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SABADO 14 OCTUBRE 2006
Sintra es la excursión más recomendable a realizar desde Lisboa. A nuestro juicio, imprescindible si estás en la capital portuguesa. En un día hay tiempo suficiente para conocer sus encantos, aunque la zona (Sintra está ubicada en la sierra, en un Parque Natural) da para algunos días más si tienes tiempo suficiente, lo cual no suele ser el caso.
Sintra
Es un pueblo declarado Patrimonio de la Humanidad, a tan sólo 25 km de Lisboa, unos 45′ en tren (la forma más cómoda y recomendable de llegar ya que apenas hay espacio para aparcar).
Una vez llegado a la estación de tren de Sintra, lo más cómodo es coger un autobús que sube al Palacio da Pena, la alternativa es recorrer 3 km cuesta arriba. El autobús se llena, porque Sintra es de las localidades más turísticas de todo Portugal, así que conviene madrugar.
Durante el S. XIX, Sintra se convirtió en el lugar de veraneo de la aristocracia portuguesa, gracias a su buen clima y a su cercanía a la capital del país:

Palacio da Pena
Es el más destacado de los palacios y fincas señoriales que nos encontramos en la zona histórica. Está situado en el punto más alto de una colina situada a pocos kilómetros del centro (pena significa «peña» en portugués).
Es el máximo exponente del romanticismo del S. XIX en Portugal. Funcionó como residencia de la familia real hasta la la implantación de la República en Portugal y desde 1911 abrió sus puertas al público como museo:

La arquitectura del palacio llama la atención por sus cúpulas acebolladas, sus arcos de herradura de estilo morisco y sus torres con almenas de colores rosa y amarillo:

A lo largo del palacio, hay elementos inspirados en los estilos góticos, manuelino, islámico y renacentista:



Debido a su privilegiada posición, desde los patios abiertos al exterior, se aprecian impresionantes vistas de la Sierra de Sintra y de la costa:

En el interior, podremos contemplar las habitaciones, el mobiliario y los enseres de los miembros de la realeza portuguesa del S. XIX.
Castelo dos Mouros
Se remonta a los primeros tiempos de la ocupación de la península por los moros (S. VIII). Fue conquistado definitivamente, tras varias tentativas, por D. Afonso Henriques, en 1147:

El Castillo presenta planta adaptada al escabroso terreno con cerca de 450 m. de perímetro y 12.000 m2 de área, aprovechando el fuerte macizo rocoso como defensa natural casi infranqueable por los posibles enemigos:



En el período romántico, hacia 1860, las murallas fueron restauradas bajo el control de D. Fernando II, que plantó de árboles las zonas circundantes. Como veis, las vistas desde todos los puntos del castillo son maravillosas, aunque tienes que estar preparado para subir muchas escaleras:


Palacio Nacional
Palacio Real de época medieval, en cuyo exterior destacan dos grandes chimeneas cónicas de la cocina, de 33 m. de altura:

Sintra fue el enclave predilecto de los reyes portugueses, aunque el palacio actual se debe a D. João I, que lo reconstruyó, y a D. Manuel I, que lo enriqueció:

En el interior, se puede conocer un poco de la historia de Portugal. La decoración combina varios estilos artísticos en sus distintas dependencias: la Sala de los Cisnes, la Sala de los Blasones, la Sala de las Urracas y la Capilla:


Ayuntamiento
Construido a principios del S. XX, es de estilo neomanuelino y se caracteriza por contar con una torre ornamentada con azulejos de tonos azulados. Justo a su lado hay un restaurante (Restaurante Regional de Sintra) donde comimos genial:

Fuente Mourisca
Destaca por su portada de estilo neomudéjar y decorada con detalles esculpidos en toda la pieza:

Quinta Regaleira
Es una de las visitas imprescindibles en Sintra, tanto por su belleza como por su originalidad, no te la puedes perder.
Mansión gótica, que data de principios del S. XX, cuando el terreno fue adquirido por Antonio Carvalho Monteiro, un noble portugués, que junto al arquitecto Luigi Manini construyó este espacio rodeado de jardines, grutas y lagos. El resultado fue un conjunto arquitectónico con elementos románticos, manuelinos, neogóticos y mitológicos:


En la finca destaca la Torre Regaleira, lugar que simboliza el eje del mundo y debajo de ella podemos encontrar la Gruta de Leda con forma hexagonal:


En la Fonte da Regaleira se aprecian signos masónicos y templarios en los tiestos de los extremos: la cabeza de un sátiro (el caos) y un carnero (el orden):

Otro punto de interés es la Capilla de la Santísima Trinidad, de estilo neomanuelino. En su fachada podemos ver la figura de Santa Teresa de Jesús:

El palacete, también de estilo neomanuelino, fue reconvertido en museo, y se pueden visitar salas como la biblioteca, las habitaciones de Carvalho Monteiro o la torre octogonal:




Uno de los puntos más curiosos es el Pozo de Iniciación, una galería subterránea a la que se accede por una escalera en espiral. Parece que fue usado en rituales masónicos, ya que Carvalho Monteiro era uno de los miembros de esta secta en Portugal, además de aficionado a la astrología, el esoterismo y las ciencias ocultas. Una de las entradas a este pozo iniciático es el Portal dos Guardianes:

La persona que iba a ser iniciada se situaba en la base del pozo y al mirar hacia arriba contemplaba el cielo, la iluminación. Entonces ascendía los escalones colocados en espiral y tras culminar los 9 niveles alcanzaba el saber:

Palacio Seteais
Ubicado cerca de la Quinta Regaleira. Es un palacio neoclásico actualmente reconvertido a hotel de lujo. Sus habitaciones están decoradas con mobiliario de extraordinaria riqueza y en sus salones se pueden encontrar espectaculares tapices y frescos.
En el S. XVIII, el marqués de Pombal cedió una parcela al cónsul holandés Gildemeester para que edificara este palacio. En la entrada, destacan dos edificios simétricos unidos por un arco triunfal:
