DIARIO OCCITANIA (MIDY PYRÉNÉES) – PARTE IV / IV
DIA 5: LUNES 15 OCTUBRE: CONQUES – ROCAMADOUR – ST CIRQ LAPOPIE – TOULOUSE APT – MADRID
Este era el último día del viaje. Teníamos el vuelo de vuelta a las 21:20, así que teníamos todo el día por delante para visitar algunos pueblos más en esta ruta por Occitania (antiguamente Midi-Pyrénées). Después de pasar la noche en el precioso Conques, teníamos pensado visitar dos pueblos ubicados en el departamento de Lot: Rocamadour y St Cirq Lapopie.
Conques – Rocamadour (1h 40′)
Desde Conques a Rocamadour tardamos alrededor de hora y tres cuartos.
ROCAMADOUR
Aparcamos en el Parking du Château – Rocamadour (Parking del Castillo, gratuito, 300 plazas). Estaba prácticamente vacío en un lunes de temporada baja. Escogimos aparcar en el castillo, pues se encuentra en la parte alta del pueblo y para hacer las visitas iríamos bajando.
Como íbamos con la niña y si estábamos cansados, podríamos hacer la subida en ascensores. Básicamente hay 2 ascensores: uno que va de la parada del castillo a la zona media, que es donde están las iglesias, y otro ascensor diferente que va de la zona de las iglesias a la zona baja, que es donde se encuentra el pueblo en sí (casas, comercios y restaurantes). También puedes subir y bajar andando entre las distintas zonas.
Comenzamos nuestra visita por el Castillo, aunque lo que visita es el contorno amurallado. Un buen consejo es que llevéis suelto, porque en la entrada no hay nadie, se paga en unos tornos de tipo molinete giratorio en el que introduces una moneda de 2€ (sólo acepta monedas de 2€) y puedes acceder. Si no te toca que te cambie alguien que veas o acercarte a algún comercio cercano…
Como decíamos, sólo se puede hacer un pequeño recorrido por las murallas, una de las partes más bonitas es el jardín que hay en el patio:
El recorrido te lleva por los tejados, pudiendo contemplar la Torre del Reloj:
Seguramente, lo que más valga la pena es asomarte a los miradores y observar como los santuarios así como el propio castillo están incrustados en la roca, sobre el cañón del Río Alzou:
Para bajar a los santuarios, bajamos andando por un camino en forma de zig zag, llamado Chemin de Croix (Camino de la Cruz), que representa un Vía Crucis. Por el camino también se puede visitar la Capilla de St Michel, excavada en la roca:
Desde aquí se tienen también buenas vistas de la torre del reloj del castillo:
El camino termina justo en la Porte Saint-Martial (S. XIII), puerta de entrada a los santuarios:
Una vez que se cruza el túnel que hay en la Puerta de San Marcial, se accede a una plaza central conocida como la Ciudad Religiosa de Rocamadour, en la que se tiene acceso hasta a siete iglesias y capillas. Es por tanto un centro de peregrinación al que llegan casi un millón de visitantes al año. La villa forma parte del Camino de Santiago francés:
Lo primero que te encuentras de frente es el Palacio Abacial
El Santuario, catalogado como Patrimonio de la Humanidad, lo componen varias capillas: St Jean Baptiste, St Louis, St Michel, St Blaise, St Anne, Notre Dame y la Basílica de Saint Sauveur.
La verdad que una vez allí, nos encontramos algunas cerradas y es un poco confuso saber la que te encuentras visitando.
Una de las que más nos gustó es la Basílica St Saveur , con un maravilloso órgano:
Según las leyendas, el ermitaño Amadour (S. XII) pidió ser enterrado en una pequeña roca donde se encuentra la imagen de una Virgen Negra.
Años más tarde se descubre su cuerpo impoluto, y las voces empiezan a correr hablando del milagro. La conjugación del nombre del santo Amadour y de la roca formaron el nombre del pueblo.
Esto atrae a miles de peregrinos y curiosos hasta el lugar, hasta el punto que hoy en día es el destino religioso número uno en toda Francia:
Cripta de San Amador :
La capilla principal y la que no te debes perder es laCapilla Notre Dam, que es la que alberga la Virgen Negra:
Para conectar con la ciudad baja, existe una Gran Escalera, que a pesar de la fama de dureza que tiene tampoco nos pareció para tanto:
La parte baja de la ciudad se recorre muy rápido, ya que es una única calle
(Rue Roland le Preux), sin demasiado interés, salvo que quieras comer o hacer alguna compra en las numerosas tiendas que han proliferado ante el centro de peregrinación del santuario.
Para comer, seguimos los consejos de acercarse con el coche un par de kilómetros hasta L’Hospitalet , un pueblo minúsculo, con unas vistas increíbles de Rocamadour:
Comimos bien, sin grandes alardes, un menú del día en el restaurante
Au Panorama.
Otros restaurantes por la zona (más famosos y caros): Le Bellevue, Le Belvedere. Justo al lado de éste último (que es hotel-restaurante) hay unMirador con las afamadas vistas de Rocamadour, la verdad que son preciosas:
Rocamadour – St Cirq Lapopie (1h 10′)
Volvimos a coger el coche y nos dispusimos a visitar el último pueblo de nuestra ruta por esta bonita zona de Francia: St Cirq LaPopie.
ST CIRQ LAPOPIE
Hay varios parkings donde dejar el coche numerados del P1 al P6. Nosotros lo dejamos en el P5 Bancourel, el cual es el que mejor pilla andando del pueblo, a apenas 2 minutos:
Nada más poner un pie en el pueblo, sabes que estás en un lugar especial. El pueblo es precioso por donde lo mires, con esas ventanas y tejados rojizos:
Lo primero que nos encontramos fue la Place du Sombral (donde se ubica la Oficina de Turismo) y detrás de ésta se alza la Roca La Popie:
Nos tocó un día plomizo y llovía a ratos, y aún así nos pareció muy bonito el pueblo, así que en un día de sol debe resultar espectacular:
Todavía se conservan algunas casas de origen medieval:
Un edificio que no te puedes perder es el Ayuntamiento – Maison de la Fourdonne:
Otro punto de interés son las Ruinas del castillo de la familia Cardaillac, desde donde se obtiene una buena panorámica de la Iglesia fortificada:
Estos pueblos, la verdad, son todos tan pequeños y bonitos que no hace falta guía, sino ir siguiendo tu propio camino e ir descubriendo rincones encantadores:
Una de las mansiones más destacadas es la Maison of Saint-Cirq-Lapopie, con un aspecto de castillo:
Muy cerquita se encuentra la Casa-Museo Rignault (que sólo abre de Abril a Octubre), una antigua casa almenada del siglo XV ubicada sobre el acantilado, y magníficamente restaurada por Joseph Rignault. Alberga exposiciones temporales de arte moderno y contemporáneo:
Otra casa reputada en el pueblo es la Maison Daura, que actualmente es una residencia internacional de artistas:
Seguimos caminando hasta el final del pueblo, llegando a la Rue de la Pelissaria, que ofrece unas vistas privilegiadas:
Para merendar, acabamos en uno de los pocos sitios abiertos (nos pasó como en Conques), el restaurante La Tonelle, aquí os recomendamos probar los crepes que estaban brutales.
St Cirq Lapopie – Toulouse Blagnac Airport (1h 35′, peaje: 6,5€)
El viaje tocaba a su fin, ya sólo nos quedaba tomar la autopista de peaje, para llegar al aeropuerto de Toulouse Blagnac y dar carpetazo a estos 5 días descubriendo la bonita zona de Occitania.
TLS: 21:20 – MAD (T4): 22:45 (IBERIA EXPRESS)
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