POLONIA- RELATO DE VIAJE: PARTE VII/VII
DIA 8: SABADO 16 JUNIO 2018: CRACOVIA – MADRID
En nuestro último día en el país y tercero en Cracovia, visitamos el antiguo gueto judío en el barrio de Podgorze, cuya visita más destacada es la Fábrica de Oskar Schindler, así como la cara más desconocida del barrio judío de Kazimierz: el de sus iglesias cristianas. También nos dimos una última vuelta por el casco antiguo a modo de despedida de nuestro periplo por el país.
PODGORZE
El centro del barrio de Podgorze es la 
Plaza Bohaterow Getta, donde los nazis seleccionaban a los judíos que iban a ser mandados a los campos de concentración. Para llegar hasta allí desde nuestro apartamento de Kazimierz, nos bastaba con tomar un par de paradas del tranvía 
3 que para justo en la plaza más importante del barrio.
En esta plaza se encuentra el Monumento de las sillas, un homenaje de Roman Polanski para recordar a los judíos que tuvieron que partir con sus pertenencias a cuestas:
En la misma plaza, en una esquina se encuentra la 
Farmacia del Aguila (Plac Bohaterów Getta 18), regentada por el farmacéutico Tadeusz Pankiewicz, que junto con su personal prestó una permanente ayuda a los judíos. Su farmacia de guardia de 24h constituyó un lugar de contacto, reuniones e información:
Callejeando unos 10 minutos, se llega hasta el
Mocak (Museo de Arte Contemporaneo) (Lipowa 4), de arquitectura neomoderna e inaugurado en 2011:
Justo al lado del Mocak, se encuentra la famosísima Fábrica de Oskar Schindler (Lipowa 4F) (09:00 – 20:00), creada por este empresario alemán (oportunista y sin escrúpulos), miembro del partido nazi, para aprovecharse de la mano de obra judía barata y que sin embargo, con el paso del tiempo y viendo la crudeza con que eran tratados, acabó salvando la vida de unos 1200 trabajadores de su fábrica, gracias a sus contactos y a base de sobornos, y a costa de poner su propia vida en juego, para evitar que sus empleados acabaran en los campos de concentración y cámaras de gas.
Si se quiere profundizar en la temática, conviene ver antes de la visita, la película «La Lista de Schindler», una obra maestra de Steven Spielberg:
En la actualidad alberga la exposición permanente «Cracovia bajo la Ocupación Nazi«, y muestra la historia de la ciudad desde finales de 1939 hasta 1945:
Una buena parte de la exposición muestra objetos de época, horarios de trenes, modo de vida, …:
Aquí una comparación de un carro de bebé de la época y nuestro carrito :):
El recorrido muestra reconstrucciones, objetos audios y fotografías que tratan de plasmar los duros tiempos que los judíos vivieron bajo la ocupación nazi:
También aprendes que toda la ciudad fue germanizada, se cambiaron el nombre de las calles a su versión en alemán y el propio nombre de la ciudad a Krakau:
Hoy en día, no queda nada de la fábrica, pero sí que se conserva una sala que era el antiguo despacho de Oskar Schindler y una vitrina con todo el menaje y utensilios que se fabricaban en esta fábrica de esmaltados:
También se conservan uniformes, banderas de la época, panfletos anti comunistas, …:
La exposición termina con algunos recuerdos a la famosa lista de Schindler:
Aunque no es uno de los lugares más visitados, uno de los puntos más interesantes del barrio es el
Fragmento del muro del Guetto (Lwowska 29 y Limanowskiego 62), donde la cruel ironía de los nazis hizo levantar muros con forma de lápidas:
KAZIMIERZ
Una vez visitado lo más importante del barrio, tomamos de nuevo el tranvía 3 en sentido contrario, ya que teníamos pendientes algunas cosillas en Kazimierz.
Entre ellas, visitar las famosas Escaleras de la Lista de Schindler (Jozefa 12), concretamente de la escena de la película donde un niño logra escapar de una redada nazi, escondiéndose en el hueco de la escalera:
Comimos en uno de los restaurantes más recomendados de la ciudad, el
Restaurante Starka (Jozefa 14). Estuvo bastante bien, pero no fue el mejor en el que comimos de todo el viaje( nos quedamos con la comida en el Bagatela 12 de Varsovia del primer día):
Una vez con el estómago lleno, fuimos a conocer las tres iglesias cristianas más importantes del barrio.
La
Iglesia de Santa Catalina (Augustianska 7), un templo gótico del S. XIV, cuidada por padres agustinos hasta el día de hoy:
Es una de las iglesias más monumentales de la ciudad, y en su interior se aprecian numerosos frescos en los pasillos:
Sin duda, la más bonita y llamativa de las iglesias del barrio, es la Basílica del Corpus Christi (Bozego Ciala 26), considerada uno de los templos barrocos más bonitos de Centroeuropa. Construida en el siglo XIV, presenta un aspecto exterior imponente con estructura de ladrillo:
El interior muestra una atractiva mezcla de arquitectura gótica y barroca. Algunos de los elementos a destacar son la sillería del presbiterio, el púlpito con forma de barca y el Mausoleo de Vladislao II. También cuenta con el órgano más grande de la ciudad:
Otra iglesia a la que merece la pena acercarse (están todas cerquita) es laIglesia del Arcángel San Miguel y de San Estanislao (Church on the rock) (Skaleczna 15) (07:00 – 19:00):
En el altar mayor se encuentra la pintura de Tadeusz Kuntz (del siglo XVIII) que representa al patrón del templo, San Miguel Arcángel, venciendo a Lucifer:
Cuando llegamos se estaba celebrando una boda, parecía de gente de poder adquisitivo alto:
Merece la pena contemplar, nada más entrar a la derecha el Estanque de San Estanislao, el lugar en el que supuestamente se enterraron originalmente los restos del cuerpo desmembrado del mártir, muerto a manos de Boleslao II el Cruel, rey de Polonia.
CASCO ANTIGUO
Continuamos el paseo, llegando hasta el casco antiguo, pasando por delante de numerosas iglesias comoStradomska, Iglesia de San Bernardino, Iglesia de San Pedro y San Pablo o laBasílica Franciscana:
Una de las fachadas más hermosas es la delConvento de los Padres Dominicos, cuyo gablete de la fachada en forma de escalera está adornado con nichos ciegos y escudos de piedra:
Nos tocaba despedirnos de la ciudad, así que dimos una vuelta por el centro, la Maly Rynek, laBasílica de Santa María y la 
Lonja de los Paños, de las que ya os hablamos en posts anteriores:
El viaje tocaba a su fin, teníamos el vuelo a las 20:25, así que para ir al aeropuerto reservamos un traslado con Civitatis. Todo perfecto, a la hora prevista estaba el coche con la silla de bebé esperando en la puerta del apartamento. El precio de 22€ nos pareció bastante correcto. El trayecto hasta el aeropuerto es corto, unos 20 minutos desde Kazimierz.
La última imagen que tuvimos de Cracovia, fueron estas bonitas vistas desde el coche del
Castillo de Wavel:
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