Aprovechando el festivo del día de la Hispanidad, en Octubre de 2021, realizamos una visita a un precioso bosque de castaños, llamado el Castañar de El Tiemblo (Ávila). Tras comer en Cebreros, completamos el día visitando el histórico lugar de los Toros de Guisando y acercándonos a contemplar el Castillo de la Coracera, en San Martín de Valdeiglesias:
Índice
Ruta por el Castañar de El Tiemblo (corta)
4’5 KM | 1H 40′ | Baja | 116 M. | Todas | Sí | Sí | Sí |
Para realizar esta ruta, hay que alcanzar el parking de El Castañar, en el área Recreativa de El Regajo. Google Maps lo indica bien y nuestra recomendación es seguir sus indicaciones.
Una vez que se alcanza el pueblo de El Tiemblo, hay que coger la segunda rotonda del Paseo de Recoletos, donde hay un monumento a los Toros de Guisando, y girar a la izquierda. Un poco más adelante te encuentras con un control que regula el acceso al castañar.
El precio es de 6€ por vehículo y 2€ adicionales por adulto (niños gratis). También existe la posibilidad de esperar a que salga un autobús que sube al castañar, al precio de 2€ i/v por adulto.
Nosotros decidimos subir en coche. El camino son 8 kilómetros: 3 asfaltados y los últimos 5 por una pista de tierra. El camino es sencillo, pero hay que ir despacio porque hay alguna zona con acantilado y la carretera no está asfaltada. Cualquier coche puede subir, pero ojo, no iría con el coche limpio, porque se te van a llenar las ventanillas de tierra.
Nos encontramos en la cabecera de la garganta de la Yedra, donde los bosques mixtos de roble melojo o rebollo y castaño dan paso a un masa pura de esta especie el castaño (Castanea sativa), árbol caducifolio que pudo ser introducido o al menos difundido en la península en épocas romanas:
A lo largo de la ruta podremos observar diferentes especies de árboles y arbustos que acompañan al castaño o forman parte del sotobosque del castañar (majuelo, avellano, olmo de montaña, cerezo silvestre, sauces, acebo, arraclán, abedul, brezos, helechos, …), así como algunas especies de aves de carácter forestal (arrendajo, trepador azul, mirlo, zorzal, …).
Asimismo, en estos primeros compases de la ruta, también encontramos numerosas vacas, pastando apaciblemente:
En este comienzo de la senda, transitamos entre jóvenes castaños rectilíneos y espigados, dejando a la derecha una vaguada con avellanos, zarzas y rosales silvestres:
La ruta que hicimos nosotros por el castañar fue la corta de 4’5 km, pero hay versiones más largas (perfectamente realizables de 7’5 km). En nuestro caso la hicimos con una niña de 4 años y un niño de 1 año, que iba en mochila portabebé aunque la ruta se podría hacer perfectamente con un carrito todoterreno:
Fuente de los Cazueleros
A unos 500 metros del parking, nos encontramos con esta fuente, que en la época de nuestra visita no tenía agua:
Pasada la fuente de Los Cazueleros, tomamos el camino de la derecha en la bifurcación, para tras una suave y corta ascensión, llegar a una explanada donde el bosque se abre y se encuentra el Refugio de Majalavilla. Por el camino ya se empiezan a ver ejemplares de castaño más longevos:
Refugio de Majalavilla
A mediados del S. XX, muchos lugareños pasaban largas temporadas en el monte realizando actividades agrícolas, ganaderas y madereras, y para que pudieran refugiarse de las adversidades climatológicas, se construyeron varios albergues en lugares estratégicos. Éste es el más grande y mejor conservado de todos ellos, y en su interior hay graffitis con colores muy vistosos:
Castaño «El Abuelo»
A pocos metros del refugio se encuentra, este castaño colosal, el más viejo del lugar, que recibe cariñosamente el nombre de «El Abuelo«. Se cree que puede tener unos 600 años, y posee una altura de 20 m. y supera los 21 m. de perímetro a la altura de 1,30 m.:
Se comenta que en el hueco de su viejo tronco, se puede dar cabida a un rebaño de cabras:
Como recomendación, no os dejéis eclipsar por este castaño y daros la vuelta como hace la mayoría de la gente, ya que unos 50 m. más abajo hacia la derecha, hay otro ejemplar de castaño centenario grandioso, y extrañamente alejado de la mayoría de las miradas:
Si quieres coger el bosque en el mejor momento para ver el otoño, con esos colores rojos, ocres, marrones y todas las hojas en el suelo, la mejor época es finales de Octubre y primeros de Noviembre. Nuestra visita fue a mediados de Octubre, y aunque el aspecto del bosque era bien distinto, con mucho verde todavía, nos parecía siendo igual de bonito:
Praderas de la Garganta de la Yedra
A unos 700 m. (10′) desde «El Abuelo», nos encontramos con una estampa bucólica, unas praderas al lado de la Garganta de la Yedra. Un sitio ideal para parar a hacer un picnic:
Aquí hay un puente de madera que lleva hacia Las Barrancas, la versión más larga del recorrido , donde se puede observar un hermoso robledal de rebollo:
Nosotros seguimos de frente, y por el camino nos íbamos topando con otros ejemplares de buen porte:
Praderas de Garrido
Seguimos el camino paralelo al arroyo de la garganta de la Yedra, y a unos 500 m. desde el puente, llegamos a la explanada conocida como las Praderas de Garrido, donde siguiendo el camino giraremos hacia la izquierda para, atravesando un pequeño rebollar, desembocar en el paraje conocido por el Castañar de Resecadal:
Castaños del Resecadal
Enseguida llegamos a esta zona de castaños espectaculares, una de las más bonitas del bosque:
En unos pocos metros se encuentran varios grandiosos y ancianos castaños, con sus formas más o menos retorcidas y estupendo porte:
Por último, recordaros que no se pueden recoger castañas (aunque veais a gente con cestas como Caperucita), ni salir fuera de los senderos marcados (para no dañar la flora), y por supuesto, traernos de vuelta toda la basura que generemos (y si se puede, recoger la que encontremos). Seguro que os lleváis de recuerdo, la visión de los erizos de las castañas, esas cápsulas espinosas que le dan cobijo:
Un poco más adelante hay una bifurcación donde nosotros seguimos de frente, ya que llevaba más directo al Refugio de Majalavilla, pero se puede tomar el camino de la derecha, realizando una variante de la ruta que permite observar el Castaño del Codao. Se trata de una zona con mayor pendiente en la que el camino se hace más sinuoso y el bosque aparece salpicado de rocas graníticas.
Aquí dimos por concluida la visita a este maravilloso castañar, que estamos seguros que no os defraudará.
Cebreros
Es un pequeño pueblo de Ávila, cercano a El Tiemblo, en el Valle del Alberche. Nos acercamos aquí a comer tras la visita al castañar, para probar un buen chuletón de Ávila, en la preciosa terraza del restaurante Casa Cebreros.
Iglesia de Santiago Apóstol
Es una iglesia del S. XVI, cuyos planos fueron elaborados por Alonso de Covarrubias (arquitecto de la Catedral, el monasterio y el arzobispado de Toledo). Tras la muerte de éste, queda a cargo de las obras, Pedro de Tolosa, maestro de cantería del Monasterio de El Escorial. Es por esto, que la iglesia presente un estilo herreriano.
A la derecha encontramos la torre-campanario y la portada principal, en la que encontramos en una hornacina sobre pedestal, la escultura de Santiago Apóstol:
Plaza de España
Es el centro neurálgico de la villa, de dilatadas dimensiones y actualmente peatonal. A un lado de la plaza se encuentra la Iglesia de Santiago, y en el otro se levantan edificios emblemáticos como la casa consistorial (el edificio blanco de la izquierda):
Toros de Guisando
Una visita a esta zona no estaría completa, sin visitar un lugar histórico, que también se localiza en el término municipal de El Tiemblo, se trata de los famosos Toros de Guisando, una de las mejores manifestaciones artísticas de la España prerromana:
Estas esculturas zoomórficas, que representan cerdos y toros de una manera simbólica, fueron realizadas por los vetones, pueblo prerromano que llegó a ocupar las provincias de Ávila, Salamanca, Cáceres y parte de Toledo al menos desde el S. V a.C. hasta la conquista romana 136-133 a.C:
Están colocados según dirección norte-sur, mirando hacia la loma del cerro de Guisando, del que reciben su nombre, y a sus espaldas el arroyo Tórtolas, frontera natural que separa Castilla y León de Madrid:
Una de las posibles interpretaciones de las esculturas es que, dada la importancia de la ganadería para el pueblo vetón, las estatuas eran protectoras del ganado. También pudieron ser esculturas con fines funerarios/religiosos o simplemente como hitos en las cañadas:
En tiempo romano se realizo la inscripción latina del primer toro (según se entra por la puerta) que dice: LONGINUS PRISCOCALAET Q PATRI F C : «Longino se encargó de hacer (este monumento) para su padre, Prisco, de los Calaéticos«.
En época medieval, en este lugar se encontraba una humilde venta (lugar donde descansaban y avituallaban los que transitaban por la Cañada Real que pasaba por estas tierras), que tuvo una gran importancia histórica, ya que en ella se firmó en el S. XV (19 de Septiembre de 1468), la Jura de los Toros de Guisando, entre el rey Enrique IV de Castilla y su hermana Isabel (futura reina Isabel I de Castilla, conocida como Isabel la Católica), para reconocerla como princesa heredera del Reino de Castilla.
Lamentablemente, en la actualidad no quedan nada más que los cimientos de la Venta Juradera:
San Martín de Valdeiglesias
Es una histórica población, capital de la comarca de Sierra Oeste, en la provincia de Madrid, muy próxima a la de Ávila, de la cuál veníamos.
Castillo de la Coracera
Se construyó en 1434 por Don Álvaro de Luna, Condestable de Castilla y mano derecha del rey Juan II, padre de Isabel la Católica:
Sigue el modelo de residencia señorial fortificada más extendido en su época, con torre del homenaje y patio de armas rectangular con torres de flanqueo en sus tres esquinas, todo ello rodeado por un antemuro defensivo con foso:
Además de por Álvaro de Luna y sus descendientes, el castillo ha sido usado por diferentes figuras históricas: la reina Isabel la Católica residió en ella cuando fue proclamada heredera de la Corona de Castilla en la Jura de Guisando, que acabábamos de visitar:
Durante la Guerra de la Independencia fue ocupado por las tropas napoleónicas, y en la Guerra Civil albergó a la Legión Cóndor:
Iglesia de San Martín Obispo
Se trata de una iglesia sobria y monumental, de estilo herreriano.
El mal estado de la construcción medieval provocó una reforma integral en el S. XVII, con planos del arquitecto Pedro Sánchez: