamos la tarjeta de transporte.
Para llegar al aeropuerto, cogimos el bus 69 desde Hoekenes hasta Schiphol Airport. Una vez allí hay que buscar la parada del 858. Nosotros cuando fuimos, había junto a la parada un tulipán gigante inflable, por lo que se veía bien. Otra referencia que podéis tomar sobre donde se coge el bus, es salir a la calle por el Arrivals Hall 4, saliendo a la calle por donde la cafetería Starbucks). La frecuencia de buses es increíble, así que no hay que preocuparse de llegar a una hora determinada, en menos de 5 minutos tienes un bus que sale para Keukenhof. Así que si ves que hay bastante cola, no te preocupes demasiado.
El trayecto hasta Keukenhof dura unos 30 minutos, y te deja casi en la puerta del parque. A la entrada puede agobiar un poco, ya que está lleno de gente, pero luego el parque es inmenso (unas 32 hectáreas) y la gente se dispersa, y aunque esté bastante lleno, se pueden hacer todas las fotos que quieras sin que nos estorbemos unos a otros demasiado. Hay tulipanes para todos. Para que os hagáis una idea hay más de 7 millones de bulbos, de unas 800 variedades diferentes.
Como una imagen vale más que mil palabras, os dejamos algunas fotos de nuestra visita al parque:
No olvidéis llegar hasta la zona del molino, otro de los iconos de Holanda:
También encontraréis bellas vistas a tapices de flores, hasta donde llega la visión:
El parque también consta de varios pabellones, donde hay otros tipos de flores, pero nosotros principalmente caminamos por los exteriores:
Tampoco os dejéis sin ver la parte del lago, es realmente bonita:
Nos llevó toda la mañana recorrer tranquilamente el parque, y hacer muchísimas fotos. Como no hay muchas (ni especialmente buenas) opciones para comer en el parque, decidimos volver a Amsterdam, aunque llegamos un pelín tarde para comer.
Volvimos a coger el 858 para llegar a Schiphol. Justo al llegar, vimos el 69 y lo cogimos, ya que la idea inicial era comer por el barrio donde nos alojábamos, pero finalmente nos decidimos a ir al centro, así que cogimos el 
1 . Más o menos tardamos 1 hora y media desde Keukenhof hasta la Estación Central.
Eran alrededor de las 15:15, así que no nos entretuvimos mucho en admirar la preciosa fachada de la estación. Ésta fue construida a finales del S.XIX en estilo neorenacentista. Su diseño fue realizado por el mismo arquitecto del Rijksmuseum:
Muy cerca de la Estación Central, separada por un canal, se alza la Iglesia de San Nicolás (Sint Nicolaaskerk), también de finales del S.XIX y estilo neobarroco:
Teníamos anotado que había un lugar donde hacían unas tortillas muy ricas, así que sin perder tiempo, nos fuimos al 
Omelegg (Nieuwebrugsteeg, 24). Debe ser que teníamos mucha hambre, pero la verdad, que las tortillas estaban buenísimas. Muy recomendable, si estás cerca de la estación y quieres comer rápido y ligero:
Callejeamos por esa zona, descubriendo rincones realmente bonitos:
Un poco más adelante, llegamos al Barrio Chino, cuya calle principal es Zeedijk. En esta calle, está el He Hua Temple, es el templo budista más grande de Europa:
Estábamos entrando de lleno en el Barrio Rojo, el barrio de la prostitución, donde las chicas se ofrecen en los escaparates. A estas horas de la tarde parece un barrio normal, si no reparas en algunos de los letreros:
Enseguida llegamos hasta Oude Kerk (Iglesia Vieja), la más antigua de Amsterdam (S. XIV):
La verdad que a las iglesias no entrábamos por dentro, ya que el precio nos parecía desorbitado, alrededor de 10€/persona.
Sorprende encontrarse en la misma plaza, con un monumento de una mano tocando un pecho, parece ser que la han quitado varias veces, pero siempre vuelve a aparecer y al final han decidido mantenerla:
También en la misma plaza, hay un monumento a la prostituta Belle, contoneándose en el marco de una puerta. Se trata de la primera estatua dedicada a esta profesión. Debajo de la estatua, reza la leyenda: “Respect sex workers all over the world” :
Para hacer un poco de tiempo y ver el Barrio Rojo iluminado por la noche, dimos un paseo por Warmoesstraat, una céntrica calle con algunas tiendas curiosas como, como esta condonería:
O esta otra de helados de cannabis:
Muy cerquita, se llega a Beursplein (Plaza de la Bolsa), con el edificio de la Bolsa (Veurs van Berlage) de finales del S.XIX:
Beursplein se encuentra en medio de la calle Damrak, una calle recta que une la Estación Central con la Plaza Dam:
Seguimos callejeando, haciendo un poco de tiempo hasta que anocheciera. Recorrimos Kalverstraat, donde se encuentra la estrecha (e impronunciable) R.K.Kerk van de HH Petrus en Paulus:
Por la zona también está el museo de la ciudad (Amsterdam Museum), al que no entramos:
Si os interesa la arquitectura de las casas, especialmente aquellas con las fachadas inclinadas, al lado del Amsterdam Museum, en la calle Nieuwezijds Voorburgwal, hay un ejemplo muy bueno de casas antiguas que parece que se van a caer hacia adelante:
Ya empezaba a anochecer, así que volvimos al Barrio Rojo, para ver la zona iluminada por la noche, aquí el único consejo es respetar a las chicas y no hacerlas fotos en los escaparates:
Para cenar, tomamos el tranvía 1 hasta Leideseplein. Es una zona muy animada por la noche, llena de restaurantes y coffeeshops.
Intentamos ir al The Pantry, un restaurante de cocina tradicional holandesa, pero estaba llenísimo y no había mesa, así que dejamos reservada mesa para mañana y buscamos otro por la zona. Finalmente acabamos en Burguers and Beers (Lange Leidsedwarsstraat, 29), un local sin pretensiones, decorado modernito, y donde como no podía ser de otra forma tomamos hamburguesa y cerveza Heineken:
