DIA 2: VIERNES 19 JUNIO 2009
Como os comentamos en el post anterior, durante nuestra estancia en Estambul nos alojamos en el Naz Wooden House, en la zona de Sultanahmet.
Guardamos un precioso recuerdo de nuestros desayunos en la maravillosa terraza del hotel. Por un lado, con vistas al mar de Mármara, y a una pequeña mezquita, cuyos estruendosos altavoces nos despertaron alguna vez en la llamada a la oración de madrugada:
Por otro lado, la majestuosa Mezquita Azul. Con esas visitas, el desayuno sabía a gloria:
Y un poco más lejos, se alcanzaban a ver los minaretes y cúpula de Santa Sofía:
Estábamos en Junio, y hacía un día maravilloso. Es muy buena época para visitar la ciudad. No pudimos resistir hacernos más fotos en la Plaza de Sultanahmet:
Antes de hacerse más tarde, cruzamos la plaza, hasta llegar a Santa Sofía, que llegó a ser durante casi mil años la catedral más grande del mundo (no siempre ha sido mezquita), hasta que en 1520 se acabó la construcción de la Catedral de Sevilla:
En la actualidad no hay culto, ya que es un museo. Nada más entrar, te quedas impresionado con las dimensiones del conjunto. Llaman mucho la atención los gigantescos medallones (8 metros de diámetro) con los nombres en árabe de personajes ilustres del islam:
También es impresionante el minbar, el lugar desde donde el imam da los sermones (jutba):
No menos destacable es el mihrab, el cual indica a los fieles la dirección a La Meca:
No olvides subir a las galerías superiores a través de una rampa, ya que hay unos increíbles mosaicos. El más famoso es el de «Constantino y Zoe adorando a Cristo»:
Aunque hay muchos otros diseminados por el conjunto:
También merece la pena acceder a la terraza, donde tendrás vistas de las cúpulas de Santa Sofía y de la Mezquita Azul:
Tras quedar extasiados tras la visita, salimos de nuevo a la plaza, y nos encontramos con un niño vestido con un traje blanco, celebrando la ceremonia de la circuncisión, bastante habitual en la sociedad turca y seguramente influenciada por el judaísmo:
Al lado de Santa Sofía, se encuentra la Cisterna Yerebatan (Cisterna Sumergida o Palacio Sumergido), tiene casi 1500 años, y es la cisterna más grande de un total de 60 que se construyeron durante la época bizantina. Su misión era de abastecer de agua a la ciudad, si durante un asedio caía el Acueducto de Valens:
El techo está soportado por columnas de mármol, y llaman la atención algunas de ellas que tienen el rostro de Medusa esculpido en la parte inferior. Dicen que el rostro está de lado o boca abajo para evitar su fulminante mirada, que petrifica a quien la contempla:
De camino a la Mezquita Azul, y por uno de los laterales de la plaza, nos encontramos con la Fuente Germana:
En esta zona también se encuentra la Tumba del Sultan Ahmet. Ahmet ascendió al trono imperial con 13 años y murió a los 27. Junto a él, se encuentran los restos de su esposa Kösem (estrangulada en el Harén del Palacio Topkapi) y sus hijos Osman II, Murat y el Príncipe Beyazit:
En seguida llegamos a la Mezquita Azul, mandada construir por el sultán Ahmed I, en el S. XVII:
Es la única de la ciudad que consta de 6 alminares (minaretes). Algo que no sentó muy bien, ya que ese número estaba reservado a la mezquita de La Meca, la más sagrada de todas, así que se ordenó levantar un séptimo alminar en esta última:
Llegamos justo antes de la oración de los viernes, estaban preparando las alfombras para el rezo. La mezquita tiene una capacidad para unas 10.000 personas:
Aunque estas cifras fueron superadas por una nueva mezquita que se inauguró en Julio de 2016: la gigantesca Mezquita Çamlıca con capacidad para 37.500 fieles. No hay que olvidar que Estambul es una megalópolis de unos 15 millones de personas.
En cuanto al interior, es preciosa, decorada con miles de azulejos azules de Iznik:
Recordad que las mujeres deben llevar los hombres y el pelo tapado, aunque en todas las mezquitas te prestan las prendas a la entrada:
También consta de cientos de vidrieras que le da una luz y color especial a la mezquita. Llama la atención la lámpara a muy baja altura, que parece chocar con las cabezas:
En la propia Plaza de Sultanahmet, que como veis da mucho de sí, hay una serie de variopintos monumentos:
- Obelisco de Teodosio: Es el obelisco egipcio del faraón Tutmosis III, erigido en el Templo de Karnak y transportado a Constantinopla:
- Hipódromo: Ya no queda nada del antiguo hipódromo (salvo la forma de la plaza) y que tenía capacidad para unos 100.000 espectadores. Se estima que el hipódromo tenía unas dimensiones de 450 metros de largo y 130 metros de ancho:
- Columna de las Serpientes: Columna hecha en bronce y erigida para celebrar la victoria de los griegos sobre los persas durante las Guerras Médicas en el siglo V a.C. Fue trasladada al hipódromo desde el Templo de Apolo en Delfos:
- Obelisco de Constantino: Construido en bloques de piedra, contaba con una altura de 32 metros. Mandado restaurar por Constantino VII en el S.X:
- Palacio de Ibrahim Pasa: Llamado con anterioridad el Palacio del Hipódromo, fue el palacio de Ibrahim Pasha, gran visir de Solimán el Magnífico. Actualmente es el Museo de Artes Turcas e Islámicas:
Tras una mañana plagada de visitas, hicimos un alto para comer en el restaurante Amedros, un sitio acogedor con buena comida. Rematamos la misma tomando un té de manzana (Elma çayi). No somos muy de tés, pero éste estaba espectacular:
Por la tarde, visitamos una de las atracciones más visitadas de la ciudad: el famoso Gran Bazar (Kapalıçarşı), un gigantesco mercado del S. XV con más de 3000 puestos:
En el interior puedes encontrar de todo: artesanía, ropa, narguiles, joyas, lámparas:
Tan sólo te queda lidiar con los avezados y simpáticos vendedores que te tratarán de acercar a su negocio. Acuérdate de regatear todo. Puedes tirarte todas las horas que quieras aquí dentro:
En los alrededores del Gran Bazar, encontrarás otro montonazo de puestos con más artículos de todo tipo, así que puedes acabar un poco desorientado:
Decidimos parar en una famosa tetería: Çorlulu Ali Pasha (Yeniçeriler Cad, 36) con un gran ambiente: la gente fumando en las cachimbas tranquilamente, decorado con sus puffs, lamparitas de colores. Una atmósfera relajada donde incluso hablamos con algún parroquiano sobre fútbol. Muy recomendable:
Como nos gusta curiosear, y no conformarnos con las visitas más típicas, entramos a la Mezquita de Beyazit (Mezquita de las Palomas), es una de las más antiguas de Estambul (S. XVI), formaba parte de un gran complejo con una escuela (madrasa), cocina, parada de caravanas (caravanserai) y baño turco (hamam):
También en este barrio se pueden visitar las mezquitas de Gazi Atik Ali Pasa o la de Nuruosmaniye:
Por el camino, pasamos por un cementerio (mezarligi), y nos llamaron la atención algunas de las lápidas que tenían un turbante. Parece ser que las lápidas del periodo Otomano pertenecientes a hombres tienen un turbante en su parte superior y, el número de pliegues esculpidos en el turbante indican la clase social del difunto:
Alargando el paseo, llegamos hasta la bonita Puerta de la Universidad, la institución educativa más importante del país:
Aquí dimos por concluido el paseo vespertino y regresamos al hotel. Somos de andar bastante (y en esa época todavía jóvenes).
Por la noche, nos animamos a ir andando hasta la zona de Kumkapi, famosa por sus restaurantes de pescado, ya que es el barrio de los pescadores. Fuimos andando y tardamos unos 20 minutos desde el hotel, aunque la zona no estaba muy iluminada, pero hay que decir que no nos pareció muy peligroso.
Allí vimos un puesto de helado muy curioso (hay muchos por toda la ciudad), en el que el heladero trabaja el helado con unas varillas largas de metal como si fuera una masa cruda de pan. Este tipo de helado se llama Maraş dondurması, y los heladeros son unos auténticos acróbatas haciendo juegos para servirlo a los clientes. Todo un espectáculo:
El barrio está lleno de restaurantes, muy bonito iluminado por la noche. En casi todos ellos, puedes cenar en la primera planta. Los relaciones públicas son bastante pesados cantando las bondades de sus restaurantes:
Nosotros escogimos un poco al azar el restaurante Afrodit. Si somos sinceros no recordamos que tal estuvo la cena. Si vais a visitar la zona, estaría bien que echarais un ojo a qué restaurante ponen mejor para no equivocaros en la elección:
Ya de noce y de vuelta al hotel, pasamos al lado de la Mezquita Kucuk Aya Sofya (Pequeña Santa Sofía ó Iglesia de San Sergio y San Baco). Ya habíamos perdido la cuenta del número de mezquitas que habíamos visto en estos dos primeros días en la ciudad, pero parece que hayr como unas 3250 mezquitas repartidas por la misma: