Diario Marruecos – Febrero 2023: Día 1: Marrakech: Zocos, Rahba Kedima, Madraza de Ben Youssef, Museo de Marrakech, Koubba

En Febrero de 2023, como celebración atrasada de mi 40 cumpleaños y escapada romántica (sin niños) por San Valentín, nos acercamos a conocer Marrakech. Una ciudad ideal para pasar un fin de semana, ya que la ciudad se puede ver en un par de días bien aprovechados.

Tan cerca (a menos de 2 horas de avión) en cuanto a distancia y a la vez tan lejos culturalmente, se trata de una ciudad de contrastes, colores estridentes, bulliciosa, caótica y fascinante.

DIA 1: VIERNES 17 FEBRERO 2023

Llegamos puntuales en un vuelo de Iberia, con salida de Madrid a las 10:00 (T4-S) y llegada a Marrakech a las 11:55.

A la entrada al país, aparte del pasaporte, te requieren un formulario sanitario que te puedes descargar con anterioridad o bien puedes recoger en el propio aeropuerto. Algunas veces las aerolíneas también los llevan. En cualquier caso, recomendable llevar bolígrafo, porque no abundan en el aeropuerto.

Hay bastante cola para entregar el pasaporte, pero va rápido porque hay unos 30 puestos de policía. Este trámite nos llevó unos 15-20′.

A pesar de ir sólo con equipaje de mano, al embarcar nos obligaron a dejar la maleta de mano en la bodega del avión, ya que se encontraba todo el espacio de la cabina lleno, así que tuvimos que recoger el equipaje en la cinta. Cuando pasamos el control, ya estaban nuestras maletas dando vueltas, así que ningún tiempo de espera. El aeropuerto es bonito, muy moderno y pequeñito.

El traslado al hotel, no nos complicamos nada, lo cogimos con nuestro riad. Todos los riads de la medina te lo van a ofrecer. Entre 30 y 40 euros el traslado de tu grupo del aeropuerto al riad y viceversa.

Nosotros contratamos con el riad un «paquete romántico» que consistía en traslados, cesta de frutas y flores de bienvenida, hammam (45′) + masaje relajante (1h) + cena. Preguntad en el riad que os alojéis que seguro tienen ofertas de este estilo. Doy por hecho que os alojaréis en el riad, porque es una de las mejores cosas que puedes hacer en la ciudad, la verdad. También hay hoteles, sobre todo en la parte nueva, pero parte de la gracia de Marrakech, creo que es alojarte en un sitio de este estilo.

Plaza Jemaa el Fna

El traslado al riad en nuestro caso, fue en taxi/van (privada) hasta llegar a la Plaza Jemaa el Fna. Una vez allí, el taxista llama a una persona que va a llevar tus maletas en una «Carrossa«, similar a ésta. Mola el tuneo:

Marrakech, Marruecos

Nuestro «Carrossa Trolley Man» parecía un poco personaje. Un turista despistado se cruzó sin mirar, y le pasó con toda la carretilla por encima del pie. Empezaba bien la cosa. El turista gritando de dolor y varias personas se acercaron a increpar a nuestro amigo. La cosa no pasó a mayores.

Seguimos a nuestro carretillero, cruzando la plaza y deleitándonos con los coloridos tuks-tuks, los puestos de brillantes naranjas minuciosamente colocadas, alguna mezquita camuflada entre todo tipo de variopintos personajes: tatuadoras de henna, un hombre con un mono con la camiseta del 10 de Messi de la selección argentina, otro grupo haciendo que bailara una cobra a cambio de unos dirhams por echarte una foto, …. Todo un espectáculo para los sentidos:

Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos

Por cierto, tanto los de las cobras como los de los monos, si te ven de tapadillo tirando una foto te van a pedir dinero sí o sí. Están con 1000 ojos, y si no les das dinero, se pueden poner un poco agresivos:

Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos

También empezamos a ver algunas de esas tiendas de especias tan coloridas. Creo que nunca he estado en una ciudad con tantas tiendas tan instagrameables. La ciudad entera es un zoco, vayas por donde vayas y me imagino que la competencia es brutal, y al final te acabas parando en aquellas que más te entran por el ojo:

Marrakech, Marruecos

Riad Bamboo

Nos alojamos en este pequeño riad, ubicado en el centro de la medina, a menos de 5′ andando de la plaza Jemaa El Fna.

Para recibirnos, nos prepararon unos ricos teś acompañados de unos cuantos pastelillos típicos árabes. Estaban buenísimos, pero te tiene que gustar el dulce:

Marrakech, Marruecos

Los riads son pequeños edificios tradicionales reformados en establecimientos hoteleros con mucho encanto. Los encontrarás de toda gama de precios, más o menos modernos, con más o menos servicios, pero todos tienen una pinta genial, ya que la competencia es feroz.

No suelen tener demasiadas habitaciones, por lo que se garantiza la tranquilidad y el descanso (a no ser que tengas alguna mezquita cercana, cuya llamada a la oración de la madrugada seguramente te despierte):

Marrakech, Marruecos

Suelen estar organizados a través de un patio central, alrededor del cual se articulan las habitaciones y el resto de salas comunes:

Marrakech, Marruecos

A nivel logístico, hay que tener en cuenta que el pago con tarjeta de crédito no está demasiado extendido. Casi todo lo tendrás que pagar en efectivo en la moneda local (dirhams, 1 DH = 10 u 11 euros).

En todos los foros indican que la mejor oficina de cambio de la ciudad se encuentra en el Hotel Ali. Así lo hicimos nosotros y nos dieron buen cambio. Tuvimos que esperar 30 minutos, a que vinieran los empleados a abrir (llegamos sobre las 14:00). Puede ser que estuvieran comiendo o quizás hubieran parado para rezar. La cola detrás nuestra para cambiar era bastante importante, aunque iban muy muy rápido.

El hotel se encuentra en una de las calles que salen de la plaza de Jamaa el Fna, prácticamente se podría decir que se encuentra en la propia plaza. En la zona hay también numerosos cajeros ATM por si prefieres sacar con la tarjeta.

Comida: Cuisine de Terroir (118 Rue Kennaria)

Se trata de un restaurante familiar, con muy buena atención por parte de los camareros y el dueño. Tiene terraza en la parte superior. Probamos dos de los platos más típicos marroquís: el tagine (guiso de carne con verduras y frutas) y la pastela (también llamado pastilla, un hojaldre de pollo y almendras):

Zocos

Un ‘zoco‘ es el nombre que los árabes dan a un mercado o ‘bazar‘. Tradicionalmente al aire libre. Era un área donde los comerciantes que pasaban por la ciudad se detenían para intercambiar productos y refrescarse.

Como esto era poco frecuente, el área se utilizó para otras funciones durante todo el año. A medida que el comercio y la población aumentaron a lo largo de los años, también lo hizo la frecuencia y el zoco se convirtió en un elemento básico para los lugareños y visitantes para reponer los elementos esenciales necesarios en el hogar, no solo dentro de la Medina, sino también fuera de ella.

Es por eso que los lugareños comenzaron zocos en su propio vecindario, algunos de los cuales luego se mezclaron en el zoco principal. Lo que hace que los zocos o mercados en Marrakech sean fabulosos es la presencia de artículos exóticos como babuchas, linternas, alfombras, artículos de cuero, … además de las frutas, verduras y especias locales.

La entrada principal y más turística a los zocos es desde la parte norte de la Plaza Jemaa el Fna, concretamente en este punto. Aquí comienza el Souk Semmarine, y para ayudar a identificarlo, la entrada consta de un arco.

Este mapa ilustra algunos de los zocos que puedes encontrar, divididos por oficios:

1. Zoco Rahba Kedima: Especias, ungüentos usados por los sanadores, cestas
2. Zoco El Batna: Pieles que se venden listas para trabajarse
3. Zoco El Maazi: Pieles de cabra
4. Zoco Zrabia: Mercado principal de alfombras
5. Zoco El Kebir: Pieles trabajadas o marroquinería
6. Zoco Fakharina
7. Zoco Siyyaghin; Mercado de las joyas
8. Alcaicerías; Antes las mercancías más valiosas, ahora se vende ropa
9. Zoco Smata: Babuchas, cinturones
10. Museo de Marrakech
11. Madraza de Ben Youssef
12. Mezquita de Ben Youssef
13. Zoco Kimakhin: Instrumentos de cuerda
14. Zoco El Bradiia; Jarras
15. Zoco Addadine; Latón, cobre
16. Zoco Nahhasin: Latón, cobre
17. Zoco Chouari: Cestería, madera
18. Zoco de los tintoreros
19. Mezquita Mouassine
20. Zoco Semmarine: Ropa
21. Antiguo mercado de esclavos

Nosotros entramos por el Souk Semmarine y fuimos prácticamente rectos hasta llegar a la zona de la Madrasa de Ben Youseff y el Museo de Marrakech. Hacia la mitad de camino, si tomas una calle que se abre a la derecha, llegas hasta la Plaza de Rahba Kedima, una de las más bonitas de los zocos. Pasarás por un montón de tiendas preciosas, y por supuesto, te puedes poner a callejear y perderte todo lo que quieras.

A nosotros nos sobró tiempo para, a la vuelta de visitar los monumentos, acabar comprándonos una alfombra de 3 m x 1’80 m. (previo regateo), la cual te empaquetan de tal forma que te cabe en la maleta de mano. La sacamos a mucho mejor precio del que costaría una similar en Madrid, aunque seguro que fuimos una presa fácil para el veterano vendedor del zoco curtido en millones de regateos. Se llamaba MustafáEl Elegido«) y uno de los recuerdos que me llevo del viaje fue el regateo y breve conversación que tuvimos con él.

Alimentación

Marrakech, Marruecos

Babuchas

Marrakech, Marruecos

Lámparas

Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos

Cuero

Los artesanos marroquís son increiblemente hábiles trabajando el cuero, así que vas a encontrar por la ciudad muchísimas tiendas que venden bolsos y cinturones de gran calidad:

Marrakech, Marruecos

Pastelería (Patisserie Belkabir, Souk Semmarine, #65)

Los marroquíes son muy golosos y adoran acabar las comidas con pastelillos que acompañan al tradicional té con menta. Todos tienen una pinta tremenda:

Marrakech, Marruecos

Rahba Kedima (Place des Epices)

Esta plaza es uno de los lugares más pintorescos de la medina. Es en esta pequeña plaza al aire libre, perdida en medio del zoco, donde, hasta 1920, acudían personas de los alrededores para vender trigo, maíz y cebada del cercano valle de Ourika.

Y lo que es más sorprendente, hasta entonces también se vendían esclavos allí en subasta. Hoy en día, es una parada turística ineludible en el recorrido de los zocos; entre los numerosos objetos de mimbre (cestas, canastos) se venden especias y productos naturales, en particular la henna (para teñir y fortalecer el cabello), así como el kohl (maquillaje negro).

En torno a esta plaza se sitúan también los puestos de los boticarios y otros curanderos, muy respetados por los marrakchis, grandes amantes de los productos con propiedades curativas:

Marrakech, Marruecos

Especias (Herboristerie Avicenne)

Ubicado en la propia Rahba Kedima, es uno de los puestos más fotogénicos de toda la ciudad. El colorido de la tienda es brutal:

Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos

Alfombras:

Al lado del Cafe des Epices, se encuentra el mercado principal de alfombras, es un lugar que se encuentra techado, En los alrededores de la plaza, también hay bastantes sitios que las venden:

Marrakech, Marruecos

Cerámica

Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos

Cestería

Marrakech, Marruecos

Una vez atravesados los zocos, se llega a una zona en su parte norte con monumentos de gran interés: la Madrasa de Ben Youseff, el Museo de Marrakech y la Kouba Almorávide:

Madraza de Ben Youssef

09:00 – 18:00, 50 DH

En el S. XVI, Abdallah El Ghalib (1517 – 1574), se convirtió en Sultán de la Dinastía Saadí a la edad de 40 años. Es el hermano mayor del Sultán Ahmed el Mansour, constructor del Palacio El Badi, que reinó desde 1578 a 1603. Después de un desarrollo de la medina hacia los distritos de Mouassine y Koutoubia, se liberó un espacio cerca de la mezquita Ben Youssef.

Abdallah El Ghalib ordenó la construcción de esta escuela coránica “Madrassa Ben Youssef” al este de la mezquita, en el sitio de la primera medersa del período meriní. Terminó su construcción entre 1564 y 1565. Gran constructor, fue Moulay Abdallah quien, ya en 1558, reunió a todos los judíos de Marrakech en un distrito de 18 hectáreas (Mellah). También hizo construir en Marrakech la gran mezquita de Mouassine (1573), la fuente pública de Mouassine (1570) y el mausoleo de Sidi Youssef Ben Ali:

Marrakech, Marruecos

Marruecos es el país musulmán con más medersas. Medersa se puede traducir como Universidad. Sin embargo, las medersas no eran escuelas coránicas en sentido estricto, sino residencias de estudiantes, albergues para jóvenes que no vivían en Marrakech. Las clases se impartían en mezquitas cercanas. Las universidades coránicas servían como centro de formación y oración:

Marrakech, Marruecos

Con planta cuadrilátera y una superficie construida de 1680 m2, es la más grande de Marruecos. La madrasa tenía 132 habitaciones para estudiantes de fuera de Marrakech y podía albergar hasta 900 estudiantes, incluidos 100 extranjeros. Se utilizó como campus universitario donde los estudiantes vivían, estudiaban y dormían. Fue al lado, en la mezquita Ben Youssef, donde los profesores daban las clases. Ésto ocurrió durante 4 siglos.

La decoración de la medersa es extremadamente armoniosa y es el resultado de una refinada mezcla de madera de cedro, mármol, zelliges y yeso. Las fachadas son luego finamente talladas en yeso con motivos en forma de diamante:

Marrakech, Marruecos

Entrada

Cuenta con una sola entrada. Bajo un porche cubierto, aparece la puerta de entrada de bronce, decorada con una inscripción en honor al fundador de la medersa: Sultan Saadien Abdallah El Ghalib. A través de un largo corredor flanqueado por claraboyas y hermosos techos de cedro, se accede a una habitación que da acceso a una escalera, el patio y pasillos que conducen a las habitaciones de los estudiantes:

Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos

Patio Central

Pavimentado con baldosas de mármol blanco, contiene en su centro un gran estanque de poca profundidad, utilizado para las abluciones. Las 4 fachadas del patio están muy finamente trabajadas;

Marrakech, Marruecos

El estanque central le da al patio una sensación de plenitud y un aporte estético al multiplicar las perspectivas del edificio:

Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos

Sala de Oración

El dintel de la sala de oración muestra una petición de alabanza al fundador de la medersa. La sala de oración tiene 3 naves. A derecha e izquierda, a ambos lados, dos pilares de mármol de carrara rematados por arcos de yeso cincelado delimitan dos espacios reservados para la oración.

Enfrente hay una sala arqueada que contiene el mihrab, donde se encuentra el imán, el guía de oración. El acceso al mirhab se realiza a través de un arco quebrado realizado en yeso tallado.

La cúpula central está construida en madera de cedro tallada con motivos florales. El techo está formado por octógonos. El número 8 está muy presente en el motivo, generalmente se asimila a monumentos funerarios:

Marrakech, Marruecos

Habitaciones

132 habitaciones para estudiantes que se encuentran repartidas en ambos lados del edificio, alrededor del patio central. Se distribuyen, en 2 niveles, alrededor de los 6 pequeños patios. Son todas idénticas, miden 9 m2. Dos de ellas reconstruyen el ambiente de la época, con habitaciones para estudiantes de origen rural y estudiantes de origen urbano:

Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos

Sala de Abluciones

En la planta baja, la primera sala a la derecha, en dirección al patio, es para las abluciones. Flanqueado por 4 columnas de mármol y una pequeña piscina, fue aquí donde los estudiantes se prepararon para la oración. Las abluciones permiten la purificación ritual en el Islam.

Museo de Marrakech

09:00 – 12:00, 15:00 – 18:00, 50 DH

Exhibe una colección de arte marroquí dentro de los decadentes salones del Palacio Mnebhi:

Marrakech, Marruecos

Es uno de los museos más antiguos de Marrakech y parece anticuado en comparación con otros, pero tiene unas salas muy bonitas y fotogénicas. Es de esos museos donde el continente es más interesante que el contenido:

Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos

El patio interior central, con sus arcos de cedro, vidrieras y zellige (azulejos de mosaico geométrico colorido), es lo más destacado, incluida una impresionante lámpara de araña compuesta de planchas metálicas decoradas con cortes geométricos:

Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos

El palacio fue una vez el hogar de Mehdi Mnebhi, ministro de defensa durante el problemático reinado del sultán Moulay Abdelaziz (1894-1908). Mientras Mnebhi estaba fuera recibiendo una medalla de la reina Victoria, Inglaterra conspiró con Francia y España para colonizar el norte de África, y el autócrata Pasha Glaoui robó su palacio:

Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos

Después de la independencia, el edificio fue incautado por el estado y se convirtió en la primera escuela de niñas de Marrakech en 1965. Fue solo después de una minuciosa restauración en 1997 que el palacio abrió sus puertas al público, con la función de museo:

Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos

Koubba almorávide

(09:00 – 17:00)

Se trata de una construcción del S. XII que se usaba, entre otras cosas, como estanque para las abluciones de los fieles que acudían a la cercana mezquita de Ben Youseff. La koubba era parte de un sofisticado sistema de administración de aguas, donde había letrinas, fuentes y cisternas, dónde todavía hoy quedan vestigios:

Marrakech, Marruecos

Arquitectónicamente tiene un gran valor y está considerada una de las obras más importantes de arte musulmán de la ciudad y el único testimonio del arte almorávide de Marrakech.

Hay que prestar atención a las formas de las ventanas, que luego se convertirían en casi un símbolo de los almohades y de la dinastía Benimerín:

Marrakech, Marruecos

La estructura fue renovada en los S. XVI y XIX, siendo descubierta nuevamente a mediados del S. XX y excavada hasta ponerla en el estado en el que se encuentra en la actualidad, tras unas muy recientes reformas.

Llegamos justo a las 17:00 y ya la estaban cerrado, pero la verdad es que se ve perfectamente desde fuera.

Mezquita de Ben Youseff

Lleva el nombre del emir almorávide Ali ibn Yusuf. Es la mezquita más antigua e importante de Marrakech. Como en todas las mezquitas de la ciudad, está prohibido el acceso a los no musulmanes.

La mezquita tiene una planta cuadrada de 64 m. de lado. Cuenta con un gran patio interno (sahn), de 40 m. x 30 m., con una fuente central y rodeado de galerías al norte, sur y oeste.

El minarete, ubicado en la esquina suroeste de la mezquita, tiene una forma tradicional con una base cuadrada de 8 m. de lado. Tiene alrededor de 40 m. de altura:

Marrakech, Marruecos

Hammam + Masaje + Cena: Riad Bamboo

Como decíamos anteriormente, teníamos contratado este pack, y decidimos hacerlo este primer día del viaje para así relajarnos un poco de las primeras horas y del viaje en avión.

Otra ventaja de darte el hammam y masaje en tu riad, es que no tienes que estar cruzando la medina (con el consiguiente polvo, ruidos, bullicio, etc.), por lo que creo que disfrutas más de la experiencia.

Nuestro riad tenía terraza y el desayuno o la cena lo podías pedir a la hora que quisieras y si lo querías tomar en el patio central o en la terraza:

Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos

Al igual que en los baños romanos, el hammam en la historia de Marrakech consta de varias salas de diferentes temperaturas: la sala de recepción se llama al-maslakh (frío en árabe); luego el baño, sin calefacción, se llama barid, la siguiente habitación con calefacción moderada se llama wastani, y finalmente la habitación con más calefacción se llama harara (cálido en árabe).

Sin embargo, los baños desaparecen porque se consideran impuros porque el agua se estanca. Los musulmanes prefieren habitaciones cálidas y húmedas con grifos y agua corriente.

En el caso del hammam de nuestro riad (muy pequeñito), tan sólo había una sala de masajes, otra sala de recepcón, donde te desnudabas (recomendable bañador mejor que calzoncillo porque en el hammam te empapan) y donde después del hammam te daban un té y la propia sala del hammam en sí:

Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos
Marrakech, Marruecos

El hammam duró 45′ y el masaje posterior 1h (desde la punta de los pies, hasta el último pelo de la cabeza). Totalmente recomendable. Creo que podría hacer esa misma operación todos los días del año.

La cena nos la sirvieron en el patio central. En nuestro caso venía cerrada, unos mezzes a modo de entrantes y un rico tagine:

Marrakech, Marruecos

Fue un buen colofón a estas primeras horas en la ciudad. Al dia siguiente (nuestro último día completo, que escapada más corta, jaja) visitaríamos lo más destacado de la ciudad: Mezquita Koutoubia, Bab Agnou, Tumbas Saadíes, Palacio Badi, Museo Dar Si Said, Palacio Bahía y las vistas de la Plaza Jemaa el-Fna, desde una terraza panorámica.

 

Publicado por

fmarquezarroyo

Nací en la genial cosecha de 1981. Soy el planificador de la pareja (quizás tenga que ver que soy Informático y algo cuadriculado). Me gusta llevar todo bien atado para evitar sorpresas. Soy bastante robótico cuando salgo de viaje: puedo dormir pocas horas, no sentir las inclemencias del tiempo o patear muchos kilómetros, con tal de no dejarme cosas sin ver. No me gusta repetir ciudades con tantos sitios por descubrir... Cuando no estoy pensando en viajes (vivo en un wanderlust contínuo), me gusta ir al gimnasio, leer (fantasía y ciencia ficción, sobre todo) y jugar a las cartas (mus, tute, poker ... no por nada me llaman Timbas).

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