Visitamos Puebla de Sanabria de camino a unas vacaciones que pasamos por la zona de las Rías Baixas en Junio de 2017. Se trata de una bella localidad zamorana, puerta de entrada a Galicia desde Madrid, y como no queríamos darnos mucho tute de coche, aprovechamos para visitarla y de paso hacer noche.
Nos alojamos en el Hostal Raíces, bien ubicado en la zona baja del pueblo, al lado de numerosos restaurantes y cafeterías, en la zona más
animada. Muy limpio y la habitación estaba genial. Totalmente recomendado.
Puebla es la capital de la Comarca de Sanabria, y como se recuerda en una inscripción en los alrededores del castillo, perteneció a los suevos y a los visigodos. Los mozárabes también dejaron huella en su paso por la ciudad.
El pueblo conserva todavía un precioso casco histórico medieval, y suele aparecer en los listados de los “Pueblos más bonitos de España”.
Es el típico pueblo de casas de piedra y madera. Nos recordó en parte a Patones de Arriba (Madrid), otro precioso pueblo, aunque Puebla es bastante más grande.
Desde el hostal, no hay más que tirar hacia una calle que pica hacia arriba. En seguida te encuentras con la Plaza del Arrabal y el característico
pilón.
Continuando por la preciosa (y empinada) calle Costanilla, se va ascendiendo hacia la parte alta del pueblo, merece la pena detenerse a ver los balcones y detalles de las casas.
El final de la cuesta desemboca en la Plaza Mayor, la cual nos pareció una joyita. A un lado de la plaza se encuentra el Ayuntamiento (S. XV),
de estilo isabelino, consta de dos plantas y torres puntiagudas.
En el otro lado, se alza la Iglesia Nuestra Señora del Azogue (finales del S. XII), con portada principal románica. También consta de una torre-campanario.
La Virgen del Azogue es la patrona de Puebla de Sanabria. El nombre de «azogue» proviene del árabe y significa mercado, lo cual revela el principal uso que se le dio en el medievo a dicha plaza.
Justo al lado, se encuentra la Ermita de San Cayetano (finales del S. XVIII), de estilo neoclásico y construido por la familia Ossorio. El conjunto que forma junto a la otra iglesia y la plaza es digno de ver. La ermita tiene gran encanto, con una muy bonita fachada llena de detalles (el interior no es visitable, salvo en épocas de afluencia turística donde puedes tener suerte de encontrarla abierta).
Siguiendo el paseo por el pueblo, y llegando al punto más alto, te encuentras con el Castillo de los Condes de Benavente (Rodrigo Alonso de Pimentel y María Pacheco), construido en sillería de granito a mediados del S. XV. Consta de un amplio amurallado de planta cuadrangular y una Torre del Homenaje (conocida como ‘El Macho’), donde se encuentra el Centro de las Fortificaciones, con exposiciones sobre la historia del castillo.
Exteriormente, es diferente a otros castillos que hemos visitado, ya que este tiene un aspecto como muy compacto, sobre todo por una de las caras. Nos conformamos con visitar el castillo de forma exterior, ya que hemos entrado a unos cuantos castillos este año, pero el interior es visitable.
El horario de verano (1 julio – 10 septiembre) es de 10:00 – 14:00 y 17:00 – 22:00. El resto del año 11:00 – 14:00 y 16:00 – 20:00. Abre todos los días. La tarifa general es de 3€.
Una vez visitados estos puntos de interés, lo mejor es perderse un poco y dejarse llevar sin rumbo fijo, deleitándote con la arquitectura típica de las casas y floridos balcones.
Para cenar, nos acercamos recomendados por Tripadvisor, hasta el restaurante Mesón de Abelardo (Negrillo, 6). Si vas, sube a la planta de arriba ya que puedes cenar con bonitas vistas al río Tera. Podrás probar especialidades de la zona, como el pulpo a la sanabresa (pimentón dulce, pimentón picante, cebolla y ajo).
Esperamos haberos animado a realizar una visita a este bonito rincón de Zamora, el cual pilla muy de paso si viajas a Galicia dese Madrid y apenas te tienes que desviar de la A-6 para llegar. Además tanto en el hostal, como en las cafeterías nos trataron de forma muy cariñosa.